México: Jorge Negrete


Por Emilio Mendoza

    Estimados amigos lectores, quiero contarles algo sobre uno de los máximos cantantes y actores de la época dorada del cine de México, el grandioso Jorge Negrete, quien nació en Guanajuato en 1911 y murió en Los Ángeles, California en 1953.


Emilio Mendoza
Corresponsal del Pollo en México
www.emimendoza.com

Rompecorazones, pero de respeto

   Jorge Negrete, conocido también con el sobrenombre del “Charro Cantor”, fue un ícono del cine mexicano representando al “macho ranchero”, hombre al que se destacan las cualidades tradicionalmente consideradas masculinas, como la fuerza, la virilidad y la valentía. El “Charro Cantor” mostraba en el escenario dos características opuestas: derrochaba arrogancia, como rasgo distintivo de un rudo rompecorazones, pero era dulce y cariñoso con las mujeres, siempre listo para enamorar. Ese estereotipo del mexicano alegre, temerario y seductor, con el imprescindible sombrero de ala ancha, lo hizo ser adorado por el público femenino, pero también respetado y admirado por el masculino.

Popularidad que perdura

   Con una encantadora voz, el «Charro Cantor» se convirtió en el ídolo de las multitudes, no sólo de México, sino que su popularidad se extendió también al público de España y de toda América Latina, fama que perdura aún después de más de 60 años de su muerte. Grabó más de 200 canciones y realizó 44 películas en 21 años de actividad artística. La carrera de Jorge Negrete fue comparada con la de Pedro Infante, el actor más popular de la «época de oro» del cine mexicano (periodo comprendido entre 1936 y 1959). La prensa de aquel tiempo aprovechó la comparación hecha entre ellos para crear una rivalidad ficticia, pero que en realidad en la vida privada los dos grandiosos actores gozaron de una gran amistad.

Mi madre, una gran admiradora

     Jorge Negrete no pertenece a mi generación. Sin embargo, yo conozco un poco de su vida y sus canciones debido a que mi madre lo consideraba su cantante y actor favorito, y como buena admiradora, ella escuchaba sus canciones y me contaba anécdotas sobre él. Seguramente, lo que más quedó en mi mente de lo que me contaba fue el día que murió nuestro Charro guanajuatense. Se dice que la tristeza provocada por la muerte de alguien querido tiene la misma magnitud que la suma de todas las alegrías y satisfacciones obtenidas por esa misma persona en vida. Eso es lo que sucedió a mi mamá. Ella, como casi todo el país, se emocionó tanto con las canciones y películas del «Charro Cantor», que el día de su muerte su tristeza era inmensa. Yo era muy chico cuando me lo contó, pero lo recuerdo muy bien: con los ojos llorosos me relató la manera como se enteró de su fallecimiento. Lo escuchó en el radio, pero no lo podía creer… como si los ídolos fueran inmortales… Después de buscar confirmación de la noticia entre sus amistades, se resignó a creerlo:

-«¿Te das cuenta ‘mijito’? Jorge tenía sólo 42 años de edad y estaba en la cúspide de su carrera artística. ¿Quién puede creer que a esa edad un hombre tan guapo y con una voz maravillosa deba morir? Ya habían anunciado días atrás su estado delicado por agravarse de una enfermedad con la que combatía desde hacía tiempo y que había sido internado en un hospital de los Ángeles, en California, donde había ido a dar un concierto. Pero yo nunca creí que lo dejarían morir. Si los «gringos» tienen buenos médicos, yo no sé cómo no hicieron más por él. Apenas escuché la noticia dejé la ropa que estaba yo lavando, me faltaban fuerzas para seguir… tu papá no estaba en casa y cuando salí al patio de la vecindad y vi a mi vecina la «flaca» que le rodaban las lágrimas… ahí empecé a creerlo… Si sería tan seria la cosa para el pueblo de México que se declaró luto nacional. El cuerpo sin vida de Jorge fue trasladado de regreso a México… Ay ‘mijito’ no sabes cuánta gente fue al aeropuerto a recibirlo: ¡Una marea de gente! Era como si su canción ‘México lindo y querido’ se hubiera hecho realidad… pues había muerto lejos de su patria. Los restos fueron expuestos durante unos días para que toda la gente le rindiera homenaje. El día de su entierro, las calles de la ciudad de México por donde pasaba el cortejo fúnebre  se vieron invadidas por miles de personas para darle el último adiós. Desde las calles del centro hasta el Panteón Jardín que se encuentra hasta el sur de la ciudad. Nadie hablaba de otra cosa y mientras las radiodifusoras comentaban los acontecimientos, en el fondo se escuchaba una y otra vez la canción «México lindo y querido» cantada por Jorge repitiendo una y otra vez: “…Si muero lejos de ti…que digan que estoy dormido…y que me traigan aquí…”. A partir del día de su fallecimiento, la canción se convirtió casi en un himno nacional y se empezó a conocer  en todo el mundo.»

Curiosidad en la vida de Negrete

    En 1942, Jorge Negrete realizó la película «El Peñón de las Ánimas» con María Félix debutando como actriz. Pero Negrete no la quería como compañera de trabajo. Él había solicitado insistentemente que la actriz Gloria Marín, quien era su novia, fuera su acompañante. El director, sin embargo, impuso a María Félix como coprotagonista iniciándose una serie de altercados entre los dos actores durante todo el rodaje. ¿Quién iba a decir que diez años después Jorge Negrete y María Félix se casarían?

Homenaje musical

He preparado un pequeño homenaje musical para recordar algunas de las canciones del ídolo guanajuatense. De decenas de canciones, he seleccionado sólo algunos de los más famosos temas para cantarlos con todos ustedes. El orden en que las he puesto no es cronológico, se refiere a una preferencia personal.

  1. México lindo y querido

    Jorge Negrete grabó la canción «México lindo y querido» en 1950. Esta canción escrita por Jesús Monge Ramírez, seguramente es la más representativa de todo su repertorio musical. La grabó como parte de la música de la película «Siempre tuya». Sin embargo, esta canción no tuvo el éxito que se esperaba en ese momento, sino que se popularizó durante su funeral, 3 años después.

Voz de la guitarra mía, al despertar la mañana, quiere cantar su alegría, a mi tierra mexicana. Yo le canto a tus volcanes, a tus praderas y flores, que son como talismanes, del amor de mis amores. México lindo y querido, si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí. Que digan que estoy dormido y que me traigan aquí, México lindo y querido, si muero lejos de ti. Que me entierren en la sierra, al pie de los magueyales y que me cubra esta tierra, que es cuna de hombres cabales.

  1. Yo soy mexicano

    Cantada en la película «El Peñón de las Animas» (1942).

Yo soy mexicano, mi tierra es bravía, palabra de macho que no hay otra tierra más linda y más brava, que la tierra mía. Yo soy mexicano y orgullo lo tengo, nací despreciando la vida y la muerte y si echo bravatas, también las sostengo. Mi orgullo es ser charro, valiente y braga’o, traer mi sobrero con plata borda’o, que naiden me diga que soy un raja’o. Correr mi caballo, en pelo monta’o, pero más que todo ser enamora’o, yo soy mexicano, muy atravesa’o. Yo soy mexicano, por suerte mía, la vida ha querido que por todas partes se me reconozca por mi valentía. Yo soy mexicano, de naiden me fío y como Cuauhtémoc cuando estoy sufriendo, mejor que rajarme, me aguanto y me río. Me gusta el sombrero, echado de la’o, pistola que tenga cacha de pela’o, fumar en hojita tabaco pica’o, jugar a los gallos, saberme afama’o, pero más que todo, ser enamora’o. Yo soy mexicano, muy atravesa’o.

  1. Amanecer Ranchero

    Cantada en la película «Allá en el rancho grande» (1949).

En la fresca y perfumada mañanita de tu santo, te traigo, mi bien amada, las dulzuras de mi canto. Hallarás junto a tu reja un fresco ramo de flores, que mi corazón te deja, chinita de mis amores Y en la mañana cuando el sol despierta, revive en mi alma la esperanza muerta, revive en mi alma la esperanza muerta, Ay, ay, ay, Como la ilusión triste es la vida mía, que llora por un amor. Mis campos, mis flores, se mueren, sin sol. Y jacalitos sin techos, ay, como extrañan tu ausencia. Dime chinita que te he hecho, vuelve a buscar mi querencia. Ven pronto, ranchera, pues quiero tu amor. Ay que cielo tan azul, pa’ que estrella estoy mirando. Ay que cielo tan azul, pa’ que estrella estoy mirando. Ay, que corazón tan duro, tiene la que estoy amando, nomás me dice que sí, pero no me dice cuándo. Ay, que corazón tan duro, tiene la que estoy amando, nomás me dice que sí, pero no me dice cuándo.

  1. La Valentina

     La Valentina fue cantada en la película del mismo nombre en 1938. Fue protagonizada por Jorge Negrete y Esperanza Baur. La película fue rehecha en 1966 pero esta vez fue protagonizada por María Félix y Eulalio González.

Una pasión me domina, y es la que me hizo venir, Valentina, Valentina, yo te quisiera decir. Dicen que por tus amores la vida me han de quitar. No le hace que sean muy hombres, yo también se me pelear. Si porque tomo tequila, mañana tomo jerez, si porque me ven borracho, mañana ya no me ven. Valentina, Valentina, rendido estoy a tus pies, si me han de matar mañana, que me maten de una vez… Si porque tomo tequila, mañana tomo jerez, si porque me ven borracho, mañana ya no me ven. Valentina, Valentina, rendido estoy a tus pies, si me han de matar mañana, que me maten de una vez…

  1. Ay, Jalisco no te rajes

    En 1941 cantó esta canción en la película del mismo nombre donde dio fuerza a su imagen de charro convirtiéndose en una estrella del cine latino. 

Ay, Jalisco, Jalisco, Jalisco tu tienes tu novia que es Guadalajara, muchacha bonita, la perla más rara de todo Jalisco es mi Guadalajara. Y me gusta escuchar los mariachis cantar con el alma sus lindas canciones, oír como suenan esos guitarrones y echarme un tequila con los valentones. Ay, Jalisco no te rajes, me sale del alma gritar con calor, abrir todo el pecho pa´ echar este grito que lindo es Jalisco, palabra de honor. Ay, Jalisco no te rajes, me sale del alma gritar con calor, abrir todo el pecho pa´ echar este grito que lindo es Jalisco, palabra de honor.

  1. Acuarela Potosina (San Luis Potosí)

    Esta hermosa canción está dedicada al Estado de San Luis Potosí, pero la letra habla más de los estados vecinos que del mismo Estado. Subraya la hermandad que existe con todos ellos. Según una anécdota, el gobernador del Estado de aquella época obligó bajo intimidación al famoso compositor, Pepe Guízar, a escribirla. Jorge Negrete la cantó por primera vez en un evento importante en la capital del Estado a principios de 1948.

Yo soy de San Luis Potosí, es mi barrio San Miguelito, del centro de México soy. Soy por Dios corazón solito. Yo soy de San Luis Potosí, que el nopal dibujó enterito (¿En dónde manito?). Donde el águila paró y su estampa dibujó, en el lienzo tricolor. Vecino de diez estados: de Nuevo León y Querétaro y Jalisco soberano, del alegre Aguascalientes, del alegre Aguascalientes que es famoso ende Silao, a su feria de San Marcos, a su feria de San Marcos voy contento año tras año. Buen amigo es Guanajuato, buen amigo es Guanajuato, colonial y gran soldado. Ay la ra la, ay la ra la. Vecino de Tamaulipas, de Coahuila y Zacatecas, como Hidalgo y Veracruz, San Luis tiene sus huastecas (¡Y por eso con orgullo digo compadre!) Yo soy de San Luis Potosí que el nopal dibujó enterito (¿En dónde manito?). Donde el águila paró y su estampa dibujó, en el lienzo tricolor. Yo soy de San Luis Potosí, de San Luis Potosí.

  1. Allá en el rancho grande

    Cantada por Tito Guízar en la película del mismo nombre en 1936. En 1949, se hizo una nueva versión de esta película protagonizada por Jorge Negrete y Lilia del Valle.

Allá en el rancho grande, allá dónde vivía, había una rancherita que alegre me decía, que alegre me decía (¿qué te decía manito?): te voy hacer tus calzones, (¿Cómo?) como los usa el ranchero, te los comienzo de lana, te los acabo de cuero. Allá en el rancho grande, allá donde vivía, había una rancherita que alegre me decía, que alegre me decía: el punto de los rancheros, es tener su buen caballo, pa´ ensillarlo por las tardes, darle la vuelta al vallado. Allá en el rancho grande, allá dónde vivía, había una rancherita que alegre me decía, que alegre me decía…

  1. Así se quiere en Jalisco

    Cantada en la película del mismo nombre en 1942. Fue la primera película mexicana en color.

Al hablar de mi Jalisco, al nombrarlo lo primero, lo primero que hay hacer, es tratarlo con respeto, luego quitarse el sombrero y después venirlo a ver. No llegar echando habladas, ni querer ser mitotero, porque le puede pasar que se tope un jalisciense o un mariachi coculense que lo mande a romanear. Que no mire a sus mujeres, con miradas atrevidas, porque entonces ¡Ay señor! Ellas tienen quien las cuide, quien por ellas dé la vida, sin alardes ni temor. Así se quiere en Jalisco, sin recelo ni doblez, se quiere como es debido, como manda la honradez. ¡Ay de aquel que busca ruido, porque lo halla sí señor! Los amores de Jalisco nada más los rompe Dios. Por acá en Guadalajara, el amor no es cosa rara, pues para eso es el amor, pero una hembra cuesta cara y las de Guadalajara, siempre tienen un fiador. A los hombres de esta tierra para que buscarles guerra o mitote en su querer, si por sabido se calla que el que los busca los halla si la causa es la mujer. Se hacen bolas con cualquiera y aunque alguna vez perdieran, nunca olvidan su rencor, por acá es cosa sagrada respetar mujer amada o perder el corazón. Así se quiere en Jalisco, sin recelo ni doblez, se quiere como es debido, como manda la honradez. ¡Ay de aquel que busca ruido, porque lo halla sí señor! Los amores de Jalisco nada más los rompe Dios.

  1. Tu recuerdo y yo

    Canción de José Alfredo Jiménez

Estoy en el rincón de una cantina oyendo la canción que yo pedí, me están sirviendo ahorita mi tequila, ya va mi pensamiento rumbo a ti. Yo sé que tu recuerdo es mi desgracia, y vengo aquí nomás a recordar, que amarga son las cosas que nos pasan cuando hay una mujer que paga mal. Quien no sabe en esta vida la traición tan conocida que nos deja un mal amor. ¿Quién no llega a la cantina exigiendo su tequila y exigiendo su canción? Me están sirviendo ya la del estribo y ahorita ya no sé si tengo fe. Ahorita solamente yo les pido que toquen otra vez la que se fue.

  1. Cocula

    Homenaje a la tierra del mariachi (autores: Esperón y Cortázar).

De esa tierra de Cocula, que es el alma del mariachi, vengo yo con mi cantar, voy camino a Aguascalientes  a la feria de San Marcos a ver lo que puedo hallar. Traigo un gallo muy jugado para echarlo de tapado con algún apostador y también traigo pistola por si alguno busca bola y me tilda de hablador. De Cocula es el mariachi, de Tecalitlán los sones, de San Pedro su cantar, de Tequila su mezcal. Y los machos de Jalisco, afamados por entrones, para eso traen pantalones. Ando en busca de una ingrata, de una joven presumida, que se fue con mi querer.  Traigo ganas de encontrarla pa’ enseñarle que de un hombre no se burla una mujer. Se me vino de repente dando pie pa’ que la gente murmurara porque sí, pero a ver hoy que la encuentre y quedemos frente a frente qué me va a decir a mí. De Cocula es el mariachi, de Tecalitlán los sones, de San Pedro su cantar, de Tequila su mezcal y los machos de Jalisco, afamados por entrones, para eso traen pantalones. Aja, ay, y como dijo el Chispa somos hermanos todos, somos pintos, somos todos, Ajajajay. De Cocula es el mariachi, de Tecalitlán los sones, de San Pedro su cantar, de Tequila su mezcal y los machos de Jalisco, afamados por entrones, para eso traen pantalones.

  1. El Jinete

    Una vez más interpreta otra composición de José Alfredo Jiménez.

Por la lejana montaña, va cabalgando un jinete, vaga solito en el mundo y va deseando la muerte. Lleva en el pecho una herida, va con su alma destrozada, quisiera perder la vida y reunirse con su amada. La quería más que a su vida y la perdió para siempre, por eso lleva una herida, por eso busca la muerte. La-ri-li-ra. Con su guitarra cantando se pasa noches enteras, hombre y guitarra llorando a la luz de las estrellas. Después se pierde en la noche y aunque la noche es muy bella, él va pidiéndole a Dios que se lo lleve con ella. La quería más que a su vida y la perdió para siempre, por eso lleva una herida, por eso busca la muerte.

 

  1. Flor de Azalea

 

  Esperón y Gómez escribieron esta canción para la hermosa y talentosa actriz Elsa Aguirre y fue cantada por ella en la película “Algo flota sobre el agua” en 1947. Elsa la sintió como propia y la adoptó como canción emblemática de su propia persona. Dos años después, en 1949, Elsa Aguirre protagonizó junto con Jorge Negrete la película “Lluvia roja”, donde tuvieron un breve romance. Fue entonces que Jorge también quiso grabarla. Nótese el fabuloso acompañamiento del trío Calaveras.

Como espuma que inerte lleva el caudaloso rio, flor de azalea la vida en su avalancha te arrastró, pero al salvarte hallar pudiste protección y abrigo donde curar tu corazón herido por el dolor. Tu sonrisa refleja el paso de las horas negras, tu mirada la mas amarga desesperación, hoy para siempre quiero que olvides tus pasadas penas y que tan solo tenga horas serenas, tu corazón. Quisiera ser la golondrina que al amanecer a tu ventana llega para ver a través del cristal y despertarte muy dulcemente si aún estás dormida a la alborada de una nueva vida llena de amor. Quisiera ser la golondrina que al amanecer a tu ventana llega para ver a través del cristal y despertarte muy dulcemente si aún estás dormida a la alborada de una nueva vida llena de amor.

  1. Entre suspiro y suspiro

Entre suspiro y suspiro, no encuentro el olvido, me está matando el querer. Porque una ingrata perjura que mi alma tortura me hiere con su desdén. Entre sollozo y sollozo, no tengo reposo y lloro y canto a la vez porque cantando mitigo el duro castigo que dios me quiso imponer. ¿Por qué diosito tan bueno que siendo justo y sereno me manda un castigo así? ¿Por qué me escogió esta suerte y me ha sentenciado a muerte nomás por quererla así? Entre suspiro y suspiro no encuentro el olvido me está matando el querer porque una ingrata perjura que mi alma tortura, me hiere con su desdén. Entre sollozo y sollozo no tengo reposo y lloro y canto a la vez, porque cantando mitigo el duro castigo que dios me quiso imponer. ¿Por qué diosito tan bueno que siendo justo y sereno me manda un castigo así? ¿Por qué me escogió esta suerte y me ha sentenciado a muerte nomás por quererla así?

  1. Solo Dios

   Otra de las composiciones de Jesús Monge Ramírez

Que dios te juzgue, te castigue o te perdone, que el sol te abrace o te niegue su calor, y que la estrella que radiante te persigue brille más fuerte o se apague… solo dios… A dios le dije muchas veces ya mi queja, lo que me duelen tus infamias y mi amor y vi el milagro ya tu amor reír me deja, si tengo fuerza pa’ olvidarte, solo dios… Te di del alma lo mas grande y mas preciado, mis sentimientos, mi fe, mi devoción y hasta la vida sin pensarte te hubiera dado, que al fin y al cabo te había dado el corazón. Ya ni te sueño, ni llorando me desvelo, de vez en cuando tu recuerdo es un fulgor, ni te maldigo, ni castigo pido al cielo… se está muriendo con tu amor este dolor, ni te perdono, ni te odio, ni te quiero, ni creo que el mundo como ayer es de los dos, la paz del alma no se compra con dinero, la paz del alma la regala solo dios.

  1. Traigo un amor

   Un fragmento de la película «¡Ay, Jalisco, no te rajes!» donde Jorge Negrete canta Traigo un amor:

Traigo un amor y lo traigo tan adentro, que hay momentos que no siento dónde tengo el corazón. Traigo un querer, tan adentro está en mi alma, que he perdido hasta la calma por querer a esa mujer. A esa mujer yo la quiero como quieren, como quieren esos hombres que son puro corazón. A esa mujer yo la quiero hasta la muerte, pues para mi buena suerte soy el dueño de su amor.

  1. Alma llanera

    Una canción popular Venezolana

Yo nací en una ribera del Arauca vibrador. Soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas. Soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas, y del sol, y del sol. Yo nací en una ribera del Arauca vibrador. Soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas. Soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas, y del sol, y del sol. Me arrulló la viva diana de la brisa en el palmar, y por eso tengo el alma, como el alma primorosa. Y por eso tengo el alma, como el alma primorosa, del cristal, del cristal. Amo, sueño, canto, rio, con claveles de pasión, con claveles de pasión. Para ornar las rubias crines, para ornar las rubias crines del potro de mi amador. Yo nací en una ribera del Arauca vibrador. Soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas. Soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas, y del sol, y del sol.

  1. Serenata Tapatía

   Una canción de Esperón y Cortázar.

Mujer abre tu ventana para que escuches mi voz, te está cantando el que te ama con el permiso de Dios. Aunque la noche esté obscura y aquí no hay ninguna luz con tu divina hermosura la iluminas toda tú, con tu divina hermosura la iluminas toda tu. Yo te juro que ni el sol, la luna ni las estrellas, juntitas toditas ellas me iluminan como tú. Tú iluminaste mi vida por eso mujer querida te canto esta noche azul, por eso vengo a robarte un rayito de tu luz. Yo te juro que ni el sol, la luna ni las estrellas, juntitas toditas ellas me iluminan como tú. Tú iluminaste mi vida por eso mujer querida te canto esta noche azul, por eso vengo a robarte un rayito de tu luz.

  1. Adiós Pampa mía

    Este es uno de los Tangos más famosos, fue escrito por Mariano Mores. Jorge Negrete interpretó esta canción en el teatro Colón de Buenos Aires, en 1947. Esta canción fue incluida en la película Gran Casino dirigida por Luis Buñuel, en la cual Jorge Negrete fue protagonista junto con Libertad Lamarque.

Adiós, Pampa mía me voy, me voy a tierras extrañas. Adiós, caminos que he recorrido, ríos, montes y cañadas, tapera donde he nacido. Si no volvemos a vernos, tierra querida, quiero que sepas que al irme te dejo la vida. ¡Adiós! Al dejarte, Pampa mía, ojos y alma se me llenan con el verde de tu pasto y el temblor de las estrellas, con el canto de tus vientos y el sollozar de viguelas que me alegraron a veces y otras me hicieron llorar. Adiós, Pampa mía, Adiós, Pampa querida, ¡Adiós!

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