Dos a tres cosas que sé de ellas: ’71 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián’


Por Leandro Mártinez
Redactor cinemátográfico del P.U. destacado en San Sebastián
Fotografias: Mariví Ibarrola

    Esta 71 edición será recordada por Víctor Erice. Por recibir el Premio Donostia (el único de forma presencial, a diferencia de Hayao Miyazaki y Javier Bardem)   y por presentar Cerrar los ojos, su nuevo largometraje desde 1992.

   Aunque no ha estado inactivo: con Alumbramiento participó en el film colectivo Ten Minutes Older:The Trumpet (2002), La Morte Rouge (2006), Erice-Kiarostami: Correspondencias (2005-7),  con Ana, tres minutos participó en el film colectivo 3.11 Sense of Home (2011) y con Vidros Partidos lo hizo en  el film colectivo Centro Histórico (2016). Además se ha embarcado aunque no exhibido, en la filmación de espacios emblemáticos donde se han rodado películas tan importantes como Espoir/Sierra de Teruel, Roma cittá aperta, etc, Erice nunca ha dejado de rodar o de intentarlo, a veces sin éxito: como la segunda parte de El Sur (1983), la adaptación del cuento de Borges La muerte y la brújula (1990) o la adaptación de la novela de Juan Marsé El embrujo de Shanghai (1993).

   Cerrar los ojos empieza con imágenes de La mirada del adiós (1990), película sin terminar dirigida por Miguel Garay (interpretado por Manolo Solo) porque poco después desapareció su protagonista Julio Arenas (interpretado por José Coronado).  Fue dado por muerto aunque su cuerpo nunca se encontró. En 2012 Miguel Garay, requerido por un programa televisivo de búsqueda de desaparecidos, se lanza a la aventura de encontrar a su actor y amigo. Aquí se inicia un viaje imposible trufado de nombres, situaciones, espacios etc. de sus films, tanto rodados como frustrados.  Sin ánimo de ser exhaustivo: Borges, Marsé (y su hija Berta), Ana Torrent y El espíritu de la colmena, Jos Oliver y su distribuidora Rosebud, Jacques Lacan y el nudo borromeo, Howard Hawks y la canción de Rio Bravo, Josef von Sternberg, etc.  Es el CINE (con mayúsculas) por encima de la vida. Un ajuste de cuentas, una recapitulación de toda una vida dedicada al cine. Impresionante, maestro. Gracias. Hasta la próxima que esperemos que sea antes de cincuenta años.

Mauricio Aznar y la chacarera.

    Todo el mundo en San Sebastiàn me hablaba bien de La estrella azul. Por mi condición de zaragozano pensaban que ya la había  visto pero la tuve que ver en el último pase. Era con público y la ovación final fue de verdad, no aplausos de mera cortesía. La película no pudo entrar mejor, está justificado el Premio TCM de la Juventud que se otorga por votación popular. Esta película  de Javier Macipe arranca cuando Mauricio Aznar deja Más Birras, familia y adicciones en Zaragoza y puesto que está evolucionando de rockero a chacarero, viaja a Argentina. Allí  es acogido en su casa por Carlos Carabajal, el gran guitarrero, el maestro de la chacarera. La mayor parte del metraje es el hermoso y sutil proceso de aprendizaje que concluirá con su vuelta a la Inmortal Ciudad. Triste, solitario y final.

Retrospectiva de Hiroshi Teshigahara (1927-2001). Un autor japonés enigmático.

    Nacido en el seno de una familia de larga tradición en el arte del ikebana,  la  escuela el arte japonés de la creación floral, mucho más que poner unas flores en un jarrón o poner ramas, troncos secos en el espacio de una sala. Sin embargo  sus comienzos fueron en la pintura pero influenciado por el neorrealismo italiano acepta terminar un documental Hokusai (1953) porque «el dinero se les había terminado a la mitad  y la  producción estaba estancada». No sería el único documental en su trayectoria, entre otros, dedicó dos al boxeador José Torres y también a Antonio Gaudí.

   En 1962 debuta en el largometraje con La trampa: un enigmático criminal vestido de blanco asesina a personas que no desaparecen de la pantalla, asistiendo, pero sin poder interactuar, al desarrollo de la trama en un ambiente de mineros, sindicalistas y periodistas cada vez más extraño y delirante.

   La mujer de la arena (1964) es la única conocida en nuestro país porque fue premio del jurado en el Festival de Cannes y candidata a los Oscar. En una abstracta aldea rodeada de dunas, un profesor de Secundaria cae en el fondo de un hoyo en la arena, conviviendo allí con una extraña mujer en su miserable vivienda sin poder (ni finalmente querer) salir. 

   El rostro ajeno (1966) es un film de temática similar a Ojos sin rostro (George Franju, 1960). Un hombre que ha perdido su rostro en un accidente, desapareciendo de la vida social, consigue que un extraño doctor elabore una máscara, pues hasta entonces tenía que llevar la cara llena de vendajes. La máscara es erfecta pero, claro está, es diferente de su cara. Intenta seducir a su esposa y en su desesperada soledad acaba matando al doctor.

   El hombre sin mapa (1968) será la cuarta y última película con guión del novelista Kobo Abe. Un detective recibe el encargo de una mujer para que encuentre a su esposo desaparecido. La aparición en sus pesquisas de un enloquecido que dice ser hermano de su clienta le llevará a que se vea envuelto en un asesinato de yakuzas, perdiendo su empleo pero continuando con el imposible encargo.

 En 1972 con guión de John Nathan realiza Soldados de verano. Al cambiar de guionista, cambia de estilo, el formalismo austero y visualmente poderoso ahora es un cruce entre documental y ficción pero no cambia  de temática.  En esta ocasión el «desaparecido» es un soldado americano que se presentó voluntario y luego desertó de la guerra de Vietnam. Choque de culturas, conflicto de intereses con las diferentes personas bondadosas que tratan de ocultarlo de la policía  .

   Después del estreno, los malos resultados económicos hizo que el propio Teshigahara desapareciera del mundo del cine y se convirtiera en ceramista. De trabajar en el cine, arte colectivo,  a la individualidad de moldear tazas de arcilla sin ni siquiera querer usar el torno. Antes de volver al cine en 1989 se tuvo que hacer cargo en 1979 de la escuela de ikebana Sogetsu,  al morir su padre y poco después también su hermana menor que estaba destinada a ser la continuadora.

    Como complemento a esta retrospectiva organizada por el Festival con Filmoteca Vasca y la colaboración de Japan Foundation y Etxepare Euskal Institutua se presentó  Crónicas de vanguardia. Conversaciones con Hiroshi Teshigahara que es la actualización y ampliación del libro basado en una serie de entrevistas que Inuhiko Yomota realizó al cineasta en 1989.

Klasikoak

      Esta sección del Festival presenta versiones restauradas del cine de todos los tiempos. En esta edición se podían encontrar películas de Yasujiro Ozu, Raúl Ruiz y Valeria Sarmiento, Arturo Ripstein, entre otros. Sin embargo, lo que más me llamó la atención del ciclo fue la presencia de un cortometraje (25 minutos, sin sonido) de José Val del Omar titulado Festival en las entrañas. Todo parece indicar que sea uno de los cuatro montajes que Eugeni Bonet ideó (este fue el único con sonido) en el marco de la exposición :desbordamiento de VAL DEL OMAR (2010-2011), de la que fue comisario,  a partir de fragmentos (probablemente residuos o copiones en B/N) de la serie de cortometrajes realizados por Val del Omar titulados Festivales de España (1963-64). Mi sorpresa fue en aumento cuando supe que se exhibió en un mismo programa con Furia Española (Francisco Betriú, 1975). Película restaurada, esta seguro que sí, por Filmoteca de Catalunya con los veintitrés cortes infringidos por la censura franquista. La protagonista, Mónica Randall, presente en San Sebastián fabuló con la posibilidad que el dictador Franco la viera en El Pardo y que del disgusto se acelerara su ansiado final. ¿Y por qué no ?

Horizontes Latinos.

      Como no daba tiempo de seguir esta sección, decidí sacar entrada para la proyección de la película premiada, el último día, la última sesión, en el siempre abarrotado Teatro Principal. ¡Qué sensación más extraña! Éramos menos de veinte personas para  ver El castillo, ópera prima de Martín Benchimol (Argentina, 1985). Película doblemente premiada el año pasado en el WIP Latam. Cuenta la historia de Justina, una mujer que ha heredado una mansión después de trabajar desde niña como empleada doméstica, con la condición de no venderla nunca. El problema es su mantenimiento, dado el estado calamitoso en que se encuentra. Su hija, forofa de las carreras de coches, sueña con salir de ahí, trabajar en un garaje y pilotar coches pero acabará por conformarse. La duración es lo mejor de la película: 78 minutos.

Perlak

    The Zone of Interest / La zona de interés de Jonathan Glazer, basada libremente en la novela del mismo título de Martin Amis. La película comienza de forma inquietante, con varios minutos de pantalla en negro, para seguir con luminoso plano de adultos y niños hablando y bañandose en un lago. Es la familia del comandante de un campo de exterminio que viven tan ricamente justo al lado del mismo. Desde su jardín se ven las chimeneas de los hornos crematorios y el humo negro que salen de ellas. Se oye perfectamente los gritos angustiados de los desdichados prisioneros, así como algún disparo y el terrible silencio posterior. Con este uso del sonido, Glazer consigue de forma magistral que el espectador ponga en su imaginación las terribles imágenes que todos conocemos. Mientras tanto asistimos a las discusiónes entre el ambicioso comandante y su esposa pues su «trabajo» ha sido tan concienzudo que lo han ascendido y  la esposa no quiere abandonar la casa donde tan a gusto está, al lado de la tortura y el exterminio. La maldad en estado puro habita entre nosotros. Lo mejor que he visto en esta 71 edición. Fue Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes.

    Perfect days de Wenders es tan japonesa que la Academia del Cine de aquel país la ha elegido para que sea su representante en los próximos premios Oscar. Con notable acierto, el pasado Festival de Cannes premió a su protagonista, el actor Kôji Yakusho que sostiene toda la película interpretando con maravillosa dignidad a un limpiador de aseos públicos de Tokio que lee, hace fotos  y escucha en cassette a Nina Simone, Patti Smith, The Animals…  y a Franz Lustig por la sutilidad de su fotografía. Maravillosa.

     Hirokazu Koreeda ha vuelto a rodar en Japón después de sus anteriores títulos en Francia y Corea.  Monstruo recibió el Premio al Mejor Guión en el pasado Festival de Cannes. ¡Y no es suyo! Por primera vez no lo hizo él, es de Yûji Sakamoto, un autor de éxito en la televisión japonesa. Un edificio en llamas, un preadolescente y su amigo con problemas, un profesor cuestionado, una directora insensible…El espectador va recibiendo información a través de los distintos personajes. en un juego continuo de confirmaciones, matizaciones y refutaciones. Finalmente conoceremos el punto de vista de los dos niños y la verdad emergerá del entramado de mentiras, conveniencias y equívocos. Una delicia con música del recientemente fallecido Ryuichi Sakamoto. No se la pierdan, está en cartelera.

    Justine Triet es la tercera mujer en ganar la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Aparentemente Anatomía de una caída es un film de suspense: la muerte del marido, al precipitarse desde la ventana de la buhardilla de su casa fue ¿suicidio? ¿homicidio? Para derivar en drama judicial: la esposa ¿culpable? ¿inocente? El hijo ¿cree en la inocencia de su madre? Pero es mucho más: marido y mujer son escritores muy competitivos, ella tiene más éxito, es extranjera, infiel, bisexual y cargan con la culpa del accidente que dejó inválido a su hijo. Espléndido trabajo de Sandra Hüller en el papel de la esposa.

    Matteo Garone recibió el León de Plata al mejor director en la pasada edición del Festival de Venecia.En  Io Capitano / Yo Capitán dos adolescentes senegales sueñan con triunfar con su música en Europa. Trabajan duro y a escondidas para sacar dinero para ir a la «aventura» que pronto se convertirá en pesadilla. Las mafias los abandonaran en el desierto, uno irá a la cárcel y el otro será capturado por esclavistas que tendrá la suerte de ser vendido como trabajador-esclavo. Como si fuese un relato novelesco de aventuras juveniles se producirá, fruto de la solidaridad, el reencuentro de los jóvenes y la ansiada travesía en el mar hacia Italia. Solamente que el capitán de barco, el que tendrá que pilotarlo tendrá que ser uno de ellos. Un capitán senegales de dieciséis años en el Mediterráneo. Y no saben que cuando desembarquen en  Italia se van a encontrar con Giorgia Meloni. La película recibió el Premio del Público exaequo con La sociedad de la nieve de J.A.Bayona

    Aku wa sonzai shinai / Evil does not exist / El mal no existe de Ryûsuke Hamaguchi. En origen se trataba de rodar imágenes en los bosques de Mizubuki, en las afueras de Tokyo, para acompañar las actuaciones en directo de la compositora Eiko  deIshibashi, autora de la banda sonora de Drive my car (2021), la multipremiada película anterior de Hamaguchi. El proyecto creció tanto que se desdobló y partiendo de la misma música, un montaje de esas imágenes acabó conformando Gift, el proyecto primigenio y otro montaje alternativo acabó siendo la película que ha ganado el León de Plata Gran Premio del Jurado y premio FIPRESCI en la pasada edición del Festival Venecia. La película tiene la habilidad de combinar la narración de la sencilla vida de los habitantes, en perfecta armonía con la naturaleza más salvaje con la reivindicación medioambiental más militante. Todo ello debido a que una empresa de Tokyo pretende instalar en esas tierras un espacio de «glamping», combinación de glamour y camping,  acampada y comodidades urbanitas, sin tener en cuenta el trágico impacto en el delicado equilibrio del bosque donde conviven humanos y animales.

La Sección Oficial

Isabel Herguera explicó que el origen de su primer largo de animación El sueño de la sultana fue cuando encontró por casualidad un libro con el cuento homónimo escrito por la autora bengalí Rokeya Hussein en 1905. Un cuento de ciencia ficción feminista, un lugar llamado Ladyland donde las mujeres tienen el conocimiento y, por lo tanto, el poder. Mientras que ellos, que son ignorantes, viven detrás de las cortinas. La película además de recrear en dibujos el cuento, también narra el proceso por el que Isabel Herguera (la protagonista Inés en la película) llega a dar con esta historia y su investigación en torno a la figura de Rokeya. Estas tres líneas argumentales están narradas a partir de diferentes técnicas de animación. El resultado es extraordinario. Estreno en salas el 17 de noviembre. No se la pierdan.

   All dirt roads taste of salt de Raven Jackson, es fruto del programa de residencias de Ikusmira Berriak, el programa de desarrollo de proyectos del Festival y la Escuela de Cine Elías Querejeta. Cuenta la historia de Mackenzie, una niña afroamericana que nace en los años 60 en Misisipi y su relación con miembros de su familia de otras generaciones. Película de sensaciones, sin apenas diálogos, libre en el uso del tiempo, con banda sonora de sonidos de la naturaleza. Cuando al final del Festival me preguntaron quién iba a ganar, yo aposté por estas dos. Bueno, pues no. Ninguna.

   La Concha de Oro a la mejor película fue para O Corno, de Jaione Camborda. Película gallega sobre la sorodidad: mujeres que se ayudan a parir(el parto en 1971 estaba menos medicalizado), a abortar (clandestinamente, empleando el cornezuelo que alude el título), a huir a  Portugal (cuando oye ¡Alto a la Guardia Civil!), a intentar rehacer su vida en ese país (con una prostituta negra, joven madre).

   El Premio Especial del Jurado fue para Kalak, de Isabella Eklöf. La película comienza cuando el protagonista, de joven, despierta empalmado de la siesta y un adulto le hace una felación. De mayor deja su Dinamarca natal y se instala en Groenlandia con su mujer e hijos. De forma compulsiva quiere asimilarse al entorno, incluso con relaciones sexuales con las nativas. Al ser sanitario, un colega veterano le da un curso acelerado de drogas: «El botiquín de un hospital es el mejor camello del mundo» y se aplica en ello. Hacia el final sabremos que el adulto de la felación es su padre, ahora con un cáncer terminal y le aplica la eutanasia. Esta película también recibió el premio a la mejor fotografía.

   La Concha de Oro a la mejor dirección fue para las taiwanesas Peng Tzu-Hui y Wang Ping-Wen por su ópera prima Un viaje en primavera. Una pareja de ancianos discuten continuamente pero cuando ella muere él no quiere separarse de su compañera y la conserva en un arcón frigorífico sin poder aceptar la pérdida. La película es poca cosa pero tiene un bellísimo y extenso plano de una cascada.

    El Premio al Mejor Guión fue para María Alché y Benjamin Naishtat, también directores de Puan. Título que es la sede de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (Universidad de Buenos Aires). La película gira alrededor de un profesor de Filosofía Política, interpretado por Marcelo Subiotto (Premio Concha de Plata al mejor intérprete). Convencional profesor despistado, solidario, que redondea sus escasos ingresos (cuando llegan) con clases particulares a una ricachona y en barrios  Comedia amable con sus gotitas de reivindicación social. Algo así se podría decir de la otra producción argentina presente en la Sección Oficial: La práctica, de Martín Rejtman.

  Otro Premio al mejor intérprete fue para Tatsuya Fuji, el anciano demente de Great Absence, de Kei Chika-Ura (Japón). Su hijo está distanciado de él desde hace 20 años, desde que se divorció de su madre pero ahora la Policía forzará el reencuentro y se verá obligado a revisar toda su existencia. Interesante.

  La Concha de Plata a la mejor interpretación de reparto fue para Hovik Keuchkerian en la película Un amor de Isabel Coixet por su papel de «el alemán».  Llama la atención que el Jurado no se haya fijado en el impresionante trabajo de la protagonista Laia Costa que borda un papel dificilísimo, en esta adaptación de la novela del mismo título de Sara Mesa. En fin,  los Jurados «fallan».

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