Por Aitana Enciso
El pasado jueves 15 de Noviembre, en la sala López de Zaragoza, recalaba la gira europea de The Pains of Being Pure at Heart. Venían de tocar en Madrid la noche anterior, y al día siguiente se iban a Barcelona, para seguir a continuación por Suecia, casi sin descanso.
Una gira por salas medianas o pequeñas, por lo menos aquí, y que demuestra el esfuerzo que hace la Sala López por programar grupos de todo tipo, en este caso uno de los últimos descubrimientos del indie internacional de los últimos años. Los Pains han tocado desde su debut en 2009 en varios festivales españoles, y fue una sorpresa agradable encontrarlos en nuestra ciudad a un precio ajustado.
Aunque varios amigos afirmaron que perdían en directo, no me lo pensé dos veces para ir a ver a los neoyorquinos, pues es un grupo con dos buenos discos (el primero, llamado como ellos, de 2009, y el segundo, “Belong”, de 2011) y que he escuchado hasta la saciedad. Sí, es cierto, suenan bastante británicos, y sí, también es cierto, no son el colmo de la originalidad. Pero su rock es pegadizo, y sus letras, melancólicas y acordes con su nombre, muy decentes. Vamos, que me gustan mucho, y nunca los había visto.
Tras unos teloneros sorpresa, Muy Fellini, de Pamplona, que sonaban perfectamente, me animé pensando que el sonido de los Pains sería todo lo bueno que la López permite, que es mucho.
Craso error. No sé si fue cosa de su técnico de sonido con camisa hawaiana, del cansancio de demasiadas fechas seguidas con poco descanso, o que simplemente los Pains siguen la estela de Belle and Sebastian, grupo mítico escocés caracterizado por sus reguleros directos, que han ido corrigiendo a base de tocar años y años, y que aún ahora (en activo desde 1995, su último trabajo es de 2010) son discutibles.
El grupo tardó en entrar en calor, y hasta la tercera canción no comenzó a sonar bien. En el camino se perdió “Belong”, de su segundo disco, con la que abrieron el concierto, y que no se merecía sonar a medio gas. Voces por debajo de la música, y poca garra, que afortunadamente fueron enderezando hasta llegar a “Heart in your heartbreak”, un gran single también del segundo trabajo y que sí que interpretaron totalmente entregados.
Kip Berman y Peggy Wang
Junto con “Heaven’s gonna happen now”, esas tres canciones fueron las únicas del segundo disco. Recurrieron a su primer trabajo, y entre otras, enlazaron sin descanso “Come Saturday”, “Young Adult Friction” y “A Teenager In Love”, con resultados desiguales. Mientras “A Teenager in love”, uno de sus hits, estuvo a la altura, “Young Adult Friction” volvió a quedar deslucida. También presentaron un par de canciones nuevas, cuyo título no recuerdo, y el single “Say no to love”, de 2010.
Pero toda la actuación fue irregular. Los coros de Peggy Wang, la teclista, que en disco ya son justitos, son meros maullidos en directo, por lo menos esa noche.
La voz de Kip Berman, el cantante, que cuando demuestra un poco de sangre en las venas y se anima suena fantástica, en otras canciones quedaba apagada y aparentaba poco interés.
¿Qué pasa con los Pains? Ni idea. Pero en directo no están a la altura de su propias canciones, por lo menos el pasado jueves. Tampoco es ningún crimen, hay muchos artistas impecables en disco y que luego ofrecen directos flojos, y viceversa. Pero en la situación actual, donde la fuente de ingresos de los músicos ha pasado de la venta de discos a la recaudación de sus conciertos, no se hasta cuándo aguantarán The Pains of Being Pure at Heart actuando así.
Especialmente cuando tocaron sólo una hora, algo que suele ser habitual con grupos extranjeros y muy conocidos, pero que dejó un sabor de boca agridulce.
Espero que si Kip y compañía repiten en nuestra ciudad y volvemos a verles tengamos más suerte, y estén al 100%.