Reportaje del «paseo» que siguió al desalojo


Fotografiás: José Juan Esteban Loring

El jefe de la sección de fotografía del Pollo Urbano ha realizado este interesante reportaje fotográfico acerca del «paseo» que siguió el día 30 de Junio al desalojo del edificio ocupado en la Calle Lagasca 4 de Zaragoza. Una vez que el desalojo fue efectivo, los miembros del movimiento 15-M se manifestaron, sin incidentes, en la plaza de Aragón, frente a la sede de La Caixa, para protestar contra la entidad (propietaria del edifico desalojado) y siguieron un periplo urbano que acabo frente al Gobierno Civil de la ciudad.

Manifiesto del desalojo del PARAGUAS 30-06-11

El movimiento 15M no aspira a la okupación, ni a la radicalización izquierdista, ni a ser una entidad política, ni a estar justificando siempre que no somos violentos, ni a definirnos como anti sistemas o reformistas de sistemas, ni a conseguir 3, 10 o 20 puntos de cosas que hay que cambiar, no, éste movimiento social global, aspira a una única cosa:

La lógica

Desarrollar un mundo lógico. En el que los problemas se resuelvan, no se solapen, se evadan y se escondan debajo de la alfombra hasta la siguiente toma de poder, en el que para el máximo beneficio económico de muy pocos, no tenga que haber una ingente masa de personas en precariedad laboral y económica, un mundo en el que a los enfermos se les cure, a los niños se les eduque, a los mayores se les respete y a los trabajadores se les de trabajo y, entre otras muchas cosas, Crear un mundo en el que, si en una ciudad, ésta, hay mas 60.000 inmuebles vacíos y lo repito: mas de 60.000 casas en las que no vive nadie, no se sigan construyendo urbanizaciones nuevas y expulsando a la gente de sus casas por no poder pagar al banco.



Desde el día 19, en el que la ciudadanía volvimos a tomar nuestras calles, los ex-acampados de la plaza del pilar hemos estado trabajando en la recuperación de un edificio propiedad de la Caixa, un entidad financiera que, como muchas otras, y entre otras cosas, sufraga conflictos bélicos prestando nuestro dinero para la construcción de armamento.



Un edificio de cuatro plantas, buhardilla y sótano, que llevaba mas de 7 años cerrado, en la calle La gasca, cuyo interior se encontraba absolutamente lleno de escombros y basura, muebles rotos, vegetación desbocada y animales no muy simpáticos. Un inmueble abandonado a su suerte en pro de la especulación urbanística.

Nosotros lo tomamos y empezamos a hacer de él un espacio habitable, salubre y acogedor, un espacio funcional desde el que pensábamos trabajar para conseguir que se respetaran los derechos constitucionales de la ciudadanía, entre ellos, el derecho a una vivienda digna, ofreciendo apoyos a familias desahuciadas y asesoramiento a quien quisiera ayudar a la lucha contra la corrupción, el control bancario, el falaz sistema de elecciones que tenemos o cualquiera de los problemas que atenazan esta sociedad de supuesto bienestar.



Hoy, ahora, deberíamos estar inaugurando ese espacio, nuestro paraguas, un lugar para el trabajo y el encuentro social, un edificio que ofrecería ayuda real en la lucha contra los desahucios, un germen de solidaridad, apoyo a la ciudadanía y en definitiva, de esperanza en pleno corazón de la ciudad.

 

Pero en su lugar estamos aquí.

Estamos aquí porque esta mañana las fuerzas de seguridad de este país han venido a desalojarnos de ese lugar, como consecuencia de una denuncia interpuesta por La Caixa – Servihabitat, pero esta actuación a contado con infinidad de irregularidades. El auto, una resolución que en circunstancias normales el deficiente sistema jurídico de este país tarda meses en tramitar, se ha conseguido en apenas 10 días, y cuando el caballo corre es porque alguien le fustiga. En esta sentencia también se alegaba que los motivos eran, entre otros, porque el edificio estaba en ruinas, cosa desmentida unos días antes por dos aparejadores y un arquitecto que habíamos invitado a visitar la estructura, el edificio era viejo pero no corría en absoluto peligro de derrumbe.



En el auto también ponía que había que desalojar a las 8 de la mañana y que la actuación policial se desarrollaría a partir de las diez. A las 8 y media ya estaban arrastrando a quienes permanecían sentados, en actitud pacífica, delante de la puerta edificio. Personas cuyo única muestra de fuerza era la de su propio peso y la de enlazar sus brazos. El resultado de esta actuación se ha saldado con 0 policías heridos. 20 personas contusionadas y un compañero hospitalizado tras habérsele golpeado en las costillas, pateado la cabeza y pisado los testículos.

 

Cuando los anti disturbios han arrastrado a toda la gente de la puerta y han entrado en estampida al edificio, no había nadie dentro de éste.

De nuevo, otra vez, vemos que quien hace uso de la violencia para conseguir sus objetivos no somos ni los acampados, ni los indignados, ni, en líneas generales, la ciudadanía.

¿Y ahora?

Bueno, el edificio de La gasca ha significado una pérdida, había mucho trabajo invertido en él pero… nos sobra la energía y los recursos, nuestra meta es tan alta, tan importante, tan relevante y trascendente, que hará falta mucho mas que unos porrazos para parar esto. Ya tenemos alternativas, seguimos trabajando, seguimos concienciando, expandiéndonos, informando, sacando a esta ciudad de la celda comunicativa en la que el sistema les ha obligado a vivir. Abriendo ojos. Despertando.

Y al final, no os preocupéis porque, tarde o temprano, volveremos a tener un hermoso, operativo, plural y social centro de trabajo. Volveremos a tener un nuevo paraguas.

Fuente: http://blog.acampadazgz.org/2011/07/01/manifiesto-del-desalojo-del-paraguas-30-06-11/

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