Por Fernando Gracia Guía
El pasado jueves, fuimos unos cuantos -pero menos de lo que merecía la propuesta- al estreno en el Teatro del Mercado del espectáculo que ha ideado la vedette MARIAN NADAL, con el título de CUPLETERÍA NADAL.
Acertada expresión, ya que el sencillo decorado presenta una especie de coctelería donde además de champagne (o cava) se sirve un escogido ramillete de cuplés, donde no faltan algunos de los más famosos, sino dos o tres menos conocidos, amén de una delicia de anuncio para la radio (un jingle, que queda más fino- publicitando el popular Varón Dandy. Ahí se nota la labor de investigación que Marian ha hecho sobre aquellas músicas y aquellos tiempos.
El espectáculo, medido en su duración, da lo que promete, dentro de su aparente sencillez, que en el fondo no lo es tanto, porque se aprecia el trabajo que hay detrás.
Siguiendo la tradición del género, hay participación de la platea, hay buen humor y siempre buen gusto, aunque las letras sean pícaras, como corresponde.
El cuplé, a mi modo de ver, se dice más que se canta, y tanto Marian como su compañera Esther Ferrández, cumplen sobradamente.
Mención aparte para el pianista-actor-cantante Diego Herrera, un acierto en toda regla. Como detalle curioso, el parecido físico sobre todo de perfil al añorado Rafael Castillejo, que seguro hubiera disfrutado del espectáculo de estar entre nosotros, ya que no se lo hubiera perdido, habida cuenta de que era amigo también de Marian.
Hasta el domingo se pudo ir. Se pasó un rato agradable.
Los amantes del regueton y similares, seguramente no. Aunque tampoco se lo plantean.