Pollerías (de la canícula)


Por Martín Ballonga

  Un éxito sin igual del Pollo Urbano! Una sección  con píldoras, runrunes y comentarios que nos llevaran por pequeñas pistas a caminos de interés asegurado para nuestros lectores No te pierdas esta sección!

    El presidente de Henneo (grupo editor de, entre otros medios, ’20 minutos’ y ‘Heraldo de Aragón’) ha sido elegido presidente de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias, una organización internacional que representa a casi veinte mil publicaciones de más de cien países. Fernando de Yarza López-Madrazo (y Alcántara Pérez de Villamediana) sustituirá a Michael Golden, vicepresidente de ‘The New York Times’, convirtiéndose así en el primer español en ostentar el cargo. Ya lo dijo Salomón, el mejor heraldo fue Antonio Bruned Mompeón.

  En esta casa no llegamos a entender que en las últimas elecciones se mezclase en un solo acto lo local, lo autonómico y lo europeo. A los aragoneses nos atrae más la tamborrada de Calanda que la ópera. Nos estorban tantos instrumentos. Pero lo que más nos gusta son las jotas del desaparecido Ángel Aransay, guarras pero de intención puramente folclórica: “Mira si tengo talento / que he puesto una casa putas / frente del ayuntamiento”.

  El PP fortifica su poder municipal. El apoyo de Cs y Vox permite a los ‘populares’ ganar en Zaragoza. Ya lo dijo Salomón: el mejor alcalde, Azcón.

  A la feria del libro celebrada en la plaza del Pilar se acercó el exalcalde Pedro Santiveri y preguntó al librero de una caseta  si tenía algo de Hemingway, y al decirle este que tenía ‘El viejo y el mar’ exclamó, resuelto: “Pues deme ‘El mar’, gracias”. Por su parte, la exvicealcaldesa Luisa Broto preguntó a otro librero si había libros escritos por don Quijote. Ya decía Gregorio Marañón que “para los vencidos, el bien se vuelve en mal y el mal en peor”. Acaso exageraba, acaso no.

  Javier Lambán hizo una reciente visita a Pedro Sánchez en Madrid y este le presentó a un importante hombre de estado norteamericano, natural de Kansas. Y Lambán, sin mentar a Plutarco y haciéndose el gracioso, le contó un chiste, tuteándole: “¿A que no sabes en qué se parece Kansas a una silla? Pues que en Kansas está Kansas City y una silla está por City Kansas”. Sillas de montar calientes…

  Frases de Lambán para el recuerdo referidas a Pedro Sánchez, en aquellos tiempos en que Susanita parecía tener el reloj del PSOE: “No es usted el secretario general”. “Retírese con dignidad y póngase al servicio del partido”. “No estorbe ni interfiera en la marcha de esta nueva etapa”. “Hemos visto una versión sanchista absolutamente roja y radicalizada como no lo habíamos conocido jamás”. Pues eso, frases para el recuerdo.

  Ante el éxito de Alberto Zapater en el Real Zaragoza, aunque no pudo conseguir bajar al equipo a Segunda B, su paisano Javier Lambán, de nuevo reelegido presidente autonómico, ha pagado la cláusula de rescisión de su contrato para nombrarle nuevo consejero de deportes de la DGA. Del pelotón al cielo.

  Por mucho que la prensa deportiva comprada, con sus burdas mentiras al dictado, insista en la propaganda de que la fundación del Real Zaragoza liderada por Christian Lapetra está realizando un gran trabajo de recomposición, la verdad es que el club, digan lo que digan (…los demás), es una gacela enferma devorada por las leonas, justo antes de que lleguen los buitres.

  Pablo Iglesias es un dirigente de gatillo político fácil. En un revival de la noche de los cuchillos largos, depuso a Pablo Echenique como culpable de los pésimos resultados electorales de la formación morada. El número tres, que lo ha hecho muy mal, tiene mucha culpa del tortazo. Aunque no toda. Le han quitado el sillón, pero no la silla de la Seguridad Social. Podemos, hagamos memoria, fue una revuelta –no revolución- posmoderna, más individualista que colectiva. En cierto modo, un segundo mayo francés, un sicodrama, pero, a diferencia de los franceses, tuvieron el talento –o la fortuna- de transformar la ira en votos. Los dirigentes tampoco eran obreros del metal, ni de la Renault, no contaban con Sartre: eran pijos de la universidad. Ahora se presenta un nuevo ciclo político para la izquierda después de la derrota, pero desde otros supuestos diferentes a los del comienzo de la aventura. Y como las decisiones de guillotinar cabezas las adopta la cúpula, por lógica el primer candidato a ofrecer su cuello era el número tres. El uno y el dos son intocables. Lógica inmunidad.

 

Los argentinos tienen habilidad con los números. Son ya muchos años manejando porcentajes de inflación y tipos de cambio, calculando cuándo comprar o vender dólares y echando cuentas para llegar a fin de mes. Pablo Echenique, no hace falta decirlo, va más allá de cualquier argentino del montón y, encima, se ha vuelto poeta, ahora que no lo quieren en Podemos: “La ducha, realmente, me da mucha pereza, / y lavarme los dientes me produce pavor. / Un revolucionario, y lo soy de una pieza, / no precisa lavarse como un burgués menor”. ¡A perro flaco todo son purgas!

  Otro argentino, Jorge Valdano, dijo esto en una conferencia sobre el erotismo y el lenguaje: “Eros y lenguaje se mezclan por todas partes, porque el sexo es un acto profundamente semántico. Si el coito se puede esquematizar como diálogo, la masturbación parece ser correlativa a la pulsación del monólogo”. En fin, que los de ‘El Pollo Urbano’ nos la agarramos con la mano. Como Valdano.

  La revista cultural turolense ‘Turia’ rinde homenaje al escritor Javier Tomeo, en un monográfico de ciento cincuenta páginas coordinado por Ramón Acín. Veinte estudiosos rinden pleitesía al escritor oscense, seis años después de su muerte. La aproximación a su obra y trayectoria vital nos parece loable, pero en esta casa pollera siempre nos ha parecido un autor sobrevalorado. Un paisano que empieza escribiendo baratas novelitas de quiosco –con el seudónimo de Franz Keller- y luego le da por leer a Kafka, a Sartre, a Hansum, a Poe, para desmarcarse del realismo y escribir más negro, más sombrío, más misterioso, y acercarse –o eso cree y creen sus estudiosos de mala pata- a su dios Buñuel. Tal vez tuvo la culpa la pintura de Goya. Tal vez no. Pero ya poco importa, porque, como decía Talleyrand, “todo lo que es exagerado es insignificante”. Lean el artículo de Carlos Calvo al respecto.

El sectario Eloy Fernández Clemente, para variar, se ha lucido otra vez. Como en los viejos tiempos de ‘Andalán’. Recientemente, ha escrito para ‘El Periódico de Aragón’ cuatro artículos (o panegíricos) sobre el cine aragonés contemporáneo. Tres de ellos son monográficos dedicados a Vicky Calavia, Emilio Casanova y Gaizka Urresti. El otro es un batiburrillo que da grima, con ausencias que claman al cielo. Si estos cineastas que menciona son lo más granado del audiovisual contemporáneo en esta tierra nuestra, apaga y vámonos. Ya lo decía Salomón, el que hace hagiografía es un mamón.

En el ciclo de cine judicial que se ha ido celebrando en el zaragozano colegio de abogados, se programó ‘En el nombre del padre’ (1993). Los maestros de ceremonias, Luis Alegre y Elena Sánchez & Sánchez, al percatarse de la presencia entre los asistentes de un célebre magistrado aragonés muy cinéfilo, Luis Alberto Gil-Nogueras, le pidieron que dijera unas palabras acerca del filme del irlandés Jim Sheridan. Y el abogado, sin cortarse un pelo, entró al trapo aseverando que era una película muy panfletaria, que no le gustaba nada. Alegre y Sánchez & Sánchez se miraron a los ojos con perplejidad y pensaron: “Y ahora, ¿qué demonios decimos nosotros?”. Así que tuvieron que improvisar para salir del atolladero. Porque la película es un ejercicio de denuncia social que, pese a encerrar innegables virtudes, se apoya demasiado en la interpretación de un sobreactuado Daniel Day-Lewis y en efectismos de toda índole (desde los ideológicos a los técnicos) para convencer de manera ecuánime. No es oro todo lo que reluce. Y hay que ser menos servidores.

 ¿Siempre será punible que quienes lean a Kant sostengan que, en ocasiones, la ley puede estar vacía de moral y también sus servidores? El filósofo advertía sobre la conveniencia de actuar de tal modo que se use a la humanidad siempre como un fin y nunca como un medio. De otro modo, el buen comportamiento es obrar según una máxima que pueda convertirse en ley universal.

  Y Cristo dijo: “Ningún siervo puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él”. (San Lucas, 16: 13-14).

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