Por Fernando Gracia Guia
Precioso colofón a la representación en el Teatro Principal de EDUARDO II, OJOS DE NIEBLA. Tras haber disfrutado de un buen texto muy correctamente defendido por el elenco, nuestro paisano José Luis Gil……
….ha tomado la palabra para agradecer nuestra presencia en la sala, hoy solo mediada. Amables y sentidas palabras que han hecho saltar los bravos de varias gargantas, al ser vertidas con la misma sensación de verdad que el excelente actor pone en sus representaciones.
La pieza, un tanto a la manera de algún Antonio Gala, viene a ser teatro de ideas con fondo histórico, y en líneas generales me ha parecido bien escrita, con momentos estelares como el que proporciona el cuadro entre Gil, Galiana y nuestro también paisano Ricardo Joven, tan ajustado como acostumbra.
Debo decir que me ha complacido mucho ver nuevamente a Don Manuel Galiana sobre las tablas, que da una lección más, en este caso defendiendo un bombón de personaje como es un judío prestamista.
Han sido tantas y tantas veces las que le vimos en aquellos montajes teatrales de la tele cuando solo había una… Forma parte de nuestra memoria sentimental y ahí sigue, demostrando lo que siempre fue: un ACTOR.
Merece esta función así como quienes hacen posible que se vea, que las plateas se vean más pobladas. Se cumplen todos los protocolos, la gente se comporta estupendamente y nuestro espíritu recibe un lenitivo para soportar lo que vemos a nuestro alrededor.
