Por J.S.C.
Nos enseñó a amar, perdonar, caminar con fuerza más allá de las dudas y de la falta de esperanza, comprender los errores de los demás más allá de lo que puedas entenderlos, ayudar a la gente.
Me despido con un poema, aunque sé que nos encontraremos, con una reflexión poética que combina la voz de Machado y de Manrique:
Nuestras vidas son los momentos que van a dar
a la mar que es el morir y su sueño
Allí van nuestros deseos,
somos tu caudal grande, mediano y pequeño.
Nuestras vidas son tu río que va a dar
a la mar que fue tu vivir.
Allí vamos los tres, nadando contra el tiempo,
regresando a ti, a cada gota
que hacia ti lleva el río en su transcurrir.
Volveremos hacia a ti,
porque cuando llegue la hora del partir
en el barco que no ha de tornar
nos encontraremos a bordo,
ligeros de equipaje,
casi desnudos,
como los hijos de tu mar.