Por José Antonio Conejo
El Festival Pirineos Sur se propone este año reinventarse a sí mismo con un cartel más abierto que nunca, que congrega hasta a 40 artistas y bandasllegadas desde diferentes países de África, América y Europa para hacer de cada fin de semana una experiencia diferente.
Lo más cercano al pop-rock con raíces estará encabezado por The Waterboys, el ecuador se reserva a la influencia que han tenido en España los sonidos latinoamericanos con Jorge Drexler y Andrés Calamaro y el último fin de semana lo que se escuchará será la música balcánica de Emir Kusturika, el reggae del legendario Lee «Scratch» Perry y la fusión de varios proyectos entre los que figuran nombres como Silvia Pérez Cruz.
Este año, el programa que se ha presentado hoy en la Diputación Provincial de Huesca llega con novedades no solo en el cartel musical y en las infraestructuras y servicios, también en los emplazamientos que reforzarán el concepto de territorio haciendo partícipes del festival a poblaciones vecinas del valle de Tena, el Serrablo o la Tierra de Biescas para volver a transformar varias localizaciones naturales del Pirineo altoaragonés en uno de los mejores escenarios al servicio de la diversidad y variedad cultural.
A los inicios se ha referido la responsable de Cultura de la DPH, Berta Fernández, «cuando el primer reto fue elegir una sede tan alejada de los centros urbanos con los que normalmente se asocia a los grandes eventos culturales y ahora casi tres décadas después podemos decir que es el puntal de la cultura aragonesa», ha señalado refiriéndose no solo a las propuestas artísticas, también al hecho de haberse convertido en un referente musical y al impacto económico que genera en el territorio.
Junto a Berta Fernández ha estado la directora ejecutiva del Festival, Begoña Puértolas, tanto una como otra han hablado de «adaptarse a los gustos culturales del público» y de las «complicidades» que se han dado en los últimos años con empresas y el sector cultural en general y han citado especialmente a Cervezas Ámbar y muchos otras entidades colaboradoras de la provincia que hoy han querido estar en la puesta de largo de la XXVIII edición.
Este año se da un paso más y al proyecto de la Diputación Provincial de Huesca se suma la promotora Big Star y Pam Hosteleros, que a van a estar al frente de todo lo que tenga lugar en Lanuza donde un ilusionado Sergio Vinadé apuesta por «renovar la experiencia y que cada vez más público se sienta identificado con el cartel, abrirnos a otros sectores que no se habían visto en Pirineos Sur sin perder la esencia del veterano de los festivales de las músicas del mundo». Así el portavoz de la UTE creada también adelanta que «quienes acudan este año al escenario flotante se encontrarán con un nuevo espacio donde se celebrarán conciertos de artistas y bandas aragonesas».
Siete renovadas veladas musicales a orillas de Lanuza
El auditorio de Lanuza que este año abrirá sus puertas los días 12, 13, 19, 20, 25, 26 y 27 de julio, los primeros en subirse al escenario serán The Waterboys y Echo and The Bunnymen, dos nombres clave en la música de los 80 y que actuarán por primera vez en el festival. El fin de semana siguiente no desaparecerán las guitarras, pero los aires serán mucho más latinos con la presencia de dos figuras destacadas sin las que no se entendería la música del otro lado del charco y cuyas carreras también han conseguido éxito en España: Andrés Calamaro y Jorge Drexler, con nuevo trabajo bajo el brazo.
La recta final será intensa, con tres días que mostrarán la faceta más reconocible del Festival, la de las músicas de raíz. El jueves 25 serán Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra los encargados de montar una buena fiesta en el anfiteatro con sus ritmos balcánicos en su único concierto en España. El viernes será el día de la música jamaicana por excelencia con el reggae de Lee «Scratch» Perry que debutará en Pirineos Sur, con su única fecha en el país. El broche de esta edición lo pondrán dos conciertos que unirán talentos muy distintos entre sí: Toquinho con Silvia Pérez Cruz y, por otro lado, Martirio con Chano Domínguez, representaciones muy claras de la fusión de la música española con la de otras procedencias de países como Brasil o Cuba «y que se van a presentar en Pirineos Sur, siendo el único sitio donde se vean juntas». Es lo que ha resaltado Sergio Vinadé, quien desde Big Star Music se ha encargado de programar lo que sonará en el auditorio a orillas el embalse.
Territorio y paisaje muy presentes durante el día
A las propuestas de Lanuza, se suman los 10 días del llamado Pirineos Sur Territorio que, tal como ha explicado Begoña Puértolas, que también presenta otras novedades. Se trata de experiencias en la naturaleza que van a aprovechar los paisajes de la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala para proponer a los visitantes una inusual combinación de paseo por lugares del entorno con el aliciente añadido de poder disfrutar de un concierto matinal durante los fines de semana en la pradera de la ermita de Santa Elena o en las estaciones de Panticosa y Formigal.
El escenario de los Mercados del Mundo comenzará a funcionar la segunda semana del festival para conjugar propuestas de artistas no tan conocidos con figuras con una larga trayectoria detrás como puede ser la de Javier Ruibal y también establecer un equilibrio local-global con proyectos como Nanjazz, un diálogo de géneros musicales implícito y asegurado por Gerardo López Pontaque y Nano Giménez. La idea, apunta la directora, es seguir descubriendo propuestas de todos los rincones del mundo con entrada libre y nombres como Trending Topics, Maruja Limón, Lornoar, Arat Kilo, Fra!, Kyekyeku & Ghanalogue Highlife, Moonlight Benjamin, Duotone o la gran Mon Laforte.
Pirineos Sur lleva en su adn el dar a conocer la rica variedad de la música que se hace en el planeta. Lo que implica no solo la inagotable creatividad musical sino también un conjunto de actividades entre las que continuarán los espectaculares actuaciones de circo, los divertidos pasacalles y el castillo de Larrés servirá como espacio de la parte más artística.
Una vez más, se ha invitado a un creador para reinterpretar el símbolo e imagen del Festival, que no es otro que el conocido camello de las tres jorobas donde este año toma protagonismo el paisaje y el territorio con los trazos del conocido dibujante aragonés Sagar Forniés.