Por José María Bardavío
Maria llena eres de gracia es un título perfectamente simbólico para una película perfectamente realista.
Si la película es magnífica, el título viene a ser un regalo para la reflexión simbólica desde algunas propuestas de la antropología cultural.
Título original:María, llena eres de gracia (Maria Full Of Grace)
Año:2004
Duración:101 min.
País:Colombia Colombia
Dirección:Joshua Marston
Guión: Joshua Marston
Música: Jacobo Lieberman, Leonardo Heiblum
Fotografía:Jim Denault
Reparto:Catalina Sandino Moreno, Yenny Paola Vega, Guilied López, Virgina Ariza, Rodrigo Sánchez Borhorquez, Charles Albert Patiño, Wilson Guerrero, Johanna Andrea Mora, Fabricio Suarez, Mateo Suarez, Evangelina Morales
Productora:Coproducción Colombia-Estados Unidos; HBO, Santa Fe Productions
Género:Drama | Drogas
Y es que a mí el título me recuerda misteriosamente a Je vous salue, Marie del gran Jean-Luc Godard (1985). Es bien cierto que siendo películas muy distintas (la primera es un documento y la segunda un experimento) también es verdad que contienen un misterioso núcleo de significación, un gran significante irónico, un acertijo peliagudo, un rompecabezas oculto en la fronda del gran árbol del título.
En ambas se trata de obtener beneficios poéticos –bien conseguidos y ganados en ambos casos- con la alusión a María, a la virgen María. En la película colombiana, María, la protagonista, es bien cierto que está llena de gracia, es decir de encanto, de cualidades, pero la Anunciación, la Visita del Ángel del Señor, no coincide con un Gabriel piadoso sino con la visita de un impostor, de un portento de la vulgaridad maliciosa en la persona del capataz del lugar donde trabaja María, un paraíso en donde las flores crecen como en el Edén aunque se trate de un invernadero industrial que las cultiva para su venta en el extranjero. Ese irse las flores a Estados Unidos y esa María perfumada por la necesidad que se irá a US como una flor adulterada por un destino implacable pero sobre todo impresentable, retumba prodigiosamente. Pero sucede también, cuando alguna cápsula explota en el vientre, que la mula muera irremisiblemente por intoxicación masiva.
Esta visita a María que en el dogma original anuncia el hecho de que concebirá un hijo sin la intervención de varón alguno, está adulterada con estrategias parecidas a las de las serpientes bífidas. El encargado del negocio floral codiciará acostarse con ella, y María tendrá que huir del paraíso para mantener su dignidad a salvo. Mientras que en la de Godard, la película es una reflexión sui generis de lo que puede significar eso de quedar embarazada una mujer sin intervención masculina, y por la gracia divina.
Godard construye una especie de Belén en donde los personajes del dogma han sido sustituidos por humanos. José es taxista y tiene que aceptar que su mujer, Marie, se haya quedado embarazada sin su intervención, lo cual le cuesta entender pero termina aceptando por el inmenso amor que profesa a su mujer; etc. Se trata, el de Godard, de un mundo de propuestas entrecruzadas, sin concesión alguna al confuso espectador. Un concierto de jazz en donde cada arpegio, melodía, cadencia, combina con otros incluso antes de terminar de enunciarse, un castillo de naipes sonoro (la músíca es allí esencial), de posibilidades pre-significativas verdaderamente espectacular.
En la película colombiana, María, siendo un ser muy bellamente humano, cruza la frontera de los Estados Unidos con 32 óvulos de cocaína en el estómago consiguiendo el milagro de no ser examinada con rayos X al demostrar documentalmente a los agentes que está embarazada y seduciéndoles con su porte, belleza, gracia, e inocencia. Y de paso, como si el feto (¿»divino»?) fuera capaz de sortear las dificultades de la mula que le transporta hacia la vida. Y que conste que digo mula por las implicaciones bíblicas de la huída a Egipto, ¡ahora Estados Unidos!
María llena eres de gracia es una película contunde, rotunda y muy hermosa. Que no aspira a experimentar sino a demostrar documentalmente lo que le sucede a una chica cuando empieza a desmoronarse su seguridad a causa del mobing que sobre ella impone un superior con ideas canallas. Y cómo esta desgraciada visita de los canallas (la Anunciación invertida) arrastra a una chica inocente a transportar en el interior de su vientre la droga que supuestamente la salvará, a ella y a su familia, de vivir en la miseria. María llena eres de bombas.