Por Gloria Cohen
Fue una gran sorpresa que el nuevo Papa haya sido traído del fin del mundo, para todos y más aún para los argentinos. ¡Fue increíble!
Por Gloria Cohen
Corresponsal del Pollo Urbano en Argentina
Cada uno de nosotros vivió la noticia de una manera diferente, teniendo en cuenta las propias convicciones religiosas; siendo un país con mayoría católica, el entusiasmo fue generalizado.
En mi caso, como hija de padre judío y de madre católica (combinación extraña en España pero bastante frecuente en la Argentina, especialmente en Buenos Aires), me acerqué en diferentes etapas de mi vida a ambas religiones y concluí con la frase: …“en lo único que coincido con Marx es que la religión es el opio de los pueblos”…, porque sentí en carne propia que las religiones sólo sirven para separar la gente, discriminar, perseguir y no para unir…
… como decía, en virtud de mis orígenes y convicciones, sentía una profunda apatía por la elección del nuevo Papa, no me interesaba en absoluto. Pero al escuchar que el Cardenal argentino Jorge Bergoglio fue el elegido, se me puso la piel de gallina y tuve gran emoción y alegría.
Muchos aún no siendo católicos practicantes sentimos la misma emoción y orgullo porque un conciudadano nuestro haya llegado a tan alta jerarquía. Aunque no puede decirse que todos hayan pasado por el mismo estado de ánimo.
Muchos salieron a denostar al Papa Francisco alegando complicidades con la dictadura militar argentina, comentarios luego refutados -entre otros- por nuestro compatriota Premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. Y poco a poco, estas voces se fueron acallando o no siguieron sonando tan fuertes.
Otras voces contaban anécdotas: que escucharon sus misas, que lo saludaron, que pudieron percibir su santidad, que él les pidió que oren por el (una de sus frases típicas); otros lo vieron viajando en el subterráneo (o sea el metro) a pesar de ser Cardenal y el Arzobispo de Buenos Aires.
Algunas historias reflejadas por la prensa fueron: la de una mujer que contó que a los 12 años Francisco le dijo que si no se casaban, se hacía sacerdote (historia cómica y hasta poco creíble, que la vocación de un Papa haya sido el fruto de una decepción amorosa a los 12 años); que es hincha fanático del club de fútbol San Lorenzo de Almagro; su infancia en el Barrio de Flores, etc…
También el relato político que ubicaba al Arzobispo de Buenos Aires como opositor al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que estaba enfrentado con ella y con su difunto marido, y que intentaba articular a la oposición. Por ello el Tedeum del 25 de Mayo ya no se hacía en la Catedral de Buenos Aires -según marca la tradición- sino que fue itinerando por distintos puntos del país en los últimos años.
Pero ya en el Vaticano, Cristina fue la primera en saludarlo y cerró las heridas con un respetuoso beso y con el obsequio de un juego de mate artesanal, para que Francisco pueda seguir con esta tradicional costumbre argentina aún lejos.
Yo me arrepiento de no haber seguido más los pasos de Bergoglio, de no haber ido nunca a la Catedral de Buenos Aires a escucharlo, de no haber podido reconocerlo en el subte si viajaba con el, de no haber sabido que alentaba el diálogo interreligioso con judíos e islámicos, que dio consuelo a familiares de las víctimas de Cromagnon y de Once. Quizás no hubiera estado de acuerdo en todo con él, pero me hubiera gustado haberle prestado más atención en estos últimos años.
Porque ahora si quisiera ver al que fue Arzobispo de mi ciudad tendré que ir al Vaticano y escucharlo en italiano: quizás no llegue a entenderle todo lo que diga y me saldrá carísimo además. Viajar desde el fin del mundo para verlo, cuando antes con 20 ó 30 minutos de viaje en subte o colectivo podría haberlo escuchado y ¡en mi propio idioma!
Por supuesto que el ego argentino se vio inflado y más aún el ego porteño porque Francisco es porteño ¡como yo!. Los argentinos ya no sólo tenemos a los dos mejores jugadores de fútbol del mundo -Maradona y Messi en orden cronológico de aparición-, a cinco premios Nóbel (dos de la Paz, dos de Medicina y uno de Química), a Máxima Zorreguieta, a punto de ser coronada Reina de Holanda (aunque su padre haya sido un alto funcionario de la dictadura militar), sino que ahora tenemos al Papa de la Iglesia Católica, el primer Papa Latinoamericano y jesuita.
¡Parecía que Dios volvía a ser argentino! Pero no todas fueron rosas…
… Hubo una Semana Santa extra larga, en la que las festividades religiosas se combinaron con el feriado del 2 de abril (conmemorativo de la Guerra de Malvinas) y el puente obligatorio del 1º de abril, en total seis días…
…Muchos más fieles siguieron con fervor este año las festividades religiosas por el efecto del Papa argentino y otros aprovecharon los 6 días de vacaciones para viajar y recorrer nuestro hermoso país…
…Hasta el 31 de marzo todo parecía ir viento en popa, con un calor extraordinario para comienzos del otoño en las usualmente frescas playas de la costa atlántica abarrotadas de gente por los feriados…
…Pero el mes de abril comenzó mal, luego de tanto calor se desataron lluvias torrenciales primero sobre la ciudad de Buenos Aires – capital del país- y seguidamente sobre la ciudad de La Plata –capital de la Provincia de Buenos Aires- …
…Los resultados fueron trágicos: 6 muertos en Buenos Aires y -hasta el momento- 48 muertos en La Plata, además de las numerosas familias que perdieron todas sus pertenencias, que están sin agua y sin luz, inundadas, con el temor a ser saqueadas…pasando por muy penosas circunstancias…
…No se sabe si es el cambio climático, o la falta de realización de obras que eviten este tipo de catástrofes, o la especulación inmobiliaria, o una combinación de todos estos factores…
…El saludo fraternal y el llamado a no perder la esperanza, mensaje enviado por el Papa Francisco a sus compatriotas no resulta un paliativo para quienes están viviendo el drama de las inundaciones…
…De cualquier forma, Dios quiera que Francisco acerque la Iglesia a los humildes y que llegue a ser un puente de unión entre las distintas religiones y culturas de este mundo tan fragmentado y dividido…
