Por EUDORO ACEVEDO. Ferrandiano.
Es Bartolomé Ferrando un clásico. Un hombre sereno, que transmite poesía, incluso en sus movimientos.
No es nada histérico. Propone, desde casi una calma subyugante. Podría ser un oriental, que transita por los caminos de la PERFORMANCE.
Desgrana a autores con frases o versos contundentes. Acciona en una escalera, pervierte al público. Apabulla. Lo veo actuar en el Patio del Museo, en el Huesca es un Cuento.
Es un valenciano con cátedra, que por la mañana, en el desayuno, habla del parecido de ciertos políticos españoles con Berlusconi.
Disfrute puro.
