Por Luis Gareta
Daniel Arana (Zaragoza, 1988) continúa una labor literaria de alto vuelo como hombre de letras. Licenciado en Filología Inglesa, colabora como crítico literario, cinematográfico y musical en diversos medios.
Su obra poética puede decirse que es incipiente, siendo más conocido por su recopilación de poesía beat (Los Otros Aullidos, STI, 2014).
El título de su nuevo poemario, Abisal (STI, 2016), ya nos anuncia una búsqueda de la palabra esencial en las profundidades del lenguaje. Un libro para leer despacio, porque Arana gusta del juego alegórico y la metáfora hermética. Eslabón de la, podríamos decir, “tradición” vanguardista, su libro puede leerse sin más prejuicio que el gusto de cada cual, pero es especialmente recomendable para los seguidores de las otras poéticas.
Poemas breves, intensos, rematados casi siempre por un verso corto que confiere al libro un aire brillante de oratorio.
TRES POEMAS DE ABISAL
DETRÁS del sauco, mana
el estrecho.
El gris cárdeno de los
hayedos agotados, y
en esa arboleda, mi
Oración.
¿Cuál es la medida de la
palabra, en su venir que
se queda?
*
Me ilumino de inmensidad
(Giuseppe Ungaretti)
TÚ y yo fuimos en la palabra,
elemento por elemento,
ser ante los ojos.
En este mundo que circunda
una verdad precisa, decimos:
hasta allí un salto.
Vivo, no nació de la escucha
para curar-se nunca del
tiempo.
*
SOLICITAMOS designios
para la permanencia.
Donde hay vacíos del agua,
Se colma aquello
Demandado.
Aún tenemos nublado el
Pensamiento y sin embargo,
El invierno llega de lejos.
Nos cruza.