Por Andrés Sierra
Tengo una musa al lado de casa que me ha servido en varias ocasiones. Está en un parque, es decir, el parque Bruil.
La musa es un árbol precioso, grande y majestuoso; un latonero. En otros lugares lo llaman litonero. De cualquier forma es un almez (celtis australis).
Fue cerca del árbol donde conocí a los tres mosqueteros, que lo teníamos a menos de cincuenta metros.
Ellos hablaban de sus cosas y yo, simplemente escuchaba; por supuesto, aprendiendo.
Los conocí a raíz de un amigo mío que conocía a los tres, Ricardo, Juan y Eusebio.
En realidad hay un cuarto mosquetero, mi amigo Paco Pérez, que es vecino de portal de Ricardo. Eusebio me recuerda a mi padre, que le pusieron de nombre en el bautizo Estanislao, y como quien dice, a los pocos días le llamaban Valentín. Se enteró de su verdadero nombre cuando tuvo que ir a la mili.
A Eusebio también toda la gente le llaman con otro nombre en lugar del suyo propio (cosas de la vida). Lo curioso es que los tres mosqueteros vivimos –incluyéndome- cerca del latonero. También Paco Pérez (tal vez el cuarto mosquetero).
Para mí muy interesante, y además metiendo al cuarto mosquetero, la distancia de nuestras casas al majestuoso árbol, la distancia es muy similar. Calculo (groso modo) unos trescientos metros, es más, Ricardo y Paco Pérez hasta lo pueden ver desde sus domicilios.
Ricardo es atento, conciso, las veces que nos hemos encontrado por la Magdalena, las conversaciones son largas y al mismo tiempo amenas. En alguna ocasión me recrimina por fumar yo (él tiene medio pulmón) he incluso me llega a decir: “si no lo haces por ti, hazlo por mí”). Habla con todo el mundo y con y con muchos amigos, apreciándole.
Sin embargo Juan, todo lo contrario, apenas habla con nadie, tampoco mueve del barrio –el más cercano de los tres al almez-. Cuando consigo hablar con él, cara a cara, son tres frases cortas, con profundidad eso sí, pero enseguida acaba la conversación, Juan rápidamente se mete en su mundo.
Eusebio es como Ricardo, habla con toda la gente y también se explaya, conversaciones largas, y sabe escuchar como Ricardo, son los que más se parecen en el carácter; de saber estar con la gente. Eusebio es el que más se mueve y tiene muchos amigos, sin faltar a su absoluta devoción para aprender idiomas.
Ricardo nos dejó ya hace varios años. Juan unos cuantos meses.
Ya sólo queda en activo Eusebio, batallando en su día a día, y que dure muchos años en beneficio de todos nosotros.