La gaita y la patria / Daniel Clemente

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Por Daniel Clemente.

    España es una gaita. La gaita es el nexo que da sentido, que define y delimita un país. España es mucho más que la piel de toro, se extiende allí donde se toca la gaita.

    Entendida y asumida esta premisa, de los actuales territorios considerados España, tan solo quedarían fuera Ceuta y Melilla, si bien podrían reintegrarse bajo referéndum. Canarias,  toca su gaita, pero podría ganar sentido y coherencia geográfica declarándose africana, siempre a manos de referéndum. Una anexión a Mauri y Tania, no sería descabellada, pero les devolvería a la patria gaita pues el norte de África también es España, como Escandinavia, la Francia e Italia y la enorme patria que toca la gaita, patria que somos, y somos sumando la llamada Portugal, excepto su tercio sur, al que se lo perdonamos por ser lusos tan ilusos como hermanos,  como miembros de una empresa que vamos caminando al encuentro del soplón.

   Esta patria en cuartos menguantes no precisa guantes para demostrar el aguante que tiene al soplar. Occitania también es hispania golpe a golpe, gralla  a gralla, y no se exagera, tal vez se es exegeta cuando contamos con padres y primos hermanos en lejanas tierras españolas, que aunque no lucen manolas, saludan con olas de un lejano mar, me refiero a Escocia, que agarra la gaita y se pone a soplar en tal cantidad que no puede ocultar que España es su igual. Escocia , escocía, escuece y se cuece volver a su hogar, escocida está y esa es otra muestra de que España lo está, escocida usualmente por dar y encajar. Patriotas bretones aprietan sobacos como eslovacos y turcos y hasta en medio Oriente los hay orientados.

   La Gaita es la patria. Crecer o menguar es cuestión del punto, del punto que te pueda dar. Viva la Gaita! Y viva el Tambor, fiel compañero que en el mundo entero se aviene a sonar. Se me olvidaba o me contraafirmo, el tambor también es la patria. Viva la patria!

   Confesión postdata, se me hace dura la gaita, y la que más me seduce es la Gralla. Feliz vuelo compatriotas! 

    Queridas criaturas, no aceptéis dulzainas de desconocidos.

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