México: Universidad Autónoma Chapingo


Por Emilio Mendoza

    Estimados lectores, recientemente visité la Universidad Autónoma Chapingo, la institución académica donde me gradué hace casi 35 años. En esta ocasión les quiero relatar el recorrido que hice por el campus universitario “cosechando” una gran cantidad de recuerdos que “sembré” hace muchos años en ese maravilloso lugar.

     La Universidad Autónoma Chapingo es el centro educativo agrícola más importante de México. Se ubica en el municipio de Texcoco, a unos 30 km de la ciudad de México. Esta institución pública ofrece títulos de ingeniería, así como programas de investigación científica y tecnológica en las áreas de la agricultura, la silvicultura y la ganadería. De hecho, el lema de este centro de enseñanza superior es: “ENSEÑAR LA EXPLOTACION DE LA TIERRA, NO LA DEL HOMBRE”.

Breve historia

    Esta casa de estudios se fundó como Escuela Nacional de Agricultura (ENA), el 22 de febrero de 1854, en el convento de San Jacinto en la Ciudad de México. Fue la primera institución de enseñanza e investigación en ciencias agrícolas instituida en América Latina. La escuela fue trasladada en 1923, por el entonces presidente Álvaro Obregón, a los terrenos de la ex hacienda de Chapingo, en Texcoco. Los estudios de posgrado empezaron a complementar los programas en 1959 con la creación del Colegio de Posgraduados. Con el tiempo, la ENA se transformaría en la Universidad Autónoma Chapingo que, desde su creación en 1978, ha ido ampliando el número de especialidades en el área de la agronomía, tanto a nivel licenciatura como de posgrado.

Excelencia académica

      A parte de ser considerada una de las mejores de América Latina, la Universidad Autónoma Chapingo, es líder en México en áreas como economía agrícola, desarrollo rural, agro negocios, restauración forestal, ciencias del suelo, agricultura sostenible, irrigación, maquinaria agrícola, parasitología, recursos naturales renovables, ecología, sistemas pecuarios, etc. La institución cuenta con terrenos experimentales afuera del campus donde los muchachos hacen sus prácticas. También dispone de varios Centros Regionales en el interior de la República donde se realizan experiencias profesionales en zonas áridas y tropicales. También ofrece cursos previos a la educación superior, considerada la mejor preparatoria agrícola en el país. Los estudiantes provienen de todos los rincones del territorio nacional y tienen un apoyo económico para sostenerse durante toda su carrera. En cuanto a Excelencia, la Universidad de Chapingo ha sido clasificada entre las 10 mejores universidades mexicanas desde los años 80’s.

Edificio principal y murales de Diego Rivera

     Entre las joyas arquitectónicas de la ex hacienda de Chapingo tenemos al edificio principal, sede de la Rectoría y oficinas centrales de la Universidad. El edificio nació en el siglo XVI como casco de una finca de una familia española siendo una construcción modesta con una capilla adyacente. Posteriormente pasó a manos de la Compañía de Jesús que, a través de los años, fue remodelando el edificio dándole el estilo arquitectónico barroco colonial que mantuvo hasta fines del siglo XIX cuando fue adquirida por el general Manuel González, en ese entonces presidente de México. El general González transformó la construcción hasta dejarla casi como en la actualidad la conocemos.

     En el mismo edificio se encuentra la capilla Riveriana, cuyo interior está decorado con frescos que Diego Rivera pintó de 1924 a 1927. Los murales contienen pinturas relacionadas con las luchas revolucionarias de los campesinos y la clase trabajadora de México y la fertilidad y los ciclos de la naturaleza.

    En el piso superior del edificio principal se alberga actualmente el Museo Nacional de Agricultura, el cual muestra el desarrollo que tuvo la agricultura en México desde el pasado prehispánico hasta nuestros días. Exhibe muchos objetos relacionados con las técnicas agronómicas y utiliza maquetas para ilustrar mejor la exposición.

Cosecha de recuerdos sembrados

    Aquí en Chapingo completé la carrera en un total de siete años, de los cuales tres fueron de educación preparatoria. Muchos años después, he querido visitar los antiguos lugares que definieron mi experiencia universitaria de aquellos “tiempos remotos”. ¡Qué sensación la de sentirse otra vez estudiante! Caminé por la calzada principal flanqueada con bustos de agrónomos ilustres mientras recordaba la primera vez que la recorrí cuando era todavía un adolescente. Reconocer la biblioteca central que tantas veces visité. Admirar nuevamente el edificio principal, sede de la Rectoría. El auditorio que lleva por nombre “Álvaro Carrillo”, en honor a nuestro gran cantautor mexicano que egresó como ingeniero de Chapingo. Una multitud de nuevos estudiantes han invadido nuestras antiguas áreas… entrar a la cafetería y verlos que están viviendo la misma vida que vivimos… jóvenes que empiezan a “sembrar” sus recuerdos como hicimos nosotros en nuestra época. Creo que sea una experiencia común para todos los que volvemos años después… una sensación extraña, estar en algún lugar al que solías pertenecer, pero te sientes que ya no encajas… A pesar de ello, disfruté esos momentos en los que un ‘tsunami de nostalgia’ me bañó de melancolía, con múltiples recuerdos gratos de aquella vieja rutina estudiantil. En mi recorrido reconocí también el comedor, las canchas en las que jugué, las aulas en que tomamos clases, etc. Pasé por debajo del arco que data de 1924, donde se encuentra una campana y “San Jasmeo”, un idolillo postrado en la cima del arco que simpáticamente se considera “el santo protector de los chapingueros”. Y pensar que, en 2014, esta área se convirtió en un set cinematográfico hollywoodense para filmar un fragmento de la película sobre la vida de Cantinflas teniendo como protagonista al actor español Óscar Jaenada.

    Siguiendo mi recorrido encontré varios edificios de reciente construcción que contrastan con aquellos restaurados pero que mantienen su viejo estilo arquitectónico. El nuevo edificio de la unidad Médica, la piscina techada, edificios modernos con más aulas, son sólo algunos ejemplos de las nuevas construcciones. ¡Ah! Y a un costado del pequeño estadio ahora se encuentra un monumento a un Toro Salvaje, el cual representa la mascota de Chapingo en las competencias deportivas.

Emoción indescriptible

   Para terminar mi nostálgica visita, fui a las oficinas de mi Facultad a buscar a los maestros, técnicos, secretarias… ya casi no hay nadie que conozca… algunos ya se jubilaron, otros desgraciadamente ya fallecieron. Los pocos profesores que todavía encuentras, lo primero que te viene a la mente es cómo solían regañarte o apreciarte. Cuando les cuentas que has logrado obtener una buena posición profesional, puedes ver el orgullo en sus ojos. Están tan emocionados de escuchar algo sobre ti y tus logros. Se dan cuenta de lo lejos que has llegado y el sentido de madurez desarrollado en ti, gracias en parte a ellos. ¡La emoción que obtienes al volverlos a ver es indescriptible!

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