Argentina: “Esperando la vacuna”


Por Gloria Cohen

     En un mundo en que cada país enfrenta como puede la crisis sanitaria y económica generada por el Covid-19, nuestro país es uno más.


Gloria Cohen
Corresponsal del Pollo Urbano en Argentina  
 

      La pandemia está demostrando que las actitudes humanas son similares en varios lugares del mundo: como las protestas contra el cierre de actividades económicas (los “anti-cuarentena”), los privilegios que tuvieron funcionarios políticos para vacunarse, tanto en España como en Argentina y, en líneas generales, la incertidumbre generalizada sobre cómo serán nuestras vidas en lo sucesivo.

El país, como en otras tantas oportunidades, pasó de la euforia a la decepción  pues, en una noticia del 28 de diciembre, se daba por cierto que entre enero y febrero se contaría con casi 20 millones de dosis de vacunas:

___________________
Esta semana comenzará la campaña de vacunación contra el COVID-19 en todo el territorio y ya se definió cómo será la distribución en esta primera instancia

Publicado a 28 de diciembre de 2020 a las 11:42 ART

A la espera de que lleguen casi 20 millones más de vacunas entre enero y febrero para poder avanzar con la inmunización de los grupos de riesgo, Alberto Fernández diagramó en una conferencia virtual con representantes de las distintas provincias la distribución de acuerdo a la cantidad de médicos y centros de salud de cada jurisdicción.
________________________________

     Pero en enero sólo llegaron 220.000 nuevas dosis, así que la noticia podría haber sido tomada como una “broma del Día de los Inocentes”, costumbre popular en la Argentina en los 28 de diciembre. Pues, al 31 de enero sólo llegaron 520.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik I.

     El optimismo por la pronta llegada de la vacuna en el mes de diciembre, hizo que muchos cuidados se fueran relajando, sumado a las buenas temperaturas del verano y a las Fiestas de Navidad y Año Nuevo.

    No sólo fue el velatorio de Maradona, también hubo aglomeraciones con motivo de las compras de fin de año y se sumó el tratamiento en la Cámara de Diputados y posteriormente en el Senado de la Ley de Aborto legal y seguro, que movilizó en dos ocasiones a gran cantidad de gente que fue alentada a pernoctar en las cercanías del Congreso Nacional, donde se colocaron casi 20 pantallas gigantes con sus respectivos altoparlantes para que quienes pasaron la noche en las calles pudieran seguir el debate, se instalaron baños químicos y se valló de forma casi infranqueable la plaza adyacente para evitar que se mezclen los partidarios a favor del aborto con quienes están en contra. Finalmente, la ley se sancionó afirmativamente a favor de la interrupción legal del embarazo no deseado, mediante prácticas seguras y gratuitas.

     A todos estos eventos se sumaron fiestas clandestinas, reuniones masivas en playas y casas quintas, festejos de hinchas de futbol, entre otros.

   ¡Oh sorpresa! Después de todas estas aglomeraciones los casos volvieron a aumentar. Con este panorama, muchos optaron por no salir de vacaciones en el mes de mayor movimiento turístico, que aquí es enero.

    Pero viendo las noticias en el mundo globalizado en que vivimos, nos damos cuenta que si bien hay varios países que están en mejores condiciones que nosotros en cuanto a la provisión de la vacuna, no es tan fácil ni la producción, ni su distribución, independientemente de su procedencia.

La empresa Pfizer desarrolló ensayos en personas en la Argentina, pero después “exigió condiciones inaceptables” para traer su vacuna a nuestro país.

    Siempre aparece una luz de esperanza y ahora se firmó un convenio con la empresa AstraZeneca, que ojalá se cumpla y lleguen las dosis, porque a este paso se tardarán muchísimos años en vacunar a toda la población, habrá mutaciones del virus, nuevas vacunas y siempre estaremos rezagados.

   Así que por el momento, con tan pocas dosis que recibimos, estamos “como cuando vinimos de España”, otro dicho popular que alude a la inmigración española que llegaba a estas tierras con las manos vacías.

    Muchos de estos inmigrantes pudieron prosperar luego de años de trabajo y esfuerzo, pero con las sucesivas y recurrentes crisis económicas argentinas, muchos jóvenes optaron por regresar a la tierra de sus ancestros sea España, o Italia, o probar suerte en otras geografías.

    La del Coronavirus es una megacrisis global a la que no estábamos acostumbrados, una crisis que restringe la circulación y el paso a través de las fronteras, comarcas y regiones.

Artículos relacionados :