Reflexiones políticas de un heterodoxo / Manuel Medrano

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Por Manuel Medrano
https://manuelmedrano.wordpress.com/

   Sin introducción, sin tontadas:

1) Sería interesante saber qué hubiese pasado si la teoría política de algunos ideólogos de Podemos, consistente en incluir en el espectro de su formación a posiciones liberal-progresistas (no neoliberal-salvajes) hubiera permitido constituir una propuesta con menos aromas a cosas del pasado en decadencia y consolidar, hasta límites muy extensos y quizá inexplorados, un movimiento social realmente original, rompedor en occidente, aunque ya experimentado en países americanos (y no hablo de Venezuela) con enorme y prolongado éxito.

2) También me gustaría ver, y quizá lo vea, un momento en el que el PSOE haga caso de potentes liderazgos que en su seno se oponen a que los reconocimientos de «hechos diferenciales» se basen, no en cuestiones culturales, sino en engrasarlos con miles de millones de euros salidos del bolsillo de todos, y que se les pagan sufriendo continuo chantaje para perjuicio del común. Porque, me da a mi que algunos «hechos diferenciales» nos roban, a saco.

3) Quisiera averiguar si en el fondo, y no tan en el fondo, de ciertos sectores del independentismo catalán (no todos) de conversión reciente a tal postura, no hay unos brutales y corrompidos intereses económicos basados en el pillaje y el bandidaje.

4) Querría saber hasta cuándo se va a consentir que haya estatutos de partidos políticos contrarios a los derechos constitucionales e incluso a la declaración universal de derechos humanos (prohibiendo y castigando la libertad de expresión, opinión y reunión), los cuales se utilizan para purgar a militantes molestos porque pueden encabezar candidaturas alternativas al rancio y casposo poder establecido. ¿Nadie va a llevar esto a los tribunales? ¡Pues nuestra democracia es una puta mierda!

5) Sí, es que nuestra democracia es una puta mierda, no sobre el papel pero sí de hecho. O que me expliquen qué libertad de expresión y opinión garantizan un buen puñado de potentes medios de comunicación cuyos propietarios son entidades financieras. ¿Pero te puedes creer nada de lo que digan? Ni noticias, ni encuestas, ni artículos de opinión ni nada, casi ni los anuncios clasificados.

6) Estoy harto de ser un Protectorado Alemán. Nuestras Cajas dejan un enorme pufo y sale de mi bolsillo pagar las deudas que generan… a los bancos alemanes. A la Merkel le da un ataque (de ideológico nada, ahí hay negocio seguro) y, con un 36% de nuestros hijos al borde de la pobreza (lo dice Cáritas) acogemos a miles de refugiados (antes de comprobar si lo son, por cierto) con piso gratis (que no tienen muchos españoles ni pagando), gastos pagados (que no tiene casi ningún español), la nacionalidad en breve (que no la regalan en sus países de procedencia), alimentación «by the face», etc. ¿El origen? La tía Merkel lo dijo, y a tragar. No me vengáis con chorradas de solidaridad o tendré que citar al expresidente de Volkswagen, dimitido ahora por estafar con sus productos, que dijo hace muy poco que bienvenidos los refugiados a millones con formación e, incluso, sin ella. Que les hacían falta. Añado yo: sí, para contratar a precios de esclavitud a los trabajadores, espabilado, que esto ya nos lo sabemos.

7) Yo me declaro internacionalista, ni siquiera nacionalista de ningún lado. En todo caso nacionalista hispano, de España y nuestras naciones hermanas, desde Portugal (que era Hispania romana, como nosotros) hasta las de «la otra banda», cruzando el Atlántico. Y europeo, por supuesto, pero sin fanatismo, que luego pasa lo que pasa. ¿Por qué estos trágalas que padecemos aquí no los sufre la Gran Bretaña de Cameron, ni los sufría la de sus predecesores?

8) Finalmente, y esto es cruda política y no solidaridad ni subterfugio similar, me gustaría que me explicasen si la Alianza de Civilizaciones consiste en que yo no pueda beber vino en un país islámico y las mujeres tengan que llevar obligatoriamente trapajos en la cabeza y ser relegadas en todas partes, y a cambio ciertos musulmanes puedan hacer en occidente lo que les salga de sus partes. Y también porqué yo he de respetar a quien no me respeta. Y también porqué un musulmán puede entrar en una iglesia y tú no puedes entrar en una mezquita en un país islámico (salvo honrosas excepciones, que les distinguen), y que conste que soy partidario de que ambas cosas sean factibles y estén normalizadas.

    Continuará, incluso si acabo siendo finalmente expulsado de algún sitio o condenado al ostracismo por mi heterodoxia.

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