Japón: Hiroshima y santuario de Itsukushima en Miyajima

Por Guillermo Di Paolo Casanova

    Nuestra llegada a Hiroshima fue un domingo a mediodía, el día era gris y salvo en la estación donde dejamos el Nozomi (tren bala) el resto de la ciudad parecía vacía, el ajetreo de los tranvías ocupados por pocas personas cuando no ninguna desentonaba con el resto de la ciudad.

    Después de dejar nuestro equipaje en el hotel, por la tarde nos dirigimos hacia el Parque Conmemorativo de La Paz. Impresiona ese silencio roto de vez en cuando por el graznido de los cuervo. En un extremo se halla el edificio de la Oficina de la Industria, de los pocos que quedaron en pié después de la explosión y el único que se conserva como símbolo de la ciudad y como recuerdo del horror vivido el 6 de Agosto de 1945 a las 08:15.

    Dentro del parque que está junto al río Ota se encuentra la Llama de la Paz que no ha dejado de arder desde 1964 y permanecerá encendida hasta que que no sean destruidas todas las armas nucleares que amenazan con aniquilar a la humanidad.

    También nos encontramos con el Cenotafio Conmemorativo de Hiroshima, recuerda los nombres de las víctimas de la bomba. Está compuesto por una estructura de piedra que contiene los nombres de todas las personas que murieron a causa de la bomba, independientemente de su nacionalidad. Los nombres se van añadiendo cuando alguien relacionado con alguno de los muertos lo solicita. Lo que pasa es que no toda la gente que murió tiene su nombre incluido en este cenotafio porque o bien murió sin familia o bien todos los familiares murieron en la explosión, con lo siempre estará incompleto. Por encima, cubriéndolo, hay una estructura de cemento con forma de arco que sirve para dar cobijo a las almas de las víctimas. El cenotafio tiene tallada una inscripción que se traduce: Descansad en paz pues el error jamás se repetirá.

    El Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima es una visita obligada. Lo primero que vemos sonexplicaciones acerca de los antecedentes militares de Japón, cosa que se suele ver poco en Japón, ya que no siempre se reconoce el pasado militarista del país y su propia responsabilidad en todo lo que ocurrió. En el recorrido se van desgranando los motivos por los que se eligió Hiroshima para probar el poder de destrucción del arma, las dificultades que tuvieron los médicos que no entendían porque fallecían las personas con terribles y desconocidos síntomas. Vemos las historias cotidianas de personas que que iban al trabajo, niños a la escuela, etc. Qué consecuencias tanto a nivel económico, como social y psicológico hubo en Japón. El rechazo que tuvieron los supervivientes en el resto de Japón por miedo que les producía algo tan desconocido como la radiactividad en aquella época.

    Cuando abandonas el Museo vuelves la vista hacia la cúpula del Edificio de la Oficina de la Industria piensas en el sinsentido de la guerra y todavía más en las matanzas indiscriminadas de civiles inocentes simplemente porque alguien lo ha decidido así. En Hiroshima murieron 200.000 personas aproximadamente en la explosión y los días siguientes a ella, y otras tantas en los años siguientes a causa de la radiación.

Santuario de Itsukushima en Miyajima

   El santuario de Itsukushima se encuentra en la isla de Miyajima muy cercana a la ciudad de Hiroshima. «La isla donde conviven hombres y dioses» ha sido siempre un lugar sagrado, pues en el año 593 se estableció allí el Santuario de Itsukushima (aunque los edificios datan del siglo XII). Este santuario, dedicado a la diosa guardiana de los mares, tiene la peculiaridad de haber sido construido parcialmente sobre el mar: así, los edificios se disponen sobre pilotes. El torii del templo tiene varias decenas de metros de ancho.

      Los magníficos paisajes de la isla, sus hermosas playas y sus rutas pedestres hacen de este un destino muy popular en verano. Pero el otoño y la primavera también poseen un especial atractivo, ya sea por el color encendido de los arces o por los cerezos en flor. Debido a toda esta belleza, la isla de Miyajima ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La Puerta Ootorii es el símbolo de Miyajima. El torii está construido con madera de alcanforero lacada en bermellón. Tiene casi 17 metros de altura y unos pilares principales de 10 metros de diámetro. Aun cuando parezca firmemente anclado en el suelo, en realidad se sostiene sobre la arena por su propio peso. El torii se encuentra en el mar, a 200 metros del santuario, y es posible acceder a él a pie cuando la marea es baja. Junto al santuario se puede degustar la especialidad culinaria de esta región, las ostras, aderezadas de todas las formas posibles.

 

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