Por Marisa Lanca
Capricho estival
Enmimismada
bajo una sombra apacible
contemplo más allá de tus neuronas
[puente de plata]
la frágil experiencia de soñar
que el delito se extingue
entre palabras.
Celebro tu suerte
degustando un sorbo de espuma
que brota como salado y libre
enemigo,
como rareza anónima
de tus mareas.
Y encuentro alivio.