El mundo de las Asociaciones

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Por Cristina Beltrán
   
    RECOMIENDO PARA LA FORMACIÓN BÁSICA E INTEGRAL DE LAS PERSONAS QUE ALGÚN AÑO  DE SU VIDA SE DEDIQUEN A MONTAR UNA ASOCIACIÓN, SE APRENDE MUCHO Y DE TODO.

    Las personas nos relacionamos en sociedad, y en esta nacen las asociaciones como champiñones  (mejor así porque hubo tiempos en España en el que el derecho de reunión y asociación estaba vetado).  

   Asociaciones hay de muchos tipos y son muestra de nuestra  sociedad, según intereses creamos asociaciones deportivas, culturales, consumidores, salud,reivindicativas,etc… en ellas estamos unidas para conseguir unos fines y objetivos que de otra manera, no podríamos ni soñar.

   Las asociaciones son el “Tercer Sector”, es decir, una parte muy importante que mueve dinero y personas en torno a causas y  fines que de otra forma no podrían conseguirse y que, ni las Instituciones, ni la administración podrían defender.

   Se elaboran unos estatutos básicos, de acuerdo a las Leyes  de cada Comunidad Autónoma, bajo el amparo de la Ley de Asociaciones Nacional. “Impregnándolas  con la ideología, filosofía y moral que cada asociación desea para sí misma” esto es fundamental, es lo que define y diferencia a unas de otras.  Se hacen trámites para conseguir registrar a la asociación en los departamentos y registros correspondientes, (esto lleva mucho tiempo de ir y venir por Ayuntamientos, Juntas de Distrito, Diputaciones, Comarcas, Gobiernos autonómicos, Ministerios…) la mayoría son “ SIN ÁNIMO DE LUCRO” pero claro, hay que meter tiempo, que es equivalente a dinero, y por lo tanto es necesario contar con personas que realicen ciertas tareas remuneradas para conseguir los objetivos de las asociaciones, que con el  trabajo voluntario o altruista de sus socias no sería posible.

   Hay encuentros, foros de debate,charlas, jornadas, congresos; para debatir y ponernos al día sobre el trabajo, el reconocimiento, la investigación, las buenas prácticas que en cada asociación trabajan en su día a día.

   En fin, que montar el chiringuito cuesta mucho, y mas a menudo de lo que parece, llegan  “las espabiladas de turno que se encuentran con el tinglao montao, a la medida de su puesto de trabajo, para asegurarse el coscurro, y la filosofía mentada que hace distinguirse a unas asociaciones de otras ¡se la meten por el culo!” esta cuestión no es baladí. He comprobado últimamente hablando con personas del mundo de las asociaciones que es más común de lo que parece, se dan muchos casos.

     Después de trabajar para una causa justa desde el altruismo y la ideología durante años, haciendo un hueco de prestigio y honestidad para la asociación y el colectivo que la compone, llegan personas con ánimo de tener un puesto de trabajo fijo a costa de esos ideales y le dan la vuelta a la Junta Directiva y a quien haga falta para obtener, al menos, el beneficio de su sueldo, sin importar a quien machacan o a quien se llevan por delante, el cómo y el porqué.

     Deberíamos de hacer una pulcra reflexión, sobre los “intereses creados” errores seguro que se comenten, pero es una traición barrio bajera utilizar malas artimañas para cargarse a las personas que han creado una asociación “ sin ánimo de lucro”  para conservar puestos de trabajo.

    Cuando una asociación echa mano de los estatutos para supervisar legalidades algo va mal. Pero mirarlos  para ver como te puedes cargar a compañeras debería de estar sancionado severamente, mejor aún prohibido, sobre todo si se miran sesgadamente, como les da la gana, para unas cosas sirven y para otras no, según quien demande su cumplimiento se la escucha y si no interesa ¡que le den! la Ley de Asociaciones no es clara porque deja libertad para confeccionar reglamentos internos en cada entidad, y cuando se elaboran los estatutos se hace con poca experiencia y pensando que nunca va a ocurrir nada extraño, vamos, para salir del paso y cubrir el expediente, con la ilusión del momento en el que ese está gestando un maravilloso proyecto.

    Pero los tiempos van cambiando y hay personas que aplican malas artes en su propio beneficio.  Son sibilinas y zorrillas que verán como sus propias acciones se les  volverán en contra como un huevo frito sobre la sartén de aceite hirviendo, pero mientras tanto destrozan los fundamentos de las entidades de cuya labor se han servido. Las gentes arribistas que utilizan las asociaciones así, deberían de tener responsabilidades penales, pero claro como en todo, es muy difícil saber si lo que en principio prometía, se vuelve con el tiempo en contra, prohibido debería de estar trabajar más de una persona de las Juntas Directivas en cargos remunerados de la propia asociación, sean de la responsabilidad que sean.

     Ver desde la distancia las barbaridades que se cometen en algunas asociaciones da mucha pena ¡Y pensar que con engaños e inexperiencia asumen trabajos que, al menos éticamente son bastante reprochables! Anima a la esperanza saber que todas hemos sido engañadas alguna vez, pero no nos engañemos es un consuelo de tontas.

    ¡LO MEJOR ES TENER CUIDADO DE NO METER A LAS LOBAS EN EL CORRAL DE LAS CORDERAS!

   El mundo de las asociaciones es bonito, si hay personas que solo miran la pela y sus oscuros intereses, se cargan la filosofía, pero son las menos. Empresas remuneradas hay a patadas, mejor harían en montarse una y no utilizar la cobertura del manto de asociaciones. El mundo de las asociaciones da para muchos artículos, ya seguiremos en otra ocasión, pasen buen mes.

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