Por José Antonio Conejo
En todas las fincas del ISIPU se está procediendo a dejar un pie por árbol luego que los planteros iniciales de la reforestación primigenia ya han superado en muchos casos los 10 años.
Llega pues el momento de dejar los árboles en situación de que puedan adquirir su morfología definitiva para sus posteriores usos independientemente de que se sigan año a año reponiendo las marras que vayan surgiendo por diferentes causas así como las diferentes tareas de mantenimiento las fincas ( arreglo del vallado, limpieza y, a partir de este año, la preparación de las “tablas” donde se van a sembrar los diferentes variedades de garbanzos.
La decisión de dejar uno u otro pie se toma según criterios subjetivos del técnico encargado. En algunas ocasiones prima del tronco, en otras el grosor y en otras la distribución de la copa.
Pero en todos los casos, una vez cortado el tronco y según su grosor, se trocea y almacena para su secado en la propia finca para, en el momento que se considere oportuno, trasladar este material a las leñeras de la casa para su consumo en los hogares y estufas o bien, trasladarla a otros domicilios fuera de Hinojosa.
Para su troceado se utiliza la motosierra para los troncos de mayor porte y las diferentes tijeras de poda para dejar limpios los cortes efectuados y favorecer su almacenamiento.
En esta finca de Las Hazas, como en las otras del ISSIPU, se ha cambiado el lugar de almacenamiento y depósito de limpias buscando el mejor espacio, en este caso la zona sur de la misma a la que se llega a través de un camino interior y que tiene la suficiente extensión para no tener problemas con la administración forestal a la hora de solicitar los permisos de quema oportunos y facilitar el acceso tanto de los pequeños remolques de trabajo como de la cisterna de prevención cuando se quemen los restos de poda o limpieza de la finca