Magia y memoria de las marionetas

Por Adelina Garsón

     La exposición ‘Magia y memoria de las marionetas. Aragón-España’ reivindica los títeres como un espectáculo de igual magnitud que otras artes escénicas y como representaciones no solo infantiles, sino para público adulto. La exposición puede visitarse en el Centro de Historias de Zaragoza hasta el 14 de Abril.

   En las salas del Centro de Historias se repasan varios aspectos, entre otros,  «500 años de títeres y marionetas en España” “ Títeres y titiriteros en Aragón”, Festivales, Campañas, etc.

   La Magia es consustancial a las figuras inanimadas que representan una escena ante un público. Desde sus antiguos comienzos, en manos de brujos o clérigos en ceremonias religiosas, hasta esa extraña situación teatral que, en un parque o en la sala de un teatro, hace que una materia inerte simule estar viva. Simulacro que el público acepta si el titiritero tiene oficio y arte.

    La Memoria.

    En los anales del Teatro suelen figurar títeres y marionetas como un apéndice menor relacionado con el espectáculo infantil. No ha sido así durante siglos. La Memoria rescata los quinientos años que llevan participando en todos los avances y retrocesos de nuestra cultura. Formando parte intrínseca de ella. En la paz y en la guerra. En monarquías y en repúblicas. Entre la poesía y la música. Y siempre, en el Teatro.

500 años de títeres y marionetas en España

   La edad de oro de los títeres.

    Durante los siglos XVII y XVIII los títeres, sin dejar de actuar con retablos más pequeños –como el descrito por Cervantes–, representaban en los grandes teatros españoles con el nombre de Máquina Real, debido a que las compañías que los gobernaban tenían licencia del Rey. Su espec- tacular y voluminoso aparato ocupaba todo el palco escénico. En él se represen- taban comedias completas con sus entremeses y su final de fiesta, que solía ser un baile o una corrida de toros. Todo ello interpretado con grandes títeres, unos de peana con varilla a los brazos y otros como las actuales marionetas sicilianas con barra a la cabeza.

    La edad de plata de los títeres.

    Durante la Edad de Plata (1905-1936) los mejores escritores (desde Valle a Alberti, desde Benavente a García Lorca), los mejores músicos (desde Falla a Óscar Esplá), los mejores artistas plásticos (desde Picasso o Salvador Bartolozzi hasta Ángel Ferrant, Hermenegildo Lanz o Maruja Mallo) tuvieron relación directa con los títeres. Los títeres fueron una herramienta fun- damental para renovar el teatro europeo y español.

Los títeres en la Guerra Civil.

   El golpe de estado y la Guerra Civil rompieron aquel esplendor. Los escritores y artistas, mayoritariamente inclinados hacia la conservación de la legalidad constitucional, tuvieron que ocuparse de defender a la República conduciendo su labor cultural hacia la agitación y propaganda en retaguardias y frentes. En esas labores tuvo un papel de importancia el guiñol satírico de La Tarumba, fundado por el pintor Miguel Prieto.

Los títeres del Frente de Juventudes.

    El aparato del Nuevo Régimen se sirvió de los títeres para inculcar el ideario falangista entre los niños y jóvenes españoles. Su primera actuación, llevada a cabo por miembros del Sindicato de Magisterio, tuvo lugar el 18 de julio de 1939. Luego se formaron centenares de grupos por todas las provincias españolas dentro de la estructura del Frente de Juventudes.

La renovación durante el periodo 1950-1975.

   Varios maestros de la marioneta comenzaron a buscar nuevos argumentos que escaparan del adoctrinamiento ideológico. Algunos recurrieron a la literatura y a la música culta (el Romancero, Cervantes, Lope de Rueda, García Lorca, Falla, Mozart), otros indagaron en ima- ginarios futuristas o en los cuentos y tradiciones populares. Destacan el inglés Harry V. Tozer en Barcelona y los asentados en Madrid, el profesor de artes plásticas Francisco Peralta y el actor Gonzalo Cañas.

Apoteosis de los títeres al llegar la democracia.

    Nuevas corrientes estéticas y nuevos argumentos se sumaron a los anteriores. En 1978 el pintor Miró decoró los grandes títeres del grupo catalán Claca estrenando en el Liceo de Barcelona Mori el Merma, donde la estrambótica figura de Ubú se confundía con el recién fallecido dictador. En 1981 Pepe Otal, un albaceteño residente en Barcelona, estrenó El Apocalipsis, escatológica e impactante obra que recorrió los escenarios underground de toda Europa.

    Pero salvo contadas excepciones el teatro de títeres español no supo recuperar al público adulto aunque alcanzó un formidable éxito entre el público infantil.

Títeres y titiriteros en Aragón

   Desde finales de los setenta, dos de las compañías más importantes de España tienen su sede en Aragón. Y junto a ellas ha habido otras que, ya desaparecidas o en actual ebullescencia, han hecho de esta tierra tan despoblada un lugar donde los títeres tienen un notable peso cultural.

   Nada sale de la nada. Y sus razones hay para ello. Instituciones y compañías lo han hecho posible, a pesar de encuentros y desencuentros. Destacamos como ejemplos movilizadores cinco puntos:

     1.El Festival Internacional de Títeres y Marionetas de Zaragoza, organizado por el Ayuntamiento de la ciudad entre 1979 y 1994, que sirvió de escuela para que los titiriteros aragoneses vieran el mejor teatro de títeres del mundo.

  1. La Campaña de títeres y marionetas en la Escuela organizada por el Gobierno de Aragón y las tres Dipu- taciones Provinciales, que durante dos cursos llegó a 311 escuelas unitarias aragonesas.
  2. La constitución de la sección aragonesa de unIMA (Unión Internacional de la Marioneta), que promueve entre todos la difusión de nuestro oficio y arte y la for- mación para nuestros profesionales.
  3. Las programaciones que han levantado compañías, instituciones y particulares a lo largo de las últimas décadas.
  4. La visita del argentino Javier Villafañe puede parecer una anécdota pero no lo fue. Enseñó una forma de entender el mundo y otros mundos.

 Recuerdo y actualidad de las compañías aragonesas.

    Unas han desaparecido y otras siguen en pie ofreciendo arte y teatro por toda España y el mundo.   
Gerardo Duat (Tamarite de Litera, Huesca), Los Títeres de Rafa –Rayers San–, (Huesca), Polichinelas de Luis Pardos (Zaragoza), Chirlosmirlos (Alcañiz, Teruel), Equipo Oistros (Zaragoza), Momo (Zaragoza y Barcelona), Trapalanda (Aineto, Huesca), De Trozos Títeres (Zaragoza), LaCompañía (Zaragoza), Taraneya (Binéfar, Huesca), Imago Mundi (Calatayud, Zaragoza), Titeres de la Tía Elena y Teatro de Medianoche.

La colaboración de otros artistas.

  El teatro de títeres se imbrica en la Cultura cuando se sumerge en la colaboración con artistas de otros campos: escritores, directores de escena, músicos, dibujantes, escenógrafos, diseñadores gráficos, fotógrafos, cineastas, cartelistas, sastres… En muchas ocasiones su labor pasa desapercibida para el público. Aparentemente desapercibida porque los resultados artísticos de un estreno evidencian su participación.

   David Vela, Isidro Ferrer, Ignacio Fortún, Alberto Calvo, Ángel Aransay, José Luis Cano, Miguel Cardil, Vicente Villarocha, Vicky de Sus, Victor Gomollón, Fernando Lasheras, Elisa Arguilé, Alberto Gambino, Ángel Vergara, Cuti Vericad, Faustino Cortés, Goyo Maestro, Tereza Polyvka, Víctor Rebullida, Javier Anós, Héctor Grillo, Joaquín Murillo, Mariano Anós, René Fernández Santana, Adolfo Ayuso, Carlos Grassa, Fernando Lalana, Miguel Ángel Ortiz, Jesús Arbués, Ángel de Castro, Emilio Casanova, Jesús Atienza, Julio Foster, Marta Marco, Paula Ortiz…

Compañías de animación o de teatro de actor que suelen emplear títeres en sus espectáculos.

    Ellas demuestran que no existe un compartimento estanco para los títeres en el universo teatral. Las figuras inanimadas invaden el teatro y se dejan invadir por él. El Silbo Vulnerado, Viridiana Teatro, Caleidoscopio Teatro y Teatro Che y Moche.

Nuevas compañías aseguran el futuro.

Aunque algunos de sus componentes ya llevaban años de oficio teatral surgen como compañías en la segunda década de nuestro siglo, garantizando la continuidad del teatro de títeres y marionetas en Aragón. Compañía Javier Aranda, El Mar del Norte, Títeres sin Cabeza y Títeres del Guantazo

Rescatadores y coleccionistas.

   La Memoria estará a merced de interesados propagandistas si no existe quien la preserve y la cultive. Parte del menosprecio que ha sufrido el teatro de figuras en España se debe a la inexistencia de personas e instituciones que hayan guardado códices, facturas, grabados, fotografías, libretos, carteles y programas, marionetas y siluetas, teatrillos o simples recortes de prensa.

   Hemos querido dedicar un pequeño espacio al único museo de títeres que existe en Aragón, el de la Casa de los Títeres de Abizanda y a una pequeña muestra de dos colecciones particulares: la de Francisco Boisset y Stella Ibáñez, especializada en el material de los espectáculos de luces y sombras, y la de Adolfo Ayuso, centrada en la documentación y la iconografía de los títeres.

Titiriteros de Binéfar

    Paco Paricio y Pilar Amorós comienzan a jugar con los títeres en su natal Binéfar, en Monzón y en el Pirineo ilerdense a finales de los setenta. Su juego tenía mucho de conciencia y participación comunitaria. Cuando más adelante forma- lizan su dedicación profesional presentan algunas de las mejores obras que ha dado el teatro aragonés: El bandido Cucaracha, Almogávares, La fábula de la raposa y El hombre cigüeña. Su fórmula artística consistía en hacer teatro para todos los públicos, buceando en el folklore y en la historia de Aragón, con música en vivo, conjugando escenografía, títeres y actores, armonizando tradición e investiga- ción y todo ello sujeto con un proyecto económico sólido e independiente. Una empresa cuya fortaleza se basa en el núcleo familiar pero abierta a la colabora- ción con otros artistas y sobre todo con su público, que siempre ha sido su mejor inversión. Una compañía que vive de la emoción, del viaje y de las canciones. Del reposo y la esmerada función de sus tres grandes casonas en Abizanda: teatro, museo y residencia para formación. De la meditada reflexión que subyace en sus publicaciones. Su trayectoria teatral le hizo merecedora del I Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud.

Teatro Arbolé

    Iñaqui Juárez ha sido la columna vertebral de esta compañía de títeres, una de las más importantes del panorama nacional. Iñaqui reúne en sí lo mejor de los titiriteros tradicionales y, sin dejar de serlo, ha sabido adaptarse a los cambios estéticos y argumentales que los tiempos requerían. Fascinado por las personalidades de viejos maestros soñó con tener un teatro propio (primero en el Parque Grande, luego en una modesta sala en el ACTUR), editar textos de títeres, construir un teatrillo rodante, acoger y mostrar el trabajo de otros titiriteros. Junto a otras personas en sus comienzos a finales de los setenta, luego con Carmen Sallén, con la que fundará Arbolé en 1985, encontrará después a los que van a ser sus socios, Esteban Villarrocha y Pablo Girón, que conforman una bien engranada maquinaria artística y empresarial.

    Será la gestión de Villarrocha la que encauce los sueños de Iñaqui hacia su materialización: una espléndida sala de teatro con 225 localidades que programa teatro todo el año en el Parque del Agua de Zaragoza, una editorial con más de 50 títulos, la creación de una productora teatral que va más allá de los títeres.

   Una sólida labor que ha encontrado eco en los numerosos premios y reconocimientos recibidos a su trayectoria a lo largo de cuatro décadas.

24 de Enero al 14 de Abril 2019.
Centro de Historias
Martes a sábado: 10 a 14 y 17 a 21 h
Domingos y festivos: 10 a 14.30 h Lunes cerrado

Organiza: Sociedad Municipal Zaragoza Cultural
Comisario: Adolfo Ayuso
Coordinación general y producción: Centro de Historias de Zaragoza
Diseño gráfico y expositivo: Fernando Lasheras
Montaje: Brigadas Municipales de Arquitectura
Edición audiovisual: Laboratorio Audiovisual de Zaragoza

Fuente: https://aresaragonescena.com/ares/exposicion-magia-memoria-las-marionetas-aragon-espana-24-enero-al-14-abril-2019/

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