Valles del Asón y del Soba: Un viaje a la Naturaleza


Por D. S.

Hace ya dos años que a mediados de Mayo, suelo quedar con  mi amigo Jesús Saínz en Santander para pasar unos días visitando la extraordinaria tierra cántabra. En esta ocasión optamos por un itinerario de gran hermosura: los valles del Asón y del Soba, desde Colindres hasta Arredondo. Y aquí queda como testigo del viaje, este reportaje fotográfico.

    Iniciamos este itinerario en Colindres, a 46 km. de Santander, pueblo que cuenta con una gran tradición pesquera y del que merece la pena visitar el barrio llamado «Colindres de Arriba», pasando el ayuntamiento, donde nos encontramos con numerosas casonas blasonadas.

    Desde Colindres tomamos la carretera N-629 ( dirección Burgos ) para acceder a Limpias, localidad ubicada en la margen derecha de la ría de su nombre, acerca las aguas del río Asón hasta su desembocadura en la ría de Treto. Tuvo un importante puerto llamado del Ribero, por el que se exportó gran cantidad de fruta a Inglaterra y Flandes desde el siglo XVI.

    Posteriormente, en el siglo XIX se convirtió en puerto emisor del trigo castellano, especialmente hacia América. En la actualidad contrasta la absoluta tranquilidad de sus muelles, sin actividad, con el incesante tráfico que sostuvieron tiempo atrás. En sus inmediaciones se ha ubicado un museo al aire libre con diversos elementos y objetos de navegación, en recuerdo de sus importante historia marítima.

   Limpias posee una destacada arquitectura civil, fruto de un pasado próspero e hidalgo, que se evidencia en diversas casonas y palacios: la de los condes de Limpias, la de Pereda, la casa Palacio, la del Pico…

   Su centro urbano, con sus casas apiñadas, el viejo colegio de San Vicente de Paúl, la maravillosa ermita de Santa Isabel ( confundida entre el paisaje y siempre cubierta de hiedra… ), sus fincas…; todo ello constituye un bello conjunto bien integrado. Sin embargo, el nombre de Limpias aparece siempre unido a la milagrosa imagen del Santo Cristo de la Agonía, que según cuentan llora, suda y sangra. En Limpias es tradicional degustar chocolate con picatostes.

   Muy cerca Ampuero, denominada capital del bajo Asón, posee un importante núcleo desde antiguo ( Emporium ); su actividad económica se centra en la industria y en la explotación agroganadera.

    El Asón, que es un excelente río salmonero, registra con cierta asiduidad en sus aguas la captura del «campanu», el primer salmón de la temporada. Predominan las casas de balcones corridos y galerías acristaladas, aunque también se dan cita algunos ejemplos de referencia indiana del siglo XIX.

   Su parroquia es una interesante iglesia columnaria del siglo XVI. Aquí se celebran cada año, a primeros de septiembre, unos concurridos encierros taurinos conocidos como los pequeños San Fermines.

   A 5 Km. y dentro del municipio de Ampuero, está el Santuario de la Bien Aparecida, patrona de Cantabria. La imagen de la Virgen es una diminuta talla gótica aparecida en 1605 que debe su nombre a un antiguo litigio entre los habitantes de Hoz y los de Ampuero que creían ver en la imagen de la patrona a otra talla que fue sustraída de la segunda localidad. Por ello, los habitantes de Hoz decían que la suya era «la aparecida, y Bien Aparecida».

  El santuario disfruta de una excelente panorámica de todo el valle. El 15 de Septiembre se celebra la fiesta con la multitudinaria ascensión de gente hasta el santuario.

   Volveremos de nuevo hacia Ampuero para retornar a la N-629 con dirección a Rasines, lugar en el que existe una rarísima plaza de toros de forma cuadrada y cuyo patrimonio natural es excepcional; destacando el sistema subterráneo del río Silencio, que con sus 53 Km. de galerías exploradas es el más largo de Cantabria y el segundo de España.

   Encontramos numerosas aldeas rurales bellas y dispersas, ruinas de antiguas ferrerías y molinos y hasta los lienzos de un viejo convento cerca de la localidad de Santa Cruz. También hay interesantes iglesias y hasta una ermitilla románica en Cereceda. Dos buenas casonas escudadas en La Edilla.

   Muy cerca está la capital del alto Asón, la villa de Ramales, apellidada de «la Victoria» por ser el escenario de la victoria de los liberales sobre los carlistas en 1839. Tras la contienda, apareció un baúl lleno de mantones de Manila que ha dado lugar a la tradicional fiesta del mantón, celebrada cada año.

    Cuenta con una arquitectura popular muy bien conservada, con miradores acristalados y algunas casonas de indianos con bellos jardines y verjas, destacando el palacio de Revillagigedo. Su patrimonio más valioso lo constituye el grupo de cuevas localizado en sus alrededores: Covalanas, La Haza, Cullalvera y Sotarriza, que albergan pinturas rupestres.

  Entre Ramales y Riva, capital del municipio de Ruesga, se encuentra Ogarrio, bello núcleo de importantes casonas solariegas como la de Cornejo, los Arredondo o Ruiz de la Escalera y una interesante iglesia parroquial con bella portada.

   Poco más allá está Valle ( con relevantes palacios escudados como el de Zorrilla San Martín, el del Comendador o el de los Valle ). Ya en la capital, Riva, está la casa de los Riva y la torre de los Arredondo. Ruesga también posee un rico patrimonio subterráneo; numerosas cuevas, simas y torcas son recorridas habitualmente por espeleólogos de muy diversas procedencias.

   A 15 Km. de Ramales queda Arredondo, llamada «la capital del mundo» como atestigua una placa de cerámica adosada a una casa a la entrada del pueblo. Es llamada así por la cantidad de indianos que de estas tierras partieron hacia América. Su imponente iglesia neoclásica, construida en 1860 a expensas del indiano Antonio Gutiérrez Solana, está escoltada por la descomunal torre cilíndrica, visible desde cualquier lugar y desde donde su nostálgico promotor, cuentan, pretendía divisar el mar.

   Está rodeado de un paisaje calizo con elevaciones de mediana altitud pero muy significativas: puerto de Alisas, Peñas Rocías… Arredondo aporta de nuevo en esta zona un extraordinario desarrollo subterráneo con sistemas como el de Cueto – Coventosa ( el tercero más largo de Cantabria ). En sus inmediaciones destaca la iglesia de San Juan de Socueva ( siglo X ), coetánea de las ermitas rupestres de Valderredible.

    A partir de aquí tomaremos la carretera que, ascendiendo hacia el collado del Asón, atraviesa la bella localidad de Asón, con casas de dos municipios distintos: Arredondo y Soba. El municipio de Soba delimita un territorio aislado pero de gran belleza paisajística, en la que espesos bosques, con su fauna asociada, y encantadoras aldeas rurales componen uno de los espacios geográficos más interesantes y desconocidos de Cantabria.

   La carretera va recorriendo los diferentes barrios y aldeas de Soba, como Cañedo, Quintana ( con una atractiva torre medieval ), Veguilla, Regules, Rozas ( cuya iglesia alberga uno de los mejores retablos platerescos de la región y el sepulcro en piedra de Pedro Ezquerra, de 1398 ), sirve de enlace a todo el valle y alcanza momentos de gran deleite, como el que se logra al contemplar el nacimiento del río Asón, con la impresionante cascada que forma en sus salto al vacío ( de más de 50 m. ), adornada con prados de un verde brillante.

    Otro rincón de gran belleza lo encontramos en La Gándara, donde un desvío nos lleva al nacimiento del río Gándara, junto a un antiguo molino.

Fuente: http://www.cantabriajoven.com/rutas/

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