Por Manuel Sogas

( Parte del trabajo Crítica de la Cultura y la Sociedad)

El funcionamiento del capitalismo en esencia y de forma resumida consiste en que el capitalista con un dinero inicial D compra (invierte) determinadas mercancías M.

Para el capitalista todo lo que compra, en todo lo que invierte, tiene la consideración de mercancía. Esta mercancía está formada por dos elementos que tienen una naturaleza distinta. Por una parte se encuentra lo que el capitalista considera capital fijo C compuesto por lo invertido en instalaciones, maquinaría, tecnología, materias prima, suministros recibidos del exterior, etc. Y por otra, lo que es considerado como capital variable V, en el que se incluye lo que paga en salarios y los gastos sociales que puedan llevar consigo. Es decir, lo que para el capitalista constituye mercancía M es la suma del capital fijo C y del capital variable V: M = C + V. Se hace esta distinción entre los dos elementos que forman la mercancía M porque a pesar de que ambos son imprescindibles en el proceso de producción P, cada uno de ellos influye de una manera distinta en el mismo.

Esta mercancía M es sometida a un Proceso de producción P que tiene como resultado una nueva mercancía (Producto terminado) que será llevada al mercado para ser vendida y obtener un dinero D´.

Para que este proceso de invertir, producir, vender sea favorables a los intereses del capitalista tiene que cumplir necesariamente la condición de que la cantidad de dinero D´ obtenida en el mercado por la venta de la mercancía M´ sea superior a la cantidad de dinero inicial D invertido, pues en cualquier otro caso el capitalista no lograría hacer crecer su capital y en consecuencia no invertiría. El funcionamiento del capitalismo puede representarse en la expresión siguiente:

D – M…P… M´ – D´  [1]

Realizado el proceso de producción P que aparece en la expresión [1] el capitalista calculará el crecimiento en su capital, lo que puede hacer mediante una sencilla operación aritmética: restar del dinero D´ obtenido en el mercado por la venta de la mercancía M el dinero inicial D invertido. El resultado de esta resta que se le denomina plusvalía PV es la cantidad que representa el crecimiento experimentado por el capital (dinero inicial D invertido):

D´-  D = PV    [2]

La función histórica del capitalismo fue la de desarrollar todas las fuerzas productivas como medio único posible de hacer crecer los capitales, para lo cual por encima de personas y al margen de cualquier otra consideración y sin reparar en medios no dudará en derribar cuantos obstáculos dificulten el logro de sus fines.

El crecimiento del capital se realiza por el incremento de valor que se produce al pasar la mercancía M  (materia prima) por el proceso de producción P [1]  transformarse en una nueva mercancía M´ (producto terminado) que será llevada al mercado para su cambio por el dinero D´, de donde se concluye que el incremento del valor que adquiere la mercancía es obra y consecuencia directa e inmediata del trabajo (capital variables V) que realiza el trabajador con su fuerza de trabajo en dicho proceso de producción, y que además es el único que puede poner en marcha y mantener en funcionamiento todos los medios de trabajo que constituyen el proceso de producción P que se realiza, dado que el capital fijo C por sí solo no puede realizar trabajo alguno, y en consecuencia no puede crear valor (En la especulación financiera que hace crecer los capitales, aunque sea de una manera ficticia, también es imprescindible la realización y la mediación de un determinado trabajo que realiza necesariamente un trabajador. La máquina por sí sola no puede materializar la especulación. Necesita por ejemplo de la energía eléctrica que la haga funcionar y que está siendo producida por otros trabajadores en otros lugares).

Hasta este punto sabemos que el valor lo produce el trabajo en el proceso de producción P y que la medida del valor creado que hace crecer el capital se denomina plusvalía PV, la cual se obtiene como se ha visto mediante la expresión [2].

Pero el capitalista necesita de una mayor información puesto que puede no serle suficiente con saber que su capital ha crecido sino que además tiene que saber cuánto ha crecido, porque bien pudiera ocurrir que aun creciendo el capital este crecimiento no alcance el nivel necesario como para que el capitalista le pueda seguir interesando realizar nuevas inversiones, para lo cual le basta con relacionar la plusvalía PV que ha obtenido con el dinero inicial D invertido para obtenerla según la siguiente expresión:

PV / D = g´   [3]

Con la relación de estas dos magnitudes: la magnitud plusvalía PV con la magnitud dinero inicial D se obtiene la tasa de ganancia g´ que es la que le informa de la proporción en la que el capital ha crecido.

Supongamos que un capitalista inicia su actividad partiendo de la situación que refleja el Cuadro nº. 1, invirtiendo un dinero inicial D por valor de 100, cuyo valor está compuesto por un capital fijo C con un valor de 60 y un capital variable V con un valor de 40 para obtener un dinero D (ventas) de valor 110.

 

Cuadro nº. 1

 

Dinero inicial D

 

 

100

 

Capital fijo C 60

Máquinas, materias prima, etc.

 

 

 

Capital variable V 40

10 asalariados a razón de un valor de  4 cada salario

 

 

 

Ventas previstas (Dinero D´)

 

110

 

Realizado el proceso productivo P y cumplido el contenido del Cuadro anterior el capitalista podrá realizar los siguientes cálculos. En primer lugar calculará la plusvalía PV obtenida aplicando la expresión [2]: D´- D = PV:

110 – 100 = 10 = PV

Se constata así que la plusvalía PV obtenida tiene un valor de 10.

Para calcular la tasa de ganancia g´ aplicará la expresión [3]: PV / D = g´:

10 / 100 = 0,1 = g´

Esta nueva información es de vital importancia tanto para el capitalista a título individual porque le afecta en primera persona en su negocio como a nivel general para todo el sistema. Hasta aquí el capitalista sabe que su capital ha crecido y la proporción en la que lo ha hecho, pero no obstante todavía necesita una mayor información, puesto que a ese incremento de su capital han contribuido tanto el capital fijo C como el capital variables V de los que hasta el momento no se han considerado en los cálculos realizados, por tanto, ha de saber también en qué medida ha intervenido cada uno de ellos en la formación de la plusvalía PV obtenida, cuya información se obtiene a partir de los cálculos ya realizados.

Puesto que se sabe que el dinero inicial D invertido es la suma del capital fijo C  y  del capital variable V,  se tiene que la expresión [3]: PV / D = g´ es idéntica a la expresión:

PV / C + V = g´ [4]

Puesto que D = C + V

Si ahora todos los términos de la expresión [4] se relacionan con el capital variable V tenemos una nueva expresión:

(PV / V) / [(C / V) + (V / V)] = g´   [5]

Se observa que en la expresión anterior todos sus términos son relaciones entre magnitudes, luego sus resultados son tasas, excepto la relación de V / V que es una constante igual a 1.

PV / V = p´ [5.1], que es la tasa de plusvalía, es decir, la incidencia del capital variable V en la formación de la plusvalía PV.

C / V = o´[5.2], que es la tasa de la composición del capital orgánico, que informa de la incidencia de este en la formación de la plusvalía PV.

V / V = 1, es decir, una constante que no varía sea cual sea la cantidad de capital variable V invertido.

Reduciendo la expresión [5] se obtiene su equivalente:

p´/ o´+ 1 = g´  [6]

Trasladadas a sus valores numéricos las expresiones [4], [5] y [6] en el ejemplo expuesto los respectivos resultados son:

PV / C + V = g´ [4]

10 / 60 + 40 = 10 / 100 = 0,1 = g´

(PV / V) / [(C / V) + (V / V)] = g´   [5]

(10 / 40) / [(60 / 40) + (40 / 40)] = 0,1 = g´

10 / 40 = 0,25 = p´

60 / 40 = 1,5 = o´

40 / 40 = 1

p´/ o´+ 1  = g´ [6]

0,25 / 1,5 + 1 = 0,25 / 2,5 = 0,1 = g´

Mediante estas operaciones se obtiene la información esencial básica respecto de la formación de la plusvalía a través de la cual se produce el crecimiento del capital [[i]], cuya teoría descubierta por Marx constituye la base para la demostración de la ineluctable transición del capitalismo al socialismo y de la fuente de la creación del valor, e igualmente informa de los elementos o magnitudes que contribuyen a su formación y la forma como lo hacen.

Como se dijo al principio el objeto del capitalismo es hacer crecer los capitales. Pero no sólo tiene que hacer crecer el capital invertido, sino que este crecimiento además lo tiene que hacer en función de las necesidades de crecimiento que tengan los capitales invertidos en cada momento, las cuales son cada vez más elevadas dado que  el volumen de las inversiones realizadas son cada vez más cuantiosas debido al crecimiento, acumulación y concentración de los capitales realizada a través del tiempo.

Analizando la expresión [6] se puede determinar el momento de la aparición la crisis capitalista, cuyo momento es aquel en el que la tasa de ganancia g´ no alcanza el nivel que requieren los capitales invertidos para seguir creciendo al ritmo que necesitan. En este hecho reside la esencia de la crisis capitalista, ahí se halla el epicentro de la crisis, en la interrupción del nivel y ritmo necesarios para el crecimiento continuo e ilimitado de los capitales invertidos en cada momento. Este descenso de la tasa de ganancia g´ se origina como consecuencia de la dinámica interna del propio funcionamiento del modo de producción capitalista, y no atribuible a aspectos humanos como los fallos cometidos en los mecanismos de control del capitalismo, ni en los actos inmorales y punibles en los que hubieran podido incurrir su administradores y directores ni a la falta de previsiones como se intenta ver con el manto ideológico creado por la propaganda política afín al sistema con la finalidad de evitar que se entre en el cuestionamiento del sistema capitalista como tal. El origen objetivo de la crisis capitalista se gesta y se desarrolla en el interior del propio sistema. El elemento fundamental que desata la crisis es el incremento constante y progresivo en las inversiones de capital fijo C que necesariamente se tienen que realizar para incrementar la productividad, o sea, producir cuanto sea posible en la misma unidad de tiempo al menor coste posible con el fin de reducir el costo unitario de la mercancía M´ producida para obtener por esta vía ventajas sobre los competidores capitalistas respecto del precio con el fin de poder vender más barato que ellos al objeto de incrementar el dinero D´(ventas) o, de vender al mismo precio pero obteniendo un mayor beneficio con lo que se logra el mismo efecto: incrementar el dinero D´, lo que a su vez produce un alza en la plusvalía PV, que a su vez incrementa la tasa de ganancia g´. Pero el resultado final de todo ello de una u otra forma es que al mercado llegan más mercancía M´ para su venta, lo que tiende a que se produzca una bajada de precios, originándose con ello una disminución del dinero D´ que terminará haciendo descender la tasa de ganancia g´ que abocará  a la crisis capitalista.  

Si el capitalismo tuviera por naturaleza un funcionamiento normalizado progresivo y lineal, los capitales invertidos seguirían creciendo igualmente de una manera progresiva y lineal ilimitadamente y jamás aparecería crisis alguna, para lo cual bastaría con repetir en el tiempo e indefinidamente los datos que figuran en el Cuadro Nº.1, pero este supuesto no representa más que una imaginación ficticia de la realidad que no es posible mantener ni siquiera teóricamente por razones tan obvias como que el mercado, por amplio que se pueda imaginar, no tiene una capacidad de compra infinita. Por ejemplo, un límite a la capacidad de compra del mercado vienen dado por los propios recursos naturales que no son ilimitados, por cuya razón no se pueden estar produciendo mercancías M´ en cantidades cada vez mayores, y en consecuencia, tampoco el dinero D´ (por ventas) podría estar creciendo ilimitadamente que sería necesario para que también la plusvalía PV estuviera en constante aumento que sería imprescindible para que el capitalista pudiera disponer de cada vez mayores cantidades de dinero inicial D para realizar el correspondiente proceso productivo P, todo lo cual provocaría la aparición de la crisis capitalista que es lo que la práctica real y toda la historia del capitalismo ponen de manifiesto.

En la práctica los capitalistas mantienen entre sí una lucha sin cuartel que se esconde bajo el manto ideológico del eufemismo de la “competitividad” para lograr condiciones ventajosas de unos respecto de otros, que les pueda permitir vender más mercancía M´ que los demás, lo que intentan llevar a cabo mediante  la realización permanente de nuevas inversiones en capital fijo C, las cuales son cada vez más elevadas. El incremento de las inversiones en capital fijo C  lleva aparejado necesariamente una disminución en las inversiones de capital variable V, bien sea en términos relativos o absolutos.

Si volvemos al ejemplo práctico expuesto en base al Cuadro Nº. 1, se ve en una primera aproximación que el dinero inicial D invertido por valor de 100 creció  un valor de 10 ([2] (D´- D = PV), es decir, que el patrimonio del capitalista en ese momento acabó siendo de 110 que se convierte en el dinero inicial D para  el siguiente proceso de producción P a fin de no interrumpir el proceso de crecimiento, pero para ello no repetirá literalmente la situación representada en el Cuadro Nº.1 por las razones acabadas de exponer respecto de la competencia entre capitalistas, lo que les lleva a tener que  introducir variaciones respecto de la situación presentada en el Cuadro nº. 1. Para ello dispones de numerosas posibilidades de las que aquí únicamente se consideran tres casos a modo de ejemplo que son los que representan los Cuadros nº. 2, nº. 3 y nº.4 respectivamente.

Las variaciones que presenta el Cuadro nº.2 respecto del Cuadro nº. 1 son las siguientes. En primer lugar parte de la inversión de un dinero inicial D más elevada: 110 (en lugar de 100 en el Cuadro nº. 1), que se distribuye de la siguiente manera: mayor capital invertido en capital fijo C, pasando de 60 a 70, en porcentajes pasa del 60 al 63% respectivamente. En términos absolutos la inversión en capital variable V no varían, en ambos Cuadros permanecen con el mismo valor: 40, pero relativamente y en relación al dinero inicial D invertido, al ser mayor la cantidad en el Cuadro nº. 2 el porcentaje que representa dentro del mismo es de del 36,6% frente al 40% que representaba en el Cuadro nº.1´, y todo ello con el propósito de incrementar el dinero D (ventas) en un 5,4%, con la previsión de hacerlas pasar de 110 en el Cuadro nº. 1 a 116.

 

 

 

 

Cuadro nº. 2

 

Dinero inicial D

 

 

110

 

Capital fijo C 70

Máquinas, materias prima, etc.

 

 

 

Capital variable V 40

10 asalariados a razón de un salario por valor de  4 cada salario

 

 

 

Ventas previstas (Dinero D´)

 

116

 

Realizado el proceso de producción P correspondiente al contenido del Cuadro nº.2 y aplicando las fórmulas que ya conocemos se obtienen los siguientes datos:

[2] D´- D = PV; 116 – 110 = 6 = PV

[3] PV / D = g´; 6 / 110 = 0,054 = g´

[5.1] PV / V = p´; 6 / 40 = 0,150 = p´

[5.2] C / V = o´; 70 / 40 = 1,75 = o´

Cuadro nº. 3

 

Dinero inicial D

 

 

110

 

Capital fijo C 90

Máquinas, materias prima, etc.

 

 

 

Capital variable V 20

5 asalariados a razón de un valor de  4 por cada salario

 

 

 

Ventas previstas (Dinero D´)

 

116

 

En el Cuadro nº. 3 no varían los epígrafes del dinero inicial D ni la previsión de ventas respecto de los Cuadros nº. 1 y nº. 2. Las diferencias respecto de los mismos se concretan en que se incrementa la inversión en capital fijo C que pasa al valor 90, lo que representa el 81% sobre el dinero inicial D invertido, mientras que en el Cuadro nº. 1 era del 60% y en el Cuadro nº. 2 el 63,6%, y al mismo tiempo se disminuye deliberadamente las inversiones en capital variable V hasta el 18,2% (en el Cuadro nº. 1 era del 40% y en el Cuadro nº. 2 el 36,3%). Este descenso en las inversiones de capital variable V viene determinado directamente porque de los 10 asalariados que se tenían en los Cuadros nº. 1 y nº. 2 se ha pasado a 5 asalariados. En este caso 5 de los 10 asalariados que tenían trabajo han pasado a ser 5 nuevos parados, con lo que el nivel de paro se eleva, lo que lleva a refutar radicalmente la creencia popular generalizada fomentada y propagada por los intelectuales e ideólogos partidarios del modo de producción capitalista, de que el incremento en las inversiones en capital fijo C crean puestos de trabajo por sí mismas de forma directa e indefectible.

Si en este caso se admitiera la tesis de que a pesar del aumento de la inversión en capital fijo C para no incrementar el número de parados permaneciera trabajando los mismos 10 asalariados que ya se tenían, significaría que de forma inmediata todos ellos pasarían a cobrar la mitad de lo que cobraban, es decir, se habría producido una bajada de salarios generalizada del 50%, dado que el dinero total previsto para pagar salarios (capital variable V) es de un valor 20, por lo que cada asalariado pasaría a cobrar por su trabajo el valor 2 en vez del valor 4 que cobraba antes. No se crearía paro en este caso puesto que permanecen trabajando 10 asalariados, pero en cambio se habría producido un empeoramiento de las condiciones de vida para todos ellos, puesto que todos ellos han pasado a cobrar un salario por valor de 2 cuando antes cobraban 4, que es lo que efectivamente viene a demostrar la práctica, en la que efectivamente, puntualmente se puede mantener las cifras del paro no despidiendo a trabajadores a condición de que cobren menos y trabajen en condiciones más precarias e inseguras.

Lo último que acaba de ser expuesto es lo que motiva que las previsiones del Cuadro nº. 3 no pueda realizarse como veremos a continuación al razonarlo, cosa que se hará inmediatamente después de comprobar el resultado de la realización de las previsiones que aparecen en el Cuadro nº. 3 (en el supuesto de que pudiera realizarse) aplicando las fórmulas que ya conocemos y que sería el siguiente:

[2] D´- D = PV; 116 – 110 = 6 = PV

[3] PV / D = g´; 6 / 110 = 0,054 = g´

[5.1] PV / V = p´; 6 / 20 = 0,300 = p´

[5.2] C / V = o´; 90 / 20 = 4,5 = o´

Las razones anunciadas que explican la imposibilidad material de la realización de las previsiones establecidas en el Cuadro nº. 3 se debe a que bien sea porque 5 de los 10 asalariados pierden sus salarios, con lo que se incrementa el paro, o porque los 10 trabajadores que continúan trabajando pasan a cobrar por su trabajo la mitad del salario que cobraban produce el hecho objetivo de que la cantidad de dinero disponible para el consumo se reduce a la mitad al pasar de 40 a 20, lo que provoca una incidencia negativa y directa en la capacidad de compra del mercado  que se cifra en la misma cantidad en la que se ha reducido el valor de los salarios (capital variable V) que en este caso tiene un valor de 20. Esto se concreta en que la mercancía M´ producida y no vendida implica una disminución por el mismo importe del dinero D´ (ventas), lo que constituye la razón fundamental por la cual no se puede realizar las previsiones que figuran en el Cuadro nº. 3, puesto que la cifra prevista de dinero D´ (ventas) no puede ser alcanzada por las razones expuestas, con lo que en realidad el Cuadro nº. 3 se convierte de hecho en el Cuadro nº. 4, en el que consideramos que el dinero D´ disminuye únicamente en 1 unidad  y no 20 como sería lo lógico según el ejemplo que se sigue, dado que lo único que se pretende ahora es comprobar la incidencia negativa que supone bajar el dinero D´ en una sola unidad.

Cuadro nº. 4

 

Dinero inicial D

 

 

110

 

Capital fijo C 90

Máquinas, materias prima, etc.

 

 

 

Capital variable V 20

5 asalariados a razón de un salario por valor de  4 cada salario

 

 

 

Ventas previstas (Dinero D´)

 

115

 

La realización de los establecido en este último Cuadro, que en realidad son los resultados efectivos del Cuadro nº. 3 son los siguientes:

[2] D´- D = PV; 115 – 110 = 5 = PV

[3] PV / D = g´; 5 / 110 = 0,045 = g´

[5.1] PV / V = p´; 5 / 20 = 0,250 = p´

[5.2] C / V = o´; 90 / 20 = 4,5 = o´

Si llevamos a un nuevo cuadro los resultados obtenidos de las cuatro situaciones representadas en los respectivos Cuadros que se han visto obtenemos el siguiente:

 

 

 

Cuadro nº. 5

CUADROS

PV

Nº. 1

10

0,100

0,250

1,50

Nº. 2

6

0,054

0,150

1,75

Nº. 3

6

0,054

0,300

4,5

Nº. 4

5

0,045

0,250

4,5

 

Se observa en este Cuadro nº. 5 que a medida que crece la composición orgánica del capital o´ decrece la tasa de ganancia g´. Esto es debido como se ha visto al incremento constantes de las inversiones en capital fijo C que el capitalismo de una manera  imperiosa  tiene que realizar ineludiblemente. Tan solo en el Cuadro nº. 3 se observa que la tasa de ganancia g´ permanece inalterable (0,054) respecto del Cuadro nº. 2, pero que como se ha dicho, este caso específico no se puede producir en la práctica.

Siendo la tasa de ganancia g´ la que mide el crecimiento del capital al disminuir permanentemente obligada por el crecimiento constante de las inversiones en capital fijo C, se infiere que a partir de un determinado momento el capitalismo por su propia dinámica de funcionamiento se conduce a sí mismo a una situación en la que imposibilitará el crecimiento de los capitales que es su razón de ser. Llega a esta situación como consecuencia de haber alcanzado su máximo nivel de desarrollo, quedando por tanto bloqueado y sin posibilidad material alguna de continuar funcionando como elemento del desarrollo histórico que le había correspondido hasta ese momento, pasando a convertirse en elemento de regreso social e histórico, por lo que surge la necesidad histórica de ser sustituido por un nuevo modo de producción, el socialismo, a fin de que no se detenga el desarrollo social e histórica.

Con lo expuesto se concluye que el modo de producción capitalista es la consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas y del desarrollo historíco y no producto de la naturaleza dado al individuo de forma espontánea, y como producto histórico extinguible, de igual manera que se extinguieron todos los modos de producción habidos antes del capitalismo  a lo largo de la historia. Tal descubrimiento y singular aportación a las ciencias sociales para el conocimiento de los fenómenos sociales se debe a la teoría marxista desde mediados del siglo XIX. Sin embargo los esfuerzos para ocultar y deformar esta teoría han sido y siguen siendo descomunales en lo que se lleva del siglo XXI, levantando en su lugar constructos ideológicos que no hacen sino ocultar y deformar el origen o la causa de los problemas para encontrar las posibles  formas de su erradicación con la intención de mantener en pie el sistema capitalista de una manera artificial como si fuera natural e insustituible. El avestruz por muy bien y hondo que cubra su cabeza debajo de sus alas para ignorar el peligro que le acecha no logra pro ello evitarlo, sino que en todo caso lo que hace es agravarlo por cerrar voluntariamente toda posibilidad de poder remediarlo.

En una sociedad de clases la ideología predomínate está al servicio de las clases dominantes para poder imponer a toda la sociedad sus particulares puntos de vista afines a sus intereses. Así se entiende los esfuerzos para sustituir el método objetivo de conocimiento que representa el marxismo para sustituirlos por constructos ideológico. Tal ocurre cuando se plantea el origen de la crisis capitalista, su funcionamiento, desarrollo y las consecuencias económicas y sociales que tiene para la inmensa mayoría de la población ocultando o deformando la naturaleza del capitalismo que es el que la origina y desarrolla para evitar su cuestionamiento y presentarla como si fuera la consecuencia de algunas actitudes, defectos o vicios personales de algunos de sus administradores y directores. Sentada y dada por verdadera esta tesis, pronto se llega a la “conclusión” que apartados los individuos “causantes” de la crisis esta queda resuelta prescindiendo de cualquier otra consideración. Como sucedió en mayo de 2009 en los Estados Unidos de América al crearse una comisión  [[ii]] compuesta por seis representantes del partido demócrata y cuatro representantes republicanos para buscar “culpables” de la crisis del modo de producción capitalista de 2008 porque consideraban que “establecer culpas era esencial en la prevención de futuras crisis, según el informe”.

Como soporte y base de su trabajo “la comisión entrevistó a más de 700 testigos y celebró 19 días audiencias públicas en EE.UU.” “La Comisión destacó la toma excesiva de riesgos por los bancos y la negligencia los reguladores financieros”. “La crisis fue el resultado de la acción humana y la inacción, no de la Madre-Naturaleza o modelos fuera de control, dijo el informe.” “Funcionarios, políticos y banqueros son los culpables del colapso económico experimentado en 2008 en Estados Unido, asegura un informe de la Comisión Investigadora de la Crisis Financiera de EE.UU.” “Del mismo modo, el documento sostuvo que el manejo gubernamental de las principales instituciones financieras durante la crisis -liderado por el ex secretario del Tesoro, Henry Paulson- fue inconsistente y «aumentó la incertidumbre y el pánico en el mercado», llegando  a la “conclusión de que la crisis fue causada por una serie de factores, incluyendo fallas en la regulación financiera y la gestión empresarial así como la falta de entendimiento del sistema financiero por parte de los diseñadores de política.”

Previamente “Los cuatro republicanos en la comisión anunciaron varias semanas antes de la publicación del informe de que no estarían de acuerdo con sus conclusiones. Tres de ellos publicaron un informe independiente que insistió en que la culpa debe atribuirse a la Reserva Federal bajo la conducción de Greenspan. El cuarto realizó su propio informe que se centra en el papel del gobierno en la creación de la burbuja inmobiliaria.”

Analizadas las causas de la crisis según el mencionado informe emitido al efecto por la comisión con el fin de encontrar un “culpable”, se debieron fundamentalmente a motivos de tipo personal: negligencias o carencias de las capacidades necesarias para la administración, según los datos que fueron extraídos de las entrevistas realizadas a más de 700 personas. O sea: falló el factor humano, quedando excluidas las fuerzas de la “Madre-Naturaleza” que se abstuvieron de intervenir en la crisis y por ello lógicamente nada tuvieron que ver, al igual que tampoco tuvo que ver con la crisis, según dicho informe, causa alguna que hubiera podido haber sido originada por el propio funcionamientos del modo de producción capitalista. Resultando ser uno de los “culpables” el ex secretario del Tesoro, Henry Paulson, conclusión que evidentemente no aceptaron los republicanos dado que este último era de ese mismo partido y las derrotas políticas no se aceptan de buenas a primeras o porque lo diga un informe elaborado por el adversario político, pero sea como fuere el objetivo estaba cumplido: el sistema capitalista quedaba a salvo de cualquier planteamiento que le pudiera afectar, lo cual no era conveniente ni para republicanos ni para demócratas. En tanto  representantes de las distintas facciones de los capitales dominantes que lo único que se disputan es la consecución de una mayor parte del poder para sí en detrimento del  resto de los oponentes políticos, al margen de los intereses y a costa de empeorar las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población, de la que resultaría fácil suponer que estaría muy interesada no en saber que personaje concreto resulta culpabilizado por la crisis, sino del origen y causas de la misma y el procedimiento para acabar con ella erradicando sus causas para que no se vuelva a reproducir, cosa esta última sencillamente imposible dentro de los parámetros capitalistas porque como se ha visto es su propio mecanismo de funcionamiento el que la origina y desarrolla. Las crisis capitalistas no nacen espontáneamente de la nada. La de 2008 es consecuencia de “las soluciones” tomadas por las clases dominantes para “salir” de la crisis de la década de los setenta del siglo XX, a cuyo propósito surge la nueva forma capitalista del denominado “neoliberalismo” que consiste esencialmente en detraer fondos públicos para apropiárselos mediante diferentes formas y procedimientos con el fin de que la parte de fondos públicos apropiada logre completar el nivel de la tasa de ganancia g´ necesario para que los capitales sigan creciendo al ritmo y volumen que necesitan, dado que la tasa de ganancia g´ que proporcionaba directamente del proceso de producción P que se vino obteniendo durante las dos décadas que siguieron a la finalización de la II Guerra Mundial se hizo insuficiente, y de aquí, del descenso de la tasa de ganancia g, la crisis de la década de los años setenta del siglo XX que pretendió resolver el “neoliberalismo”, pero que como se dice, no hizo sino poner las bases para originar la nueva crisis de 2008, más grave, profunda y extensa que la anterior.

 A juzgar por los resultados (…), lo que se pretende con la privatización no es la eficacia ni la mejora de los servicios para el consumidor, sino que su verdadera finalidad es la trasferencia del erario público — supuestamente destinado a la reparación de las desigualdades sociales — a manos privadas. En Gran Bretaña, al igual que en el resto del mundo, la práctica totalidad de los valores de las empresas privatizadas hoy se halla en manos de sociedades financieras y de grandes empresas inversoras. Los empleados de la British Telecom tan solo adquirieron el 1% de las acciones, los de la British Aerospace un 1.3 %, etc. Antes de los estragos de la Sra. Thatcher, gran parte del sector privado británico era rentable. En 1984 las empresas públicas aportaban más de 7 billones de libras al erario. Hoy todo ese capital va a parar a manos privadas. En la actualidad, el servicio que ofrecen las empresas privatizadas es más bien desastroso (…), se trata de la alienación y la capitulación de décadas de trabajo de miles de personas a una limitada minoría de grandes inversores. Este es el mayor saqueo jamás perpetrado ya sea a la nuestra, o a cualquier otra generación (…). Thatcher y Reagan nos han servido de ejemplo para ilustrar las políticas en el ámbito nacional. En el ámbito internacional los neoliberales han centrado todos sus esfuerzos en tres pilares fundamentales: el libre comercio de bienes y servicios, la libre circulación de capitales, la libre inversión. A lo largo de los últimos veinte años, el Fondo Monetario Internacional ha logrado consolidarse extraordinariamente. Gracias a la crisis de la deuda y a los dispositivos de emergencia, ha pasado de su papel de agente estabilizador de la balanza de pagos a cuasi dictador universal de las así llamadas políticas económicas «compactas», en clara alusión, naturalmente, a las políticas neoliberales. La Organización Mundial del Comercio finalmente ocupaba su lugar en enero de 1995, tras largas y arduas sesiones de negociación de acuerdos, a menudo introducidos en unos parlamentos que apenas sí eran conscientes de lo que ratificaban. Afortunadamente, su último intento de imponer normas neoliberales vinculantes y universales, mediante el Acuerdo Multilateral de Inversión (AMI), se ha visto frustrado, al menos por el momento. Éste hubiera otorgado plena libertad a las empresas, todo tipo de obligaciones a los gobiernos y ningún derecho en absoluto a los ciudadanos. El denominador común de todas estas instituciones es la ausencia de transparencia y responsabilidad democrática. Esa es la esencia del neoliberalismo (…). “Kevin Phillips, analista republicano y antiguo asesor personal de Richard Nixon, que en 1990 publicaba un libro titulado La Política del Rico y el Pobre. Presentaba un gráfico de cómo el ideario y las políticas neoliberales de Reagan habían incidido en la distribución de los ingresos americanos entre 1977 y 1988 (…). A lo largo de la década de los 80, el 10% de las familias norteamericanas del estrato superior vieron como sus ingresos medios se incrementaban en un 16%, y el 5% superior vio los suyos incrementados en un 23%; pero, los más privilegiados, los que constituyen el 1% superior de la franja –tuvieron-  un incremento del 50% en sus ingresos familiares. Sus rentas anuales pasaron de (…) 270.000 dólares (…) a 405.000 dólares. En cuanto a los americanos pobres, el 80% de la franja inferior, perdió en mayor o menor medida; la confirmación a la regla de que cuanto más bajo se está en el estrato, mayor es la pérdida. El 10% de los norteamericanos que se hallaban en la franja inferior llegaban el abismo; según las estimaciones de Phillips, perdían el 15% de sus ya exiguos ingresos: de sus más que insuficientes ingresos medios de 4.113 dólares anuales pasaban a la inhumana cantidad de 3.504 dólares. En 1977, los ingresos medios de las familias que representaban el 1% superior de la escala obtuvieron unos ingresos 65 veces superiores a los de las familias que constituyen el 10% del estrato inferior de la escala. Una década más tarde, ese 1% superior se hacía con unos ingresos 115 veces superiores a los de la franja inferior. América es una de las sociedades en las que mayores desigualdades se dan en el mundo, pero la práctica totalidad de los países han visto como éstas han ido creciendo en los últimos veinte años como consecuencia de las políticas neoliberales. UNCTAD publicaba luctuosas pruebas a este respecto, en 1997, en su Informe sobre Comercio y Desarrollo, basado en unos 2.600 estudios independientes, sobre la disparidad de ingresos, el empobrecimiento y el deterioro de las clases medias; el equipo de la UNCTAC confirmaba dichas tendencias en decenas de tipos de sociedad diferentes, incluida Rusia, China y los demás antiguos países Socialistas. Pero la tendencia hacia una mayor desigualdad no encierra ningún misterio. Las políticas se crean a medida para proporcionar al opulento mayores beneficios que despilfarrar, fundamentalmente, mediante la exención fiscal y el abaratamiento de los salarios.” [[iii]]

Si la crisis capitalista desde el punto de vista de las clases dominantes, que es el que se impones y llega a ser aceptado como verdadero por las amplias mayorías sociales, consiste en un descenso de la tasa de ganancia g´ que no permite hacer crecer los capitales como estos necesitan, es lógico suponer que también para las clases dominantes la crisis quede superada cuando se logra que la tasa de ganancia g´ se eleve y permita a los capitales seguir creciendo nuevamente. Y, efectivamente, por ejemplo, En España por parte del Ministerio de Economía y Competitividad se da por superada las crisis de 2008 en 2014  en base al cierre de 2013 con un 0,2% del crecimiento superior al trimestre anterior (27.02.2014) teniendo en cuenta  parámetros macroeconómicos como el consumos de los hogares; la inversión en bienes de equipo y el empleo en términos de contabilidad nacional. Sin embargo,  estos parámetros se refieren a cuestiones económicas generales que no son válidos ni consideran las condiciones de vida de las personas. El hecho de afirmar la superación de la crisis alude a que los capitales han vuelto a retomar la senda del crecimiento que había sido interrumpido (como en todas las crisis capitalistas) la crisis de 2008. Además del empeoramiento generalizado de las condiciones de vida que se ha venido agravando en el transcurso del tiempo de una forma generalizada y nunca antes conocida para toda la población desde entonces, lo que no cuenta desde el punto de vista capitalista, excepto que ese empeoramiento de las condiciones de vida generalizado amenace con poner en cuestión todo el sistema, otras consecuencias fueron la “caída del PIB global del 5,1% en 2009 comparado con 2008, según el Banco Mundial. Esto se tradujo en quiebras de empresas y rescates a bancos por los Gobiernos con dinero público en los años posteriores. En España, el paro alcanzó el 25% en 2012 y rondaba el 50% para menores de 30 años (…). Es importante tener en cuenta que los principales índices bursátiles estadounidenses no pararon de crecer durante los diez años posteriores a la recesión, así que no te olvides de que en las crisis están las oportunidades para hacerse rico (…), una crisis financiera es el mejor momento para hacerse rico (si sabes cómo). [[iv]]. En esta última afirmación el autor quizás debiera haberla matizado diciendo, que en una crisis financiera si ya se es rico es el mejor momento para hacerse más rico.

Un ejemplo  del dinero público destinado a elevar artificialmente la tasa de ganancia g´ para “salir” de la crisis de 2008 lo representa USA donde se destinaron billones de dólares públicos (de todos los norteamericanos) para mantener en pie a instituciones financieras propiedad de una exigua minoría de particulares, al tiempo que se producían nueve millones de parados y una cantidad similar perdían sus viviendas, sin que el gobierno les prestara mucha atención. Este mismo ejemplo es extensible a todo el mundo capitalista.

Resolver la crisis capitalista desde el punto de vista de las clases dominantes significa hacer que los capitales vuelvan a crece en función de sus particulares intereses, y esto se logra, porque ya no es posible disponer de otros caminos dado el grado de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas que no se pueden desarrollar más dentro del sistema capitalista, mediante el traspaso directo de fondos públicos a los capitales privados dominantes, lo que supone un paulatino incremento del empeoramiento, cada vez más acelerado a partir de 2008, de las condiciones de vida para cada vez más personas y en todos los órdenes, en el material y en el espiritual, como se puede poner de manifiesto mediante el análisis de las políticas de austeridad post-crisis que han venido aplicando y que siguen aplicando e intensificando los distintos gobiernos de las diferentes tendencias políticas originando un gran descontento social que se tradujeron en numerosas y multitudinarias manifestación de protesta, dando lugar a la aparición de movimientos y partidos políticos de tendencia fascistas, algunos de los cuales han llegado a obtener representación parlamentaria significativa en sus respectivos países con tendencia a crecer, influyendo igualmente en el orden internacional aumentando sus desequilibrios e inestabilidad que podría poner en peligro al mundo entero.

Todo sistema funciona con normalidad y en función de lo perseguido cuando la estructura económica se corresponde con la estructura y mientras permanezca esta correspondencia no puede ser sustituido por ningún otro. El feudalismo, por ejemplo, desaparece por su no correspondencia entre ambas estructuras: la nueva estructura económica nacida en su seno exige una nueva estructura política que es la que impone la burguesía como sector social más progresista. En el modo de producción capitalista actual dado su máximo nivel de desarrollo alcanzado no existe ya esa correspondencia entre ambas estructuras. Por una parte, la estructura económica gracias a la división social y técnica del trabajo está objetivamente socializada, en cualquier mercancía M´ que se tome se puede comprobar que en su producción han participado multitud de trabajadores que ni siquiera se conocen entre sí porque pueden incluso vivir continentes distintos, mientras que por otra parte, la estructura política, la que dispone y decide qué producir, cómo, cuánto, dónde y a qué precio, está cada vez más concentrada en menos manos y con más poder. Un ejemplo, uno de los más recientes y significativos: “The Vanguard Group y Black Rock. Estos dos fondos de inversión administran 16 billones de dólares. Si fueran bloques nacionales, serían la tercera potencia mundial, solo por debajo de Estado Unidos y China, de acuerdo con datos del Banco Mundial en 2019” [[v]]. Estos dos fondos de inversión, cuyo dinero no es propiedad privada y particular de las personas que los dirigen, son en cambio los duelos de las vacunas contra el Covid-19 que fabrican Astra Zeneca, Pfizer, Moderna, Janssen (Johnson & Johnson) que está distribuyendo en Europa y Estado Unidos, han pasado a vender sus vacunas a los gobiernos europeos pasando de 2,9 euros a 19,5 por dosis, después de que previamente estos mismos gobiernos financiaran con dineros públicos las investigaciones de esas mismas vacunas (Pascual Serrano). Y así, y solamente así se podría explicar que tan solo cuatro fabricantes de vacunas contra el Covid-19: Moderna, Novavax, BioNTech y Cure Vac con unas pérdidas de 12 mil millones de dólares se hayan garantizado el ingreso de 24 mil millones de dólares en tres años para pasar a ganar 12 mil millones de dólares en 2021 y 2022 [[vi]], y no a la tan cacareada efectividad de la empresa privada frente a la empresa pública, ni a la competitividad, etc., sino como se ha dicho, a la coacción y chantaje político gracias a la posición de poder que han llegado a ocupar. Estos beneficios del capital se producen a costa del empeoramiento generalizado de las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población, al que contribuyen también otros grupos dominantes de capitales de otros sectores de la economía que con los mismos o parecidos procedimientos vacían las arcas de los Estados para lograr los beneficios y crecimientos de sus capitales que de ninguna otra manera podrían conseguir hoy. Todo lo cual constituye la demostración práctica objetiva de los argumentos mencionados anteriormente que justifican la sustitución del capitalismo por el socialismo.

Esta situación al igual que todo el sistema capitalista puede resistir y asimilar la más rigurosa crítica, con la condición eso sí, de que dicha crítica no proceda del campo marxista (materialismo histórico y materialismo dialéctico), el cual en manos de la de los “intelectuales” e ideólogos que sirven las clases dominantes  queda reducido, en palabras de Hans Magnus Enzensbeger, a un “eslogan que suena a latón”. El sistema establecido ha logrado que “el pauperismo material sea sustituido por uno inmaterial cuya manifestación más patente es la desaparición de las facultades políticas del individuo: frente a una masa de indigentes políticos por encima de los cuales puede ser incluso ser decidió el suicidio colectivo, ésta minoría cada vez más reducida de políticos omnipotentes puede hacer que la mayoría acepte y aguante voluntariamente esta situación que constituye el cometido más importante de la manipulación industrial de las conciencias” [[vii]].

También esta situación pude ser explicada puesto que no se debe al azar sino a una acción política bien definida y planificada previamente.

Un aspecto al que no se le ha dado mucha importancia de forma explícita a pesar de haber sido fundamental en la creación del estado de cosas descrito es lo relativo a la cuestión ideológica, de la que se ha llegado a afirmar con solemnidad que las ideologías “han muerto”, cuando  paradójicamente después de más de setenta años, en la segunda década del siglo XXI, es la función dominante que predomina con gran diferencia sobre lo económico y lo político.

“Un hecho poco conocido es que la CIA (agencia de espionaje estadounidense) recibió el 5% del total de los fondos asignados a través de esta política, utilizando el dinero para establecer empresas “de fachada” en varios países europeos con el fin de ayudar aún más a neutralizar la amenaza soviética, crear sindicatos flexibles y poner en la lista negra a los presuntos “agitadores comunistas”[[viii]]. Esta afirmación resulta corroborada por los documentos desclasificados por la propia CIA que se adjunta como Anexo 1, en el que puede leerse: “La CIA consideró la nueva hornada de intelectuales “posmarxistas” como la más rentable para su batalla ideológica contra el socialismo (…) , una vez más ha sido la aportación de documentos desclasificados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la que ha  vuelto a poner en tela de juicio la integridad y responsabilidad de un número de intelectuales, que se auto ubicaban en la izquierda francesa de las décadas de los 50, 60 y 70 del pasado siglo. (…) En el documento en cuestión se describe con todo lujo de detalles cómo debe proceder la Inteligencia estadounidense para la captación de intelectuales de «izquierdas» (…). En el documento en cuestión indica, además, cuáles deben ser las tácticas y estrategias para generar un ambiente intelectual antimarxista a partir de influenciar a los intelectuales posmarxistas y a los críticos del Partido Comunista francés (…). La cuestión es que la CIA consideraba a la nueva hornada de intelectuales «posmarxistas» como más rentables para sus propósitos en su batalla ideológica contra el socialismo, (…). La propia Stonor Saunders indicaba que la CIA tenía más preferencia por los «marxistas» reconvertidos que por aquellos intelectuales caracterizados por su conservadurismo ideológico o por sus posiciones políticas derechistas. Y otro dato interesante. La promoción pública de este tipo de intelectuales contó siempre con abundantes recursos económicos, compromisos editoriales, medios de comunicación y dignidades académicas, casi todos ellos cocinados en los laboratorios de la CIA (…). Pero, transcurridas décadas después de aquellos pasajes bochornosos de la historia de la intelectualidad «progresista» europea, ¿alguien se atrevería a asegurar que aquello solo fue un trágico recuerdo del pasado.”

En los casos concretos de España y Portugal respecto de la injerencia en política interna al margen de la opinión pública por parte de la CIA  se exponen a continuación algunos datos extraídos del libro, ‘La CIA en España’, que vienen a confirmar los hechos acabados de mencionar, y que son los siguientes:

“Sólo seis meses después de la Revolución de los Claveles (en Portugal), el 14 de octubre de 1974, se celebra en la ciudad de Suresnes, cercana a París, el XIII Congreso del PSOE, que va a llevar a un tal “Isidor”… La situación que se está creando en la península Ibérica resulta muy preocupante para los norteamericanos, se les ha ido de las manos el asunto portugués y van a impedir, a toda costa, que la historia se repita en España (…) González y otros miembros de la nueva dirección del partido han conseguido llegar a Francia gracias al apoyo prestado por el propio Servicio Central de Presidencia de Gobierno. Los oficiales del organismo de inteligencia creado por el almirante Carrero Blanco son los encargados de proporcionarles los pasaportes (…) Cuando Felipe González volvió de Francia, después de haber sido elegido, un comisario de Sevilla le detuvo, creyendo que había dado un pelotazo. Se llevó una bronca tremenda y tuvo que soltarle enseguida, claro” (…). “Entre 1964 y 1975 estuve precisamente en la información del mundo universitario, muy estrechamente relacionado con la política entonces clandestina. Y lo que viví fue que, a partir de cierto momento, la dictadura propició el resurgir del PSOE, para ahogar al PCE”, declara el comisario Manuel Ballesteros a la periodista Pilar Urbano (…) “A los socialistas no se les detenía, a los comunistas, sí. Estando yo en la Brigada Social, esa era una indicación de los mandos. Más aún: la policía no sólo miraba para otro lado, haciendo la vista gorda, sino que a veces ayudaba a pasar la valija con la propaganda y los documentos internos del partido que los de Rodolfo Llopis (el PSOE del exterior) enviaban de allá para acá” (…) Meses antes de la celebración del Congreso de Suresnes —que se financia con fondos provenientes del Partido Socialdemócrata de Willy Brandt— (…).  “En el SECED nos propusimos empezar a reunimos con ellos —recuerda el entonces comandante Paredes—, para ver hasta dónde llegaba su izquierdismo, su ímpetu revolucionario, su afán izquierdista… y tratar de acercarlos hacia posiciones más templadas, menos radicales, más en la línea de la moderación pragmática que les recomendaba Willy Brandt” (…). “Después de cada encuentro redactábamos un informe para el Servicio”, continúa Paredes su relato (…). En mi informe oficial no mencioné esa bobada del habano ni lo que me sugirió. Pero en mi agenda privada de notas sí que escribí: “Felipe González, el sevillano, parece apasionado pero es frío. Hay en él algo falso, engañador. No me ha parecido un hombre de ideales, sino de ambiciones” (…). Los delegados que asisten al Congreso de Suresnes representan, oficialmente, a tres mil militantes del interior, pero, en realidad, esa cifra hay que rebajarla a menos de la mitad (…). Mario Soares, tenía contacto con la CIA desde los años sesenta. “Exiliado, en 1973 recibiría ayuda para fundar bajo el patrocinio del Gobierno de Bonn un “partido socialista portugués”, escribe Joan Garcés en su excelente libro Soberanos e intervenidos (…)  La escasa incidencia del PSOE en la realidad política española de los primeros años setenta la reconoce el propio Francisco Bustelo, uno de los militantes elegidos como miembros de la Comisión Ejecutiva del partido en Suresnes. Sin embargo, todo cambia a partir de ese congreso (…). “Una campaña subsiguiente introduciría ante la opinión pública nombres hasta entonces desconocidos que, a poco andar (1975-1976), aislaron y marginaron a los militares de la Unión Militar Democrática y, en general, a quienes eran reacios a que en España entraran en la CEE y la OTAN sin condiciones” (…). Los servicios secretos norteamericanos y la socialdemocracia alemana se turnan celosamente en la dirección de la Transición española, con dos objetivos: impedir una revolución tras la muerte de Franco y aniquilar a la izquierda comunista. Este fino trabajo de construir un partido “de izquierda”, para impedir precisamente que la izquierda se haga con el poder en España, es obra de la CIA, en colaboración con la Internacional Socialista (…). En 1962 el PSOE y la UGT sólo cuentan con unos centenares de militantes en toda España (…).  Algunos socialistas no esperan a que la CIA llame a su puerta y son ellos mismos los que ofrecen espontáneamente sus servicios a los norteamericanos. Es el caso de Carlos Zayas Mariátegui, desde la ASU (Agrupación Socialista Universitaria), quien, según documenta Joan Garcés, “aparece informando asiduamente a la Embajada sobre personas de sensibilidad socialista susceptibles de sumarse a combatir al Partido Comunista si recibieran los apoyos materiales que buscaban. Zayas señalaba, entre otros, a Joan Raventós Carner en Barcelona, a José Federico de Carvajal y a Mariano Rubio, al tiempo que desvelaba como principal agente del Partido Comunista en Madrid a Federico Sánchez” (…). Federico Sánchez (alias de Jorge Semprún), convertido al anticomunismo, será ministro de Cultura con Felipe González entre 1988 y 1991(…). Una de las claves de las operaciones secretas de la CIA para controlar los medios socialistas españoles en el exilio es la introducción en estos círculos de un antiguo dirigente del POUM, Julián Gorkin. A principios de los sesenta, Gorkin es uno de los personajes que impulsa el llamado “Congreso por la Libertad Cultura”. y aparece al frente de distintas publicaciones financiadas por la CIA, como las revistas Cuadernos, editada en París; Examen, en México, y Encounter, en Gran Bretaña, dentro de un amplio esquema propagandístico de matiz netamente anticomunista diseñado desde Langley… Según Francés Stonor Saunders, el principal impulsor del congreso es el agente de la CIA Michael Josselson (…). En varios artículos del Boletín Informativo de Gorkin ya pueden verse los argumentos esenciales que serán utilizados por Felipe González y Alfonso Guerra en Suresnes (…). Estas objeciones, según la información que doy al Caudillo, las expone la CIA con toda tranquilidad, a la luz del día, financiando las huelgas de Asturias o los tumultos de Madrid y Barcelona. La CIA cree que con esas actividades cumple el deber de prever el futuro, pues, de lo contrario, al régimen débil sucedería el caos y a éste, el comunismo (…). La fase final del asalto al viejo y poco implantado Partido Socialista Obrero Español tiene lugar a partir de 1970, en una batalla en la que se combinan nombres como el de Willy Brandt, en ese momento secretario general del SPD; Max Diamant, asesor del Sindicato del Metal alemán; Enrique Múgica, y Hans Mattholfer, destacado sindicalista alemán que edita la revista Express Español en Alemania (…). El ex agente de la CIA Philip Agee declara a la revista Zona Cero, en marzo de 1987: “Dentro del “Programa Democracia”, elaborado por la Agencia, se cuida con especial atención a las fundaciones de los partidos políticos alemanes, principalmente a la Friedrich Ebert Stiftung, del Partido Socialdemócrata, y la Konrad Adenauer Stiftung, de los democristianos. Estas fundaciones habían sido establecidas por los partidos alemanes en los años cincuenta y se utilizaron para canalizar el dinero de la CIA hacia esas organizaciones, como parte de las operaciones de “construcción de la democracia”, tras la Segunda Guerra Mundial. Después, en los sesenta, las fundaciones alemanas empezaron a apoyar a los partidos hermanos y a otras organizaciones en el exterior y crearon nuevos canales para el dinero de la CIA. Hacia 1980, las fundaciones alemanas tienen programas en funcionamiento en unos sesenta países y están gastando cerca de 150 millones de dólares. Operan en un secreto casi total.” “Las operaciones de la Friedrich Ebert Stiftung (Fundación), del SPD, fascinan a los norteamericanos, especialmente sus programas de formación y las subvenciones que hicieron llegar a los socialdemócratas de Grecia, España y Portugal… “En Portugal, por ejemplo, cuando el régimen de Salazar, que había durado cincuenta años, fue derrocado en 1974, el Partido Socialista completo apenas habría bastado para una partida de poker y se localizaba en París, sin seguidores en Portugal. Pero con más de 10 millones de dólares de la Ebert Stiftung, y algunas otras remesas de la CIA, el Partido Socialista Portugués creció rápidamente y en poco tiempo se convirtió en el partido gobernante”(…). “Resultaba a menudo muy obvio que la única oposición real a las dictaduras la representaban los comunistas y otros revolucionarios, las únicas fuerzas políticas organizadas, capaces y dispuestas a tomar el poder en un eventual colapso de las dictadura” (…). El presidente Ronald Reagan es uno de los más entusiastas defensores del “Programa Democraci”.. En junio de 1982, ante el Parlamento británico, describe sus objetivos: “Este nuevo programa construirá una infraestructura de libertad y democracia que dejará al marxismo-leninismo en el estercolero de la Historia” (…). ¿Cómo se utiliza el dinero de la CIA en estos programas? Cada uno de los principales destinatarios ha descrito previamente sus necesidades y tiene que actuar de acuerdo con las líneas centrales diseñadas en el programa correspondiente, que se resume en una consigna: “Contribuir al desarrollo de acciones políticas en el extranjero para enfrentar el ”desafío ideológico global soviético”… Otro propósito establecido es el de promover la “disidencia” en los países socialistas, siguiendo el ejemplo del apoyo de la CIA a Solidaridad, en Polonia (…). El 17 de mayo de 1979, durante la celebración del XXVIII Congreso del PSOE, Felipe González impone que desaparezca el término “marxismo” de los estatutos del partido. Los militares norteamericanos que tanto preguntaban por este asunto a los oficiales españoles, durante los cursos de formación realizados en Estados Unidos, ya pueden quedarse completamente tranquilos. Justo de la Cueva, miembro de la comisión mixta de reunificación del PSOE madrileño (proviene del sector histórico), desalentado, deja la militancia en ese momento y declara: “El PSOE va donde diga la CIA a través de Willy Brandt. Hasta en el propio Bundestag alemán se acaba de denunciar que la Fundación Friedrich Ebert del SPD recibe dinero directamente de la CIA”. Los jóvenes que dieron el golpe de Estado dentro del PSOE en Suresnes, comandados por González, van cumpliendo al pie de la letra el guión que les han preparado. El poder está cada vez más cerca (…). El papel que el PSOE tiene que interpretar en la Transición está escrito desde bastante antes de la muerte de Franco, pero se termina de pulir en 1974 (…). “Cuando se produce la hegemonía del Partido Comunista Portugués en el proceso político que se vive en el país vecino, el secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, se alarma aún más y viaja a Alemania para entrevistarse primero con el canciller Helmut Schmidt, y después con Willy Brandt, que continúa teniendo una enorme influencia en la Internacional Socialista. Les insiste en que apoyen decididamente al PSOE”, señala García Trevijano.

Por eso Felipe González no entra en la Junta, porque se siente respaldado por una potencia superior, por los alemanes y los norteamericanos. Una vez que está seguro de ese apoyo, se traslada a Madrid, donde tiene una entrevista con el Rey y con altos mandos del Ejército, y ahí establecen la estrategia de que hay que ir gradualmente hacia las libertades en España para evitar una radicalización de la situación. Felipe González es el más interesado en mantener a los comunistas en la ilegalidad (…)  Ahí fue cuando cedimos y constituimos la Platajunta, a sabiendas de que se estaba haciendo para que entrara en ella el PSOE, que sería el traidor (…). Y me di cuenta de que Santiago Carrillo, que era muy listo para olfatear por dónde venían los aires políticos, quería seguir completamente la política del PSOE (…). La realidad demuestra que hoy en España gobierna un partido socialdemócrata, europeo, occidentalista, pro norteamericano y decididamente atlantista. En un año de gobierno, los hombres del PSOE han cumplido un papel realmente singular: la casi destrucción de la izquierda tradicional española, en buena parte marxista y revolucionaria, que seguía una tradición muy distinta a los nuevos derroteros que han tomado los jóvenes dirigentes socialistas… Y han conseguido sustituir lo que siempre se ha considerado como izquierda por una socialdemocracia, que es un amplio fenómeno donde cabe la libre empresa, la propiedad privada, los europeos, los norteamericanos y la OTAN (…). La ruptura con el marxismo de 1979 es un guiño a Washington y Bruselas para que le permitan, de momento, mantener el rechazo a la OTAN como algo aún necesario para ganar las elecciones (…).  Durante la dictadura franquista, el Gobierno de Estados Unidos presiona para que España se incorpore a la OTAN, pero tropieza con la oposición de los socios europeos, como consecuencia de la naturaleza autocrática del régimen (…). En un determinado momento de la reunión, González les dijo: “He cambiado de opinión porque, cuando llegué a la Moncloa, Suárez me enseñó la “caja de los truenos” y había muchos misiles soviéticos apuntando a España”. Manuel Gutiérrez Aragón le llamó cínico (…). Después de ser uno de los dirigentes del PSOE que participa en mayor número de actos públicos en contra de la integración de España en la OTAN Javier Solana se convierte en 1995 en secretario general de la Alianza. Un buen ejemplo individual que sintetiza la trayectoria de su partido” [[ix]].

Quizá sea momento en el que la denominada comunidad científica tenga que revisar el concepto de ética para que social, moral y legalmente pudieran ser perseguidos aquellos que a sabiendas colaboren en el asesoramiento de las políticas que atenten contra la dignidad y la seguridad de las personas.

*

Manuel Sogas Cotano / Mao/ Mayo 2021.

[[i]]  Historia de la Filosofía, tomo II. Traducción del ruso por Arnaldo Azzati. Progreso, Moscú, 1978, pág. 11.

 

[[ii]] Redacción. BBC Mundo. La crisis financiera de 2008 en Estados Unidos «habría podido evitarse». 27 enero 2011.

[[iii]] Susan George. Breve historia del neoliberalismo. Traductores: J. Alkortarevisado por Eneko Sanz. Ponencia presentada en la Conferencia sobre soberanía económica en un mundo en proceso de globalización, Bangkok, 24-26 de marzo de 1999. Transnational Institute (tni.org)

 

[[iv]] Adrián Espallargas    Crisis de 2008: qué ocurrió y cómo se resolvió ese ‘crack’ financiero. GQ España (revistagq.com), 29.04.2020

 

[[v]]  Pascual Serrano.  Quiénes son los dueños de las vacunas privadas y cómo se están enriqueciendo 30/04/2021. https://rebelion.org/

[[vi]] ALFONSO SIMÓN RUIZ / LAURA SALCES ACEBES. Los fabricantes de vacunas de Covid: un negocio de miles de millones. https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/11/26/

[[vii]] Hans Magnus Enzensbeger. Las Máscaras de la razón. Edit. Círculo de Lectores, 1996. Pág. 65.

[[viii]]https://werkenrojo.cl/. Un nuevo orden mundial: la reconstrucción global después de la Segunda Guerra Mundial., 20 mayo, 2020. 

[[ix]] Alfredo Grimaldos. Transición 1974-1982: la CIA toma el control del PSOE.