República Dominicada: Contrastes: Dominicana/ España


Por Manuel Sogas Cotano

 

    Parece más acertado hablar de contrastes que de comparaciones entre la República Dominicana y España, y después, viendo sus causas, se podrían explicar las correspondientes situaciones entre ambos Estados sin caer en el tópico o calificación moral de bueno, malo, mejor o peor.

Manuel Sogas Cotano
Corresponsal del Pollo Urbano en la República Dominicana 

    Si consideramos la corrupción es los dos Estados, salvo miopía muy aguda, hay que estar muy ciegos para no ver y considerar que  la corrupción forma parte consustancial de la política, o sea, que está institucionalizada, pero a nivel de calle sería difícil encontrar a alguien que no la rechace y la reconozca como parte estructural del sistema.

    Se estaría muy lejos de al realidad si se afirmará que en la República Dominicana lo que predomina es la pureza política institucional. Se reconoce popularmente la existencia de la corrupción, pero al mismo tiempo tiene una cierta aceptación social que se ejerce en la práctica con absoluta normalidad, y así, se considera normal, en la práctica, que algunos votantes lleguen incluso al domicilio particular del candidato a demandarle algún dinero para por satisfacer alguna necesidad, verdadera o licitica, puesto que la necesidad que motiva la petición de dinero no se comprueba, a cambio de lo cual el solicitante de la ayuda económica promete el compromiso de su voto al candidato en cuestión, operación que evidentemente puede ser repetida con otros candidatos de otros partidos, y al igual que con el primero a cambio de su voto. Cabría argüir como motivo atenuante en este tipo de comportamientos el sentido práctico y de oportunidad de resolución de algunos problemas materiales personales inmediatos.

    Tampoco es algo excepcional el caso de que en las cercanías del colegio electoral, el día de las elecciones, alguien encabezando un grupo familiar aborde a un candidato para decirle que cuanto está dispuesto a pagar a cambio por su voto y el de sus familiares.

    Así se podrá explicar el por qué se tiene aceptado socialmente que para dedicarse a la política hace falta un determinado nivel económico, porque para poder salir elegido en unas elecciones democráticas “algo hay que dar”.

    Tampoco constituye caso excepcional alguno que los diferentes candidatos, especialmente en elecciones municipales, visiten en su domicilio particular a determinadas personas necesitadas para ofrecerles algo a cambio del voto.

    Excepto maestros y miembros de  los cuerpos de seguridad del Estado, por lo general, el resto de funcionarios que tienen empleo en los diferentes administraciones públicas que continúen o no en sus respectivos puestos de trabajo después de unas elecciones depende del partido o partidos que formen gobierno.  Y así, por ejemplo, un ingeniero del Ministerio de Obras Públicas con años de antigüedad en los que ya ha demostrado su nivel técnico y humano, puede quedar en el paro según qué partido o partidos formen el gobierno correspondiente. Este hecho y otros semejantes podrían quedar explicados aludiendo a razones de confianza que a otros conceptos. 

    Como punto de partida teórico se podría afirmar que España dispone de un sistema político más avanzado, tesis que al menos podría ser discutida.

    Con el reciente acuerdo de formar un gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, dada la fragmentación política de la composición parlamentaria, en la que la tendencia radical (teórica) de izquierdas representada por Unidas Podemos se halla en minoría, y considerando el contexto general europeo, en que la política española en realidad la dicta la Comisión Europea; el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, y no el Gobierno ni el Congreso de los Diputado ni el Senado, cabe esperar un entreguismo total de la izquierda a la derecha política española, incluido el PSOE, que  a pesar de su denominación de haber sido la minoría mayoritaria que gano las elecciones últimas, es el mejor valedor para la defensa de las políticas neoliberales dictadas por Europa. “Es lo que hay”, dicho popular, que podría ser utilizado para resumir el discurso filosófico-teórico de Unidas Podemos que les lleva al entreguismo al PSOE, puesto que parece impensable que formando parte del gobierno pueda realizar al mismo tiempo en el Congreso una política crítica y de izquierdas.

     En la República Dominicana, al menos en algunos sectores políticos parece que no aceptan las cosas tal y como están.

    Expertos analistas políticos que conocen la realidad dominicana, como Ricky Noboa, reconocen que las manifestaciones sociales en lo que se lleva de siglos constituyen el resultado de la desconfianza de los pueblos sometidos al endeudamiento externo, de sus riquezas naturales, y en que no creen que el gobierno gobierne para el pueblo, lo que provoca demandas populares sin respuestas, de cuya situación podría surgir un estallido social.

    A mediados de noviembre varias docenas de campesinos pertenecientes a la Asociación Mamá Trigó, dirigente campesina asesinada por el gobierno de Balaguer, de las provincias del Seibo y de Hato Mayor, produjeron actos de protesta ante el Palacio Presidencial de Santo Domingo  que acabó con varios heridos de poca consideración, reclamando al gobierno las tierras que les pertenece y que han estado trabajando habitualmente, de las que de forma violenta pretende apropiárselas una empresa.

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