Por Agustín Gavin
Paul Kagame, de etnia tutsi, aunque él se autodefine como ruandés a secas, es el actual presidente de Ruanda. Es un personaje controvertido que participó en la guerra civil de Uganda…
Agustín Gavin
Corresponsal Internacional del Pollo Urbano y Presidente de www.arapaz.org
…donde vivía desde niño y que acabó con la expulsión del presidente Milton Obote. Fue cofundador con otros exiliados del Frente Patriótico para Ruanda y comenzaron a planificar su invasión para acabar con el régimen de Juvenal Habyaranina que tenía poderes absolutos y era apoyado por la comunidad internacional. Ni héroe ni villano, quizá un títere más en manos de los hilos de los países colonizadores de África y del G7.
Dicha invasión le sorprendió en un adiestramiento militar en EEUU. Pronto fue el máximo dirigente del Frente para la liberación de Ruanda ante la muerte de su jefe y amigo Rwigyema. El proyecto bélico tuvo desiguales resultados por el apoyo político y militar de Bélgica y Francia. Durante varios años el etnicismo como forma de ideología política se fue radicalizando hasta que el genocidio se desató
En 1994, se calcula que casi un millón de personas, la mayoría de etnia tutsi fueron masacrados por el gobierno hutu en un conflicto tribal enquistado en la región de los grandes lagos, Burundi, Zaire, Uganda y Ruanda. Un conflicto interétnico larvado por los intereses de los colonizadores europeos, en este caso belgas y franceses, con sus intereses económicos y sus servicios secretos al frente. En abril del 94 un misil dio de lleno al avión presidencial, por cierto un Falcon regalo del presidente francés Chirac, cuando iba a aterrizar en el aeropuerto de la capital Kigali matando, entre otros, al presidente de Ruanda Juvenal Hayarimena y al de Burundi Cyprien Ntaryyamana.
Fue el detonante de varios meses de terror que llevaron a miles de refugiados al entonces llamado Zaire, hoy Congo, en concreto a la fronteriza ciudad de Gomá. Quedan serias dudas de los inductores del magnicidio, a Kagame lo investigaron y él siempre dijo que habían sido los radicales hutus. El caso quedará como una laguna histórica en el tiempo, al menos de momento.
En Gomá así como en Bujumbura la capital de Burindi, el MPDL-ARAGÓN, hoy ARAPAZ, estableció campos de refugiados con otras organizaciones internacionales. La tragedia muy aireada informativamente hizo que muchas instituciones se pusieran a colaborar con las organizaciones no gubernamentales como fue el caso de Aragón. Cooperantes aragoneses fueron testigos del desastre humano y del oscurantismo de los hilos que lo manejaron, una auténtica limpieza étnica que puso en entredicho una vez más la condición humana.
Se vivió en primera línea en la ciudad de Gomá en terreno fronterizo entre Zaire y Ruanda las dificultades para hacer llegar la ayuda humanitaria. Se lanzaban lotes de comida desde aviones y helicópteros produciendo una degradación moral entre los refugiados que se agredían para alcanzar los paracaídas. Una organización europea decidió utilizar la violencia para llegar al fondo de los campos para poder atender a mujeres, ancianos y niños, ya que la propia comunidad de refugiados permitía que en primera fila para recibir la ayuda humanitaria estuvieran los miembros de la comunidad con capacidad de organizarse en autodefensa, gente joven con capacidad para luchar y mantener la comunidad eran prioritarios para recibir los alimentos, ya que pensaban que era la única manera de salvaguardar a los que habían sobrevivido al genocidio.
Después de varios intentos Kagame se convirtió en vicepresidente de un gobierno de coalición, su presidente era Pasteur Bizimungu de etnia hutu.
Se crea en 1994 el Tribunal Penal Internacional para Ruanda para investigar la limpieza étnica. Carla del Ponte, fiscal general en los crímenes de la antigua Yugoslavia, una mujer con determinación que intenta sortear las presiones del G7, está abrumada por lo que ha supuesto la investigación del tráfico de órganos de prisioneros serbios para financiar al Ejército de Liberación de Kosovo y apenas dura unos meses hasta que es relevada del tribunal para Ruanda por Hassan Bubakar, que se supone debe de seguir investigando. A Carla del Ponte la nombran embajadora de Suiza en Buenos Aires y ahí sigue en una embajada-bunker debido a las amenazas recibidas en su larga trayectoria jurídica en defensa de los Derechos Humanos. No se sabe casi nada de los pasos del Tribunal Internacional para el genocidio ruandés.
Lo que sí se sabe es que durante estos años Ruanda ha superado con creces los índices de desarrollo humano, que las crónicas hablan de que prácticamente se ha desterrado la corrupción, que Kagame ha sido durante un tiempo el presidente de la Organización de Estados Africanos, siendo sustituido por Al Sisi el militar golpista de Egipto con la anuencia internacional, que a su antiguo presidente Pasteur Bizimungo lo condenó cuando ganó las elecciones en el 2003 a quince años de cárcel y luego lo perdonó en el 2007 y que Kagame sigue ganando elecciones por el 99 por ciento de los votos.
Lo que también se sabe es que un opositor en el exilio en Sudáfrica, el coordinador nacional, murió a tiros hace unos días y que según los propios opositores fue camuflado como un asalto de delincuencia común. También en la capital sudafricana un alto cargo militar se libró por poco de un atentado. El antiguo jefe de la inteligencia Etienne Mutabazi fue estrangulado en un hotel de Johanesburgo. Son varios casos más de disidentes muertos en extrañas circunstancias.
El opositor en EEUU, el director del hotel donde se salvaron más de mil refugiados cuando las masacres de los noventa, Rusesabagina, en quien está basada la dura película “Hotel Ruanda” fue rocambolescamente detenido en un avión que iba a Burundi y acabó en Ruanda. Está procesado con casi dos millones de personas por los tribunales ruandeses.
Kagane estuvo a punto de ser recibido por Rodríguez Zapatero, sus credenciales eran el alto crecimiento humano y económico en Ruanda, así como la definitiva colaboración entre hutus y tutsis, la proliferación de matrimonios mixtos. Al final las informaciones de la diplomacia francesa abortaron la reunión.
Lo que está claro es que en los conflictos que se cierran en falso, las ascuas pueden en cualquier momento volver a prender el fuego. Kagame tiene a su alrededor países en ebullición que pueden desestabilizar hasta el suyo propio y quizá por eso es su prioridad el mantener una férrea política interior, lo sabe desde que combatió en la guerrilla ugandesa.
Sirva como ejemplo y cambiando las coordenadas geográficas y de país, que no de tema, la situación en Armenia. En estas mismas páginas describimos la guerra de tres meses por los Altos de Nagorno Karabaj entre Armenia y Azerbaiyan con más de seis mil muertos y la derrota pactada de Armenia entre Rusia y Turquía. Armenia es un polvorín en un posible enfrentamiento civil por la humillación sufrida hace escasamente cinco meses otro conflicto cerrado en falso y van…….