Por Fernando Gracia
El pasado martes 9 se inauguraba en el Bar Entalto –calle Mayor, cerca ya de la Iglesia de la Magdalena- una exposición de fotografías firmada por V&R, anagrama que esconde las figuras de Victor Cortés y Rocío Gracia.
Pocas fotos –once conté- dadas las dimensiones del espacio, claramente modesto pero plausiblemente abierto desde hace tiempo a las obras de muchos de sus amigos y clientes.
El título de la exposición, “Entaltadas”, es un divertido juego de palabras para referirse a las trabajadoras del local, que han posado para las fotos en diferentes posturas, en general desenfadadas, pero nunca cómicas, con un fondo de seriedad que refleja el placer de estar trabajando a gusto en un sitio donde se establece una amigable relación entre sí y con quienes se acercan a consumir su acertada propuesta.
Las fotografías son en blanco y negro con un toque de color, generalmente rojo, y están hechas en el almacén del local. Ese toque destaca bien un abanico, unos pinceles, una manga, un fular o un marco. Los tres colores, blanco, negro y rojo son los que conforman el emblema del bar.
Y solo una modelo repite en las fotos, Chus, que por algo es la dueña.
Fotos hermosas, llenas de vida, que recogen rostros de mujeres de ahora mismo, trabajadoras, animosas, con bastante vivido en sus rostros y ánimo para seguir viviendo en sus miradas.
Mujeres que atienden en ese lugar de tanto éxito en la Magdalena –atención a sus famosas croquetas-, que van por la vida como dice el nombre aragonés que ostentan: entalto (hacia arriba)