Por Brenda Palmer
Andrés Ferrer cumple cincuenta y cinco años acechando luces y sombras, entrenando la mirada, aprendiendo día tras día el oficio de fotógrafo.
De reojo, de manera escueta y breve, ha transitado por sus últimos cincuenta años revisitando etapas, proyectos, ilusiones, seleccionando un reducido número de obras, algunas entrañables, otras decisivas.
- Oplus_131106
A modo de un divertimento – “Epítome” lo ha llamado – configuran esta escueta e íntima muestra en un espacio también íntimo y algo recóndito: los sótanos de la casa-palacio de los Torrero, sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón.
Hasta el 6 de junio