Poder, podemos. Pero mientras los trabajadores no tengamos ni conciencia personal ni social, no podremos / Manuel Sogas


Por Manuel Sogas

       No era ni soy partidario de que UP gobernara en coalición con el PSOE por la minoría que representa.

   También porque los trabajadores, que son los que representan a la mayoría de la sociedad, no disponen de organizaciones sociales lo sufrientemente fuertes como para poder defender en la calle las posibles políticas injustas y contrarias a sus intereses que pudieran ser impuestas por el gobierno.

     Otro factor para poder sustentar esta negativa era la propia historia del PSOE desde Felipe González a esta parte, de cuyas primeras políticas, estando en el gobierno, parte la pérdida de derechos sociales y económicos que hoy padecemos: contratos basura, empeoramientos de las condiciones de trabajo, recortes sociales, entrada en la OTAN, desarticulación de la industria autóctona a cambio de entrar en la Comunidad Económica Europea, cesión de la autonomía política nacional a favor de potencias extranjeras, recorte de las fuentes de financiación propias del Estado al ceder las empresas públicas más rentables mediante las privatizaciones a los capitales privados nacionales y extranjeros, cesión de la banca pública a la banca y capitales privados, reforma laboral (robo de derechos sociales y económicos de los trabajadores) de 2011, antecedente de las reformas laborales (los mismos robos) de 2013 del PP, donación de 60 mil millones de euros a la banca privada, modificación del artículo 135 de la Constitución, etc., junto a escandalosos casos de corrupción.

      Evidentemente no podemos estar mirando al pasado para atarnos a él, pero si hay que tenerlo presente, porque la situación actual es la consecuencia del mismo, para no hacer lo que ya se hizo (que es el camino que se lleva), y el PSOE ni siquiera ha realizado la más leve crítica de su pasado desde Felipe González a esta parte.

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