Por Miguel Ángel Yusta
NOTAS DESDE MI BUTACA
En este mes de marzo, hemos podido asistir a cuatro espectáculos singulares: En Madrid, Curro Vargas, de Ruperto Chapí, en La Zarzuela y Alceste de Gluck en el Real y en el Liceo barcelonésTosca y el esperado recital de Jonás Kaufmann, el tenor mediático de moda.
CURRO VARGAS
La España eterna
De Ruperto Chapí. Director musical: Guillermo García Calvo. Director de escena: Graham Vick. Con Andeka Gorrotxategi, Milagros Martín, Luis Alvarez, Saioa Hernández, Joan Martin-Royo, Aurora Frías, Gerardo Bullón, Ruth González y Airam de Acosta, entre otros.
La obra de Chapí fue estrenada en 1898 y no se había repuesrto desde la temporada 1983-84, en que se representó una versión reducida en este mismo escenario de La Zarzuela. La obra es un friso de esa “España eterna” de amores, celos, religión, costumbres ( y machismo), que ha sido reinterpretada escénicamente y no deja indiferente a nadie sino, muy al contrario, tanto musical como escenográficamente es absolutamente impactante. Graham Vick ha logrado descontextualizar la obra sin perder un ápice del significado original.
Tanto los intérpretes principales como secundarios, orquesta y coro están a la altura de una obra musicalmente muy seria, de influencias claramente wagnerinas, con la que Chapí intentó sin duda crear una “ópera española”. Él y Barbieri, merecen estas revisiones inteligentes, de calidad y que ponen en el tablero la importancia de nuestra música del siglo XIX.
