El Congreso da el primer paso para despenalizar la eutanasia (Verano 18)

Por Jorge Moreno

    La reforma del Código Penal afectaría a las dolencias terminales y a las graves y permanentes. La mayoría absoluta de la cámara apoya la proposición de ley remitida por el ‘Parlament’

 El derecho a decidir sobre la propia muerte está más cerca de ser reconocido en España. La mayoría absoluta del pleno del Congreso de los Diputados apoyó ayer admitir a trámite una proposición de ley de despenalización de la eutanasia remitida por el Parlamento de Cataluña que afectaría tanto a las dolencias terminales como a las enfermedades que causan dolor grave de carácter permanente, tanto físico como psíquico.

   Aunque todavía queda por delante una tortuosa tramitación parlamentaria no exenta de obstáculos, para las personas afectadas se ha abierto «una puerta a la esperanza» en palabras de Isabel Alonso, la presidenta de Derecho a Morir Dignamente (DMD) de Cataluña, la entidad que promovió la iniciativa en la cámara catalana.

   Sus representantes, que asistieron al pleno, se mostraron «muy satisfechos» y no solo porque se haya admitido a trámite sino porque se haya llevado a cabo por mayoría absoluta. Un requisito necesario para que la propuesta llegue a buen puerto al comportar la reforma de una ley orgánica, el Código Penal.

   Actualmente, el artículo 143.4 del Código Penal contempla penas de prisión de hasta diez años por inducir o cooperar en un suicidio pero las atenúa a un máximo de cinco años en el caso de la eutanasia. La aprobación de la despenalización comportaría exonerar este acto de toda responsabilidad penal.

   Abstención de Cs y ‘no’ del PP / Tras el debate de ayer, la votación se hará efectiva mañana por la mañana, pero los portavoces del PSOE, Unidos Podemos, ERC, PDCat, PNV y otros grupos minoritarios, que suman un total de 180 diputados, ya anunciaron durante el debate su apoyo a la propuesta, frente a la abstención de Ciudadanos y el rechazo del PP.

  Es la primera vez que el Congreso acepta tramitar una iniciativa que va tan lejos a la hora de admitir la eutanasia. La clave hay que buscarla en el abandono de las reticencias que tradicionalmente había mostrado formaciones con sectores democristianos en sus filas, como el PNV y la antigua CiU. También en que no se ha tratado de una iniciativa partidaria sino de una cámara autonómica.

   El PSOE, que ha mantenido también una actitud cambiante en la cuestión, votó hace 15 meses contra una propuesta de regulación de la eutanasia de Podemos porque la consideraba «muy deficiente».

   La secretaria cuarta de la Mesa del Parlamento catalán, Alba Vergés (ERC), y las diputadas Assumpta Escarp (PSC) y Marta Ribas (En Comú Podem) actuaron durante el debate como representantes de la Cámara autonómica defendiendo la propuesta catalana.

   Con la propuesta se trata de una cosa tan simple convertir en ley el sentir mayoritario de la sociedad, explicó Vergés. «Ya no es tabú decidir sobre la propia muerte», advirtió la republicana, con un argumento que repitieron varios de los partidarios de la reforma y al que Marta Sibina (En Comú Podem) puso cifras: el 78% de la población lo apoya y, lo que es más significativo, también el 60% de los votantes del PP, formación que rechaza abiertamente la despenalización de la eutanasia.

    Tácticas dilatorias / Pero no va a ser tan fácil. La propia Marta Sibina advirtió contra el peligro de que la propuesta «se quede ahora en un cajón» e instó a «agilizar los trabajos». El PP y Ciudadanos disponen de mayoria suficiente en la Mesa del Congreso para dilatar a voluntad los plazos de tramitación, hasta quizás el fin de la legislatura, con lo que proposición decaería.

   La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, dejó claro su voluntad obstruccionista al afirmar que «ni el PP ni el Gobierno de España pensamos en la posibilidad de reformar nada en favor de la eutanasia».

  Tanto el PP como Ciudadanos se escudaron durante el debate en que ya se está tramitando en el Congreso una una iniciativa del partido de Albert Rivera para regular la muerte digna y los cuidadados paliativos, algo que los demás grupos tildaron de pura excusa. «Son dos iniciativas que no tienen nada que ver y nosotros nos oponemos a la de Ciudadanos porque es totalmente innecesaria», advirtieron.

  Otro peligro que acecha la despenalización es que su entrada en vigor está condicionada a la aprobación de una normativa que regule la condiciones en que se admitirá la práctica de la eutanasia, quién puede llevarla a cabo y si los médicos podrán acogerse a la objeción de conciencia para no aplicarla.

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