“Garaje”, GEJO expone en la Galería Cristina Marín


Por Manuel Medrano

    Hasta el 14 de julio, de martes a viernes de 18 a 20’30 horas y, los sábados, de 11 a 13’30 horas, pueden ustedes visitar esta magnífica exposición del artista Gejo en la Galería Cristina Marín (calle Manuela Sancho nº 11, de Zaragoza).

     Esta es la cuarta exposición que he visto de Gejo, la primera en 2014, y desde entonces hemos asistido a un progresivo aumento del horror vacui, incluso cierta “masificación planificada”, en sus composiciones, que incrementa la sensación de caos urbano que plasma con frecuencia.

  El zaragozano Gejo (Sergio Miranda) procede del ámbito del grafiti, en el que experimenta desde los años 90, y muestra acusadas influencias del cómic y del Pop Art, apreciables fácilmente.

    Expuso en dos ocasiones en la Galería Pepe Rebollo y lo ha hecho también en el Centro de Historias, así como en la Galería Cristina Marín, y en sus obras vemos nítidos reflejos y recreaciones de los sucesos del día a día, de los temas de actualidad y de las reivindicaciones populares, sin que falte el análisis crítico.

    Predomina el ambiente urbano o suburbano, en el que se desenvuelve el concepto estético del artista, muy expresivo, fresco y directo en las ideas y visiones que nos transmite y en la plasmación del universo en el que vive su musa, que se vincula poderosamente con escenarios e imágenes de los mundos marginales latinoamericanos y afronorteamericanos.

     Dentro del mantenimiento de sus raíces grafiteras, nos coloca ahora en una posición de inmersión total en sus obras, cada una mostrando claves y matices de su pensamiento, y desarrollando un número impresionantemente amplio de rostros, utilizando colores vivos contrastados, y empleando textos insertos que aportan al cuadro referencias muy concretas, con uso del español y el inglés.

    Rostros con tres o cuatro ojos, calaveras, cráneos, ovnis, figuras derivadas del japonismo, alienígenas o sus famosos cerditos, nos llevan a integrarnos en el mundo del autor, que es complejo, diferente, peculiar pero que a los espectadores nos resulta evocador. Yo les aconsejo visitar la exposición, contemplar cada obra en conjunto (todo un impacto visual) y, después, descubrir dentro de cada una los subconjuntos y los detalles aislados, que les hablarán de mensajes más específicos. No se la pierdan.

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