Por Gloria Cohen
Las turbulencias del tiempo meteorológico y las lluvias de comienzos del otoño dejaron su huella en la vida de muchos argentinos.
Gloria Cohen
Corresponsal del P.U. en Argentina
En las primeras horas del 7 de marzo cayeron unos 300 milímetros de lluvia sobre la Ciudad de Bahía Blanca, causando graves daños materiales, 16 muertos y la evacuación de miles de personas, pero más localidades argentinas registraron fuertes temporales e inundaciones en marzo, como Córdoba, Casilda, Funes, Comodoro Rivadavia, Tucumán, entre otras.
Pero las turbulencias no sólo fueron meteorológicas, sino también en otros ámbitos.
Las marchas de jubilados de los miércoles frente al Congreso Nacional, tuvieron un pico de violencia, con graves disturbios, afortunadamente sin muertos y otro miércoles los hinchas de los clubes de fútbol acompañaron a los jubilados en su marcha.
También hay situaciones turbulentas en el mercado cambiario; aunque se espera un apoyo dinerario importante del Fondo Monetario Internacional – FMI-, el valor de la divisa norteamericana no termina de estabilizarse, generando incertidumbre en la plaza local que se ve potenciada por los vaivenes internacionales.
Aunque en este año electoral 2025 se eliminaron las PASO – Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias- para evitar una importante erogación económica, pronto comenzarán las elecciones en los distintos distritos. El 18 de mayo se llevarán a cabo elecciones a legisladores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y es sorprendente la cantidad de listas y la fragmentación en los espacios políticos, convirtiendo a una elección de poca monta en una pulseada a nivel nacional. El PRO, el Peronismo, el Radicalismo y hasta la nueva fuerza gobernante denominada La Libertad Avanza (LLA) van a estas elecciones en forma fraccionada y atomizada, generando gran confusión en los votantes, incluso espacios políticos diferentes llevan candidatos del mismo apellido con el objetivo de comerle votos al otro, una típica “viveza criolla”.
En otro orden de cosas, el triunfo frente a Brasil, tradicional rival por 4 a 1, de la Selección Argentina de Fútbol en las eliminatorias para el Campeonato Mundial 2026, trajo alegría y euforia.
Pero como en la canción “Fiesta” de Joan Manuel Serrat cuando las celebraciones terminaron, “vuelve el pobre a su pobreza y vuelve el rico a su riqueza”, es decir que cada uno volvió a su propia realidad.