Entrevista con León Splí, el eterno exilado

Por Miguel Ángel Yus

    León Splí es un interesantísimo personaje, que rara vez se deja ver.

     Habitante del universo, filósofo, poeta, pintor, cantante, torero, bebedor y vividor. Es un honor que acceda a que tengamos una conversación y además la pueda publicar.

¿Cómo has llegado a residir en ninguna parte, León?

   Mi primer intento de asentarme fue en Mónaco. Estaba enamorado de Carolina, y fui a probar suerte. Me echaron del Principado, es mi destino. Me echan de todas partes. De todas formas, no es un gran problema. Llevando unas semanas en cualquier sitio, veo que estoy rodeado de zoquetes y me largo. Me acuerdo que en Madrid me invitaron a una cena en la Zarzuela. Juan Carlos, cuando iba un poco animado, me dijo: “Cántame algo, León”. Yo le dije: “ Y tú, tócame la flauta”. Me costó un exilio voluntario. En Boston decidí dedicarme a falsificar dólares y compré las planchas, el papel, etc. Los gastos me obligaron a hacer billetes de 110 dólares para no perder dinero. Otro exilio, esta vez, nada voluntario.

En España realmente a ti no se te conoce…

   Por favor, que sigamos así. En España si choca un libro y una cabeza y suena a hueco, siempre es por culpa del libro. La media cultural la marca la historia de la filosofía, escrita por Julián Marías, que es como si la historia del toreo la escribiese el mozo de estoque del gallo. Es un lugar donde los hombres son putañeros la mitad de sus vidas, y cornudos la otra mitad. Todos piensan lo mismo que la hija de Carlos Marx: ojalá mi querido padre hubiera pasado algún tiempo adquiriendo capital, en lugar de limitarse a escribir sobre él…..

   …. Es un supuesto país, donde los monos son demasiado buenos, para que el español pueda descender de ellos.

   Practican la moral de la beata, que viendo en la fuente situada enfrente de su casa, a unos jóvenes bañándose desnudos, llama a la policía, se los llevan de allí. Al poco rato vuelve a llamar a la policía, quejándose de que siguen bañándose desnudos, le responden que lo han alejado más de un kilómetro, alega, que sigue viéndolos con los prismáticos. Los cuatro que quieren ser decentes, cuando lo consiguen, son tan viejos que ya no les queda tiempo de practicarlo. Si la religión se basara en el sentimiento de dependencia ante algo superior, los españoles serían los seres más religiosos del mundo. No me extraña que los que me conocen, hablen mal de mí, porque nunca, han aprendido a hablar bien.

Nunca has tenido una relación estable, ¿Qué pasa?

    Yo no puedo atarme a nada, debo estar siempre en movimiento. Es como la vez que estando en Managua, en plena revolución, todos andaban afanados en preparar la defensa, cogí un coche y le hice girar sobre si mismo a gran velocidad, mientras cantaba el ária de Rigoleto, no quería ser yo, el único que no hiciera nada. Con los humanos siempre hay que estar en guerra o contentándoles con simplezas…..

  ….. En una travesía de barco por el mar del Norte, una tempestad nos agitaba duramente y parecía que iba a hundirnos. Un viajero que me conocía, me espetó, que cosas tiene la vida, yo, hombre de pocas luces, no me asusto, y tú, filósofo, estás temblando de miedo, lo que no sabía ese señor, es que si morimos, no se pierde lo mismo en su caso que en el mío.

   Me dieron un homenaje en Oslo y la cena, un exquisito faisán. El embajador que estaba a mi lado me preguntó: ¿los filósofos disfrutan con cosas tan materiales como esta? ¡Qué nivel de diplomacia!, su excelencia pensaba que estas delicias, las hizo dios, para que las comieran solo los idiotas. En esa misma cena una señora religiosa me ensalzaba los sufrimientos de su ídolo y le pregunté: ¿para qué tanta mortificación? Para caminar por las aguas por ejemplo, me respondió. ¿ Para qué quieren caminar sobre las aguas habiendo barcas para surcarlas? El único dios debería ser la inteligencia, pero es tan difícil de encontrar, que cualquier diosecillo menor y criminal sirve.

¿Con tantas actividades, cuándo te queda tiempo para la creación pictórica?

   Pintar es semejante a amar, la mitad del tiempo no sabes por donde vas, y la otra mitad tampoco. En estos momentos, una de mis actividades preferidas es entrar en cines, teatros o conciertos. Cuando la gente sale, cuando me increpan, les digo: es para que entendáis lo que trato de hacer toda mi vida. Se que todo es nada, que hagamos lo que hagamos es nada, el tiempo pasa para nada.

   Hace un mes estaba enfermo, bramando de dolor y gritaba, ¿quién me librará de estos males? Un amigo me dio un revolver, el estúpido, quería liberarme de la vida, no de los males. De una contradicción se sale beneficiado, de una contracción se sale maltrecho.

   Te voy a explicar porqué las mujeres guapas tienen mas éxito entre los hombres que las mujeres inteligentes. Porque hay pocos hombres ciegos, pero muchos hombres tontos. La mayoría se conforma y disfruta paseando por los mercados atiborrados de mercancías. En estos lupanares me doy cuenta de la cantidad de cosas que no necesito. El mundo funciona al revés, los filósofos vamos a casa de los ricos, pero los ricos nunca van a casa de los filósofos, sucede esto, porque los filósofos sabemos lo que nos falta, pero los ricos no tienen ni idea.

   En una ocasión, para confirmar que no estoy loco, acudí a un psicoanalista. Me enseñó unas láminas con manchas, diciendo que las explicase intentando no inventar para quedar bien. Todas me parecían lo mismo, tías en pelotas muy bellas, le mangué las láminas y me largué. En Zaragoza, una gitana en la puerta de la catedral me predijo, mientras me robaba la cartera, tendrás tu momento de gloria. Aún estoy esperando. De lo que mas contento estoy, es de no tener valor para suicidarme. Para mí, la vida y la muerte son lo mismo, por eso, he decidido seguir viviendo.

León Spli: el mundo no conocerá tu obra hasta cien años después de tu muerte, tal vez habría que ir pensando en matarte cuanto antes. Un abrazo maestro. Ha sido un placer hablar contigo

Artículos relacionados :