La DPZ conmemora el nacimiento de Goya reuniendo  la obra gráfica de Eduardo Naranjo en Fuendetodos


Por Luis Gareta

    El Consorcio Cultural Goya-Fuendetodos de la Diputación de Zaragoza conmemoró el 271 aniversario del genial pintor aragonés con la inauguración de una exposición que por primera vez reúne la obra gráfica de Eduardo Naranjo…

…, uno de los artistas nacionales más reconocidos del momento y máximo representante del realismo mágico español. El pintor extremeño, declarado admirador de Goya, ha acudido a Fuendetodos para visitar la muestra y volver a encontrarse con la tierra natal de uno de sus grandes referentes.

    La retrospectiva ‘Eduardo Naranjo. Obra gráfica (1965-2016)’ puede verse en la sala Ignacio Zuloaga hasta el 11 de junio y está formada por 51 estampas realizadas con distintos formatos y técnicas en las que se aprecia un evidente influjo de Goya. Además, en el Museo del Grabado se exhiben otras diez láminas de la serie ‘Tauromaquia’, lo que permite que el visitante pueda disfrutar del diálogo artístico que se establece entre esas obras y la ‘Tauromaquia’ de Goya 
–que desde finales del año pasado se expone al completo en Fuendetodos para celebrar el bicentenario de su primera edición en 1816–.

    “Exponer en Fuendetodos, pared con pared con la casa natal de Goya, es uno de los mayores honores que me han concedido a lo largo de mi carrera, un reconocimiento a la labor de toda una vida que me estimula y me ayuda como artista –ha destacado Naranjo durante la visita–. Goya es uno de los pintores que más ha influido en mí, aunque fue un descubrimiento lento, con el paso de los años”. “Ser realista es plasmar el alma de las cosas, y eso Goya supo hacerlo como nadie”, ha recordado Naranjo

   «Para nosotros es un orgullo que Eduardo Naranjo traiga su obra gráfica a la sala Zuloaga y al Museo del Grabado de Goya –ha subrayado por su parte la diputada delegada de Cultura, Cristina Palacín–. Eduardo rara vez se prodiga en exposiciones individuales, así que es una magnífica oportunidad para disfrutar de sus creaciones a lo largo de más de cincuenta años observar la evolución de sus temas, su estilo y sus técnicas”.

El artista

    Eduardo Naranjo (Monasterio, Badajoz, 1944) es el máximo representante del realismo mágico onírico español, lo que no impide que sus obras siempre estén dotadas de gran verismo, belleza y poesía. En 1979, tras su sonada exposición en Biosca, fue elegido Mejor Artista Plástico del año en Blanco y Negro, y su retrospectiva de 1993 en el Centro Cultural de la Villa Madrileña fue visitada por casi 250.000 personas. Pintor al margen de las modas, sus exhibiciones individuales son muy escasas, aunque sí ha participado en numerosas muestras colectivas.

    Hijo de campesinos, empezó a dibujar y a esculpir a los 7 años. A los 12 el pintor Eduardo Acosta convenció a sus padres para que le dejaran estudiar en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla, y a los 15 pasó a la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría después de ganar el premio Murillo de la Diputación de Sevilla. Dos años después, con 17, se trasladó a Madrid, a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde ya el primer curso consiguió los premios de retrato y de dibujo. En la capital de España tanteó el postcubismo y la abstracción, pero su apuesta definitiva fue por el expresionismo. De aquellos años proceden los elementos oníricos, poéticos y psicológicos que han sido una constante en sus creaciones durante su etapa realista –que se inició a principios de los setenta y llega hasta la actualidad–.

    Desde sus inicios, en las obras de Naranjo siempre han estado presentes la realidad y la naturaleza. La calle es su principal fuente de inspiración tanto para el paisaje como para los personajes. Sin embargo, a esa realidad le fue incorporando un mundo surrealista, fantástico e imaginativo tomado de sus distintas vivencias. No pinta o dibuja lo que ve, sino lo que le transmite aquello que ve. Para él, una pintura o un dibujo que deje indiferente no es una obra de arte.

Eduardo Naranjo, grabador

   Naranjo se considera “un pintor que hace grabados”. “Les he dedicado tanto tiempo como a la pintura. Me gusta mucho grabar porque grabar es investigar”, ha dicho. En la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, fue alumno de Luis Alegre Núñez, un artista con un gran dominio de esta disciplina. Sin embargo, su maestro tanto en el aguafuerte como en el aguatinta fue Álvaro Paricio. Las estampas de Naranjo están realizadas con la técnica del aguafuerte en sus distintas versiones: aguatinta, litografía, serigrafía y fotopolímero.

   En sus grabados, el pintor extremeño muestra escenas inquietantes, complejas e ilusorias realizadas con colores austeros. Sus creaciones son de un realismo metafórico, fantástico e imaginativo que se acentúa por el hecho de que en general las estampas se contemplan en la intimidad. La exposición de su obra gráfica inaugurada hoy muestra ese esfuerzo de Naranjo en trascender la representación figurada y transformarla en una realidad mágica, empeño en el que hay una clara influencia de Goya.

   Además de las diez estampas de su ‘Tauromaquia’ (2008), que pueden verse en el Museo del Grabado de Goya, entre los 51 grabados que se exponen en la sala Ignacio Zuloaga destacan las series ‘Los desastres de la guerra’ (1967), ‘La creación’ (1983-1985), ‘Poeta en Nueva York’ (1987-1991) –sin duda, su obra maestra, en la que recrea en imágenes la poesía de García Lorca– y ‘Federico en Nueva York’ (2005).

La sala Ignacio Zuloaga, un referente del grabado contemporáneo

   Este espacio de exposiciones que gestiona el Consorcio Cultural Goya-Fuendetodos de la Diputación de Zaragoza se ubica en las antiguas escuelas de la localidad, construidas bajo el patrocinio del pintor guipuzcoano en el edificio anexo a la casa natal del genio. Gran admirador de la obra de Goya, Zuloaga promovió que numerosos intelectuales visitaran su localidad natal.

    La sala fue rehabilitada en los años noventa por la DPZ, y desde su inauguración en 1996 se ha convertido en un referente del grabado contemporáneo. Durante dos décadas ha celebrado 98 exhibiciones temporales centradas en la obra gráfica contemporánea española, desde Miró y Picasso hasta nuestros días. En ella han expuesto los principales grabadores españoles, como Chillida, Tàpies, Luis Gordillo, Antonio Saura, Eduardo Arroyo, Canogar, Palazuelo, Guinovart, Clavé, Jaume Plensa, Miquel Barceló y José Manuel Broto, entre otros muchos. Además, ha habido momentos para el grabado histórico con maestros como Rembrandt, William Hogart, Callot o Piranesi. Y también han mostrados sus estampas el novel Günter Grass y el recientemente fallecido John Berger.

 El Museo del Grabado de Goya

   Ubicado en el número 3 de la calle Zuloaga, a unas decenas de metros de la casa natal del pintor, y gestionado también por el Consorcio Cultural Goya-Fuendetodos de la DPZ, el Museo del Grabado de Goya se inauguró en 1989. Su puesta en marcha fue posible gracias a la financiación de la Diputación de Zaragoza, que con la colaboración del Ayuntamiento de Fuendetodos rehabilitó una antigua casa del siglo XVIII para exponer de forma permanente la obra gráfica completa de Goya que poseen ambas instituciones.

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