Paseos domingueros: ‘Mi sorpresa de San Valentín’


Por Luis F. Sánchez Ripollés

       En mis paseos domingueros por la orilla del Ebro y alrededores de Zaragoza, como hacemos tantos zaragozanos en busca de aire libre del Covid, me encontré el domingo de San Valentin…

…esta sorpresa anónima muy propia del día como es el almendro ya florecido y un corazón valentinero hecho con piedras del entorno, al fondo la urbanización de Montecanal. Miré alrededor, no había persona alguna, ni trazas de que hubiera pasado por alli nadie porque está en un pequeño altozano al que subí para divisar mejor el paisaje.

      Así que la impresión fue mayúscula, y hasta pensé que me hacía el santo un guiño provocativo. Y no faltan por allí más signos del día como esas matas secas ahora ya floreciendo, que deben ser romero o espliego, que de sólo tocarlas dejan en la mano un olor del mejor perfume. Y eso que creo está prohibido arrancarlas y llevártelas

   Había salido al pinar de Venecia y me adentré por el secarral que lleva a Cuarte con la idea de ir otro día en bici por esos caminos polvorientos hacia el mismo Cuarte y Santa Fé. Pero enseguida me tropecé con la barrera de la circunvalación de la Z-30 o 40 y el trazado del Ave como se aprecia en una foto. Y aún se me puso más mala cara cuando ví los descampados que dejaron las obras y movimientos de tierras, algunos con material sobrante y otros ya limpios pero con una gravilla fina que no sé si podrán brotar los mismos matojos. Buen porvenir pues para el matorral, si al menos pasaran un arado para ayudar algo a la naturaleza… Poco me duró pues la emoción de San Valentín.

Fuente: https://sanvalentinsorpresa.blogspot.com/2021/02/mi-sorpresa-de-san-valentin.html

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