Mexico: La Giganta


Por Emilio Mendoza

    Estimados lectores, en esta ocasión les quiero hablar sobre la mega escultura: “La Giganta”, una de tantas obras de arte que realizó, en el siglo pasado, José Luis Cuevas, un excelente artista plástico mexicano.

     José Luis Cuevas fue un pintor, dibujante, escritor, grabador, escultor e ilustrador mexicano, nacido en los años 30’s en la Ciudad de México. Estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, «La Esmeralda», que hoy es una Universidad del Instituto Nacional de Bellas Artes. Se convirtió en un excelente artista que con mucho orgullo mostraba un alto concepto de sí mismo con el deseo de ser admirado y considerado por todos. Ese profundo narcisismo lo llevó a fotografiarse todos los días desde 1955.​ José Luis Cuevas participó en el nacimiento del arte moderno en México. Con el tiempo, desarrolló un estilo único de pinturas y esculturas que representaban figuras y retratos desfigurados o desproporcionados. Con ayuda del gobierno y de capitales privados, Cuevas creó un museo para él mismo en el antiguo monasterio de Santa Inés en el centro histórico de la Ciudad de México. El Museo José Luis Cuevas se inauguró en 1992 y alberga una parte de la vasta colección personal de arte del artista y muchos otros trabajos de artistas de todo el mundo. El patio techado del museo está dominado por la enorme escultura de La Giganta, una de sus obras más representativas y que Cuevas creó específicamente para este espacio. El artista falleció en julio de 2017, en la Ciudad de México.

Una gigantesca obra de arte

     Cuevas realizó La Giganta en bronce; mide 8 metros de alto y pesa unas 8 toneladas. La imagen frontal de la enorme escultura mantiene rasgos femeninos y el rostro exacto de la modelo, todavía hoy desconocida, que posó para el artista con la condición de que no fuera revelada su identidad. La parte trasera de la figura, en cambio, muestra formas masculinas con músculos bien definidos. La parte de atrás es el autorretrato de su propio cuerpo posterior; una combinación que armoniza la dualidad sexual, según el autor. La obra expresa, de alguna manera, el concepto de la emancipación femenina. Simula la ruptura de ataduras representadas por una indumentaria transparente rota, liberando los brazos y las piernas para dar paso a la liberación de la mujer de una gran parte de la opresión que el patriarcado ejerce sobre ella. Según el artista, para su creación se inspiró en dos poemas famosos: La Giganta de Baudelaire y La Giganta del veracruzano Salvador Díaz Mirón.

Cuevas retó al movimiento muralista mexicano

     José Luis Cuevas fue un miembro de la llamada “Generación de la Ruptura”, o bien, la generación de artistas mexicanos y extranjeros residentes en México que se manifestaron contra la corriente artística del muralismo mexicano de la primera mitad del siglo pasado. Este grupo comenzó en la década de los 50’s a reaccionar contra lo que percibían como un inhibidor del desarrollo del arte mexicano, el cual incluía a muralistas mexicanos de la talla de David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y Clemente Orozco, entre otros y que protagonizaron el muralismo como la corriente artística hegemónica en México desde el estallido de la revolución mexicana en 1910. El maestro Cuevas fue el primer combatiente contra esa corriente proponiendo obras de grandes dimensiones. El tema de las esculturas gigantes se volvió una obsesión para él, probablemente debido a eso. Según el maestro Cuevas, la importancia de los murales se daba en función de los metros cuadrados de superficie cubiertos con pintura, no del arte contenido en ellos. Él tenía que superarlos.

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