Por Germán Oppelli
El cine español ha producido a lo largo de su historia varias películas de circo. Recuerden los filmes que llevaron a cabo el catalán Fructuoso Gelabert y el aragonés Segundo de Chomón.
Otros dos catalanes, Rovira Veleta y Manuel Esteba, realizan ‘Altas variedades’ y ‘El aprendiz de clown’, respectivamente.
Filmada en 1960, ‘Altas variedades’ es, en palabras de la publicidad de la época, la historia de dos hombres que realizan un peligroso ejercicio circense. Entre ellos, encima, se alza la figura turbadora de una hermosa refugiada húngara que despierta el amor en el uno y la pasión en el otro. La película se anunció como distinta a las demás. Pocas cosas, en realidad, cambiaban con respecto a otros planteamientos sobre circo.
Por su parte, con ‘El aprendiz de clown’ debuta en el campo del largometraje como director Manuel Esteba. Interpretada por el famoso payaso Charlie Rivel –con setenta años a sus espaldas- y por Quique San Francisco, el filme cuenta dos historias por partida doble, la de un viajo clown que se emborracha para olvidar la soledad en que se halla y la de un niño sordomudo.
En 1970, Antonio Mercero realiza para NO-DO el cortometraje ‘Elegía por un circo’. La asesoría circense corre a cargo de Antonio Álvarez Barrios, un estudioso en la materia. En el documental se hace una semblanza del Circo Price de Madrid, que se comenzó a derribar ese mismo año. Al final del corto se ofrece una escena conmovedora, que muestra al gran payaso Thedy en solitario interpretando una melodía de concertinas que era apoyada por el ruido de los martillos nemáticos que anunciaban la demolición.
En otro orden de cosas, a poco de iniciarse la era del cine sonoro (hacia 1929-30), se lleva a cabo el rodaje en los estudios norteamericanos de Joinville en París el filme ‘Sombras de circo’, interpretado por Rafael Calvo, Miguel Ligero y Félix de Pomés. Una película producida por la Paramount.
