Por María Sarmiento
Fotografías: Sara Ruiz.
Nuestro amigo y colaborador, Eduardo Viñuales presentó el pasado sábado, día 1 de Junio, en Rueda de Jalón el Libro-Guía acerca de los Ojos del Pontil en colaboración con Roberto Val ¡Enhorabuena a todos los que lo han hecho posible!
Antes de la presentación fueron a hacer una visita guiada por el lugar, acompañados de amigos y colaboradores, por esta hermosa zona de manantiales y surgencias.
“Casi todos los años tengo en honor y la suerte de poder participar en las Jornadas del Medio Ambiente que para primeros del mes de junio organiza la Asociación para la Defensa de los Ojos de Pontil junto con los vecinos de Rueda de Jalón, en este precioso lugar, en este pueblo que ya considero parte de mi existencia y de mi persona.
Fue el año pasado, en esas mismas jornadas, cuando se nos acercó Bernardo Lario a Roberto del Val y a mí para proponernos hacer un libro completo, una guía sobre los Ojos de Pontil. Entonces, aquí de pie, Roberto le comentó la idea ya en marcha de cómo avanzar en la edición de un Cuaderno Botánico -que también se ha hecho y ha visto la luz verde-, pero Bernardo insistió en su empeño. El alcalde tenía muy claro lo que quería y cómo llevarlo a efecto: sería una guía con fotos, detalles, especies, historia. Un libro con mayúsculas.
Yo he de afirmar que ya en ese mismo momento me sentí entusiasmado por la oferta, dadas las diversas y variadas razones:
1.- Primero porque a pesar de que los Ojos de Pontil son un espacio natural de reducido tamaño y de discreta presencia en el paisaje, éste es un humedal del que enamoré a primera vista nada más conocerlo en vivo y en directo.
2.-Segundo porque con Luis Royo y demás amigos de la Asociación, enseguida hicimos también «feeling» -que se dice ahora- puesto que admiro la labor de sensibilización ambiental y de recuperación de una zona húmeda que ellos han desarrollado en el medio rural a favor de la protección de lanaturaleza.
3.- Tercero, porque mi compañero de aventuras iba a ser Roberto, del que ahora hablaré.
4.- Y cuarto porque ese mismo día, hace un año, por mi cabeza ya empezaron correr las ideas.
Así que cuando me marché hacia Zaragoza yo ya veía la idea plasmada en parte de cómo
recoger la opinión de otros muchos expertos en los Ojos, y de cómo plasmar o aprovechar -para dotar de contenido al volumen en ciernes- toda esa gran labor que desde el pueblo, desde la asociación, desarrolláis desde hace unos años aquí en Rueda de Jalón.
Así que yo creo que más entusiasmados que el alcalde con la idea del libro, que ya es un decir, Roberto y no nos pusimos manos a obra para diseñar un borrador de índice previo, que se lo enseñamos a Luis, a Bernardo y a otros. Tratando de recoger muchos aspectos distintos de un
mismo lugar, muchas opiniones diferenciadas, donde habría sabios, escritores, fotógrafos, dibujantes, vecinos, niños. etc. como luego ha sido.
Nos planteamos entre todos un ambicioso trabajo, cuya meta eran las próximas jornadas del Medio Ambiente de Rueda, las del año 2013. No había que dormirse en los laureles para estar a punto el día 1 de junio.
Un carrera que la verdad ha sido un placer poder desarrollar, máxime por la buena disposición de los muchos colaboradores a los que llamamos a sus puertas para que éstos participaran desinteresadamente en pro de la conservación de los Ojos de Pontil. Y todo fue mejor y más fácil aún cuando nos pusimos en contacto con el personal de la Institución Fernando el Católico de la Diputación de Zaragoza, los editores, con Álvaro Capalvo y Elena, y con Paquita Borque, la editora que ha rematado muchas guindas con su paciencia, dedicación y buen hacer en el diseño del libro. Gracias a ellos pues, como saben estamos muy contentos.
No quiero enrollarme, la verdad, pero tampoco quiero dejar de agradecer la compañía en este támdem a mi buen amigo, y mejor persona, que es Roberto del Val. Juntos hemos pedaleado para que este libro quede tan bonito como váis a ver. Roberto, para mí, forma parte de la historia de los Ojos de Pontil. Yo viene aquí por él, y con él. Y a su gran amistad la descubrí casi, casi a la par que visité por vez primera el lugar de los Ojos de Pontil. Desde entonces Roberto y yo hemos recorrido muchos sitios de esta comarca y otras cercanas: la Sierra de Algairén, el valle de Mosomero, las estepas del Montolar, las cuevas y simas, Gallocanta, el campo de Cariñena. Él siempre ha sido mi cicerone. Ahora mi ilusión es llevarle a descubrir los mejores parajes del Pirineo Aragonés donde tanto he caminado y donde he trabajado y vivido tiempo atrás.
Y gracias a las gentes de Rueda, a su alcalde, a los muchos colaboradores que no es posible nombrar a todos. Y gracias a ellos porque son el caudal que alimenta con vida los manantiales de los Ojos de Pontil”. Eduardo Viñuales
