Carreteras en Bolivia


Por Rafael Esteban Narro

   Nuestro amigo e ingeniero de Caminos, Rafael Esteban Narro, ha estado recientemente en Bolivia  desarrollando unos trabajos propios de su actividad profesional. Desde  allí nos ha mandado unas reflexiones y un interesantísimo reportaje fotográfico ¡Que disfrutéis del reportaje!

     Siempre me he imaginado cuando terminó la reconquista con la toma de Granada, al día siguiente después de las celebraciones y todo el tema, una cantidad ingente de tíos barbudos con cara de muy mala leche, cota de malla, espada en ristre, mirándose unos a otros y pensando: «bueno, y ahora qué»… Acostumbrados a estar conquistando y reconquistando durante toda su vida, como lo habían estado sus padres, sus abuelos y los padres de estos y los abuelos de estos y aquellos, habían hecho de luchar una forma de vida, durante 700 años lo habían luchado todo, y ahora ya no, ya no quedaba nada, el último hito, la última ciudad por tomar.

    Pero es que no sabían hacer otra cosa, y aprender ahora a ser mercaderes, banqueros, artesanos de cualquier tipo, pues como que no… Había que buscarse otro objetivo, otra tierra que conquistar, que pelear, que luchar, seguir con su forma de vida. Vino que ni pintado que Colón anduviese por allí, para que los reyes católicos lo mandaran a lo desconocido, a buscar más tierras, otro objetivo para mantener entretenida a toda esa gente.

 

 Así que se buscaron América: ya tenían tierra para conquistar hasta hartarse. Y si tenían poco, pues un emperador con guerras de religión que librar, un mediterráneo con turcos y berveriscos por doblegar y todos los follones en los que aquellos tíos barbudos, sus hijos y los hijos y nietos de estos y aquellos, estuvieron entretenidos en los siguientes 300 años, continuando con su forma de vida, con la industria nacional, con lo que mejor sabían hacer. O con lo único…

   Pues pienso que esto es parecido, sustituyes la conquista y reconquista, por la construcción y reconstrucción, y ya lo tienes: en los últimos años hemos estado construyéndolo todo, no sabemos hacer otra cosa, hemos hecho ferrocarriles de alta velocidad, autovías, presas, desaladoras, túneles, tranvías, de todo y por todos los sitios, y joder, que bien lo hacemos. Ahora llega la conquista de Granada en forma de crisis económica y se acabó la fiesta, ya no podemos construir más. Solución: a construir por ahí, a hacer las Américas, las Europas, las Asias y lo que se tercie. Y es que realmente somos muy buenos haciendo esto.

    Así me planto en Bolivia, como adelantado del rey, como el tío de la barba se plantó allí hace 500 años, sin saber muy bien porqué, siguiendo su destino, el único que conocía, a construir aquellas tierras para el rey nuestro señor. En lugar de caballos, motoniveladoras láser, en lugar de galeones y caravelas, plantas de hormigón y de asfalto, en lugar de arcabuces y cañones, encofrados deslizantes, trepas, gps para replanteo, extendedoras de última generación… No tienen nada que hacer, los construiremos en un abrir y cerrar de ojos, con nuestra tecnología, nuestra forma de hacer las cosas (a veces know-how, otras modus-operandi), y con nuestra tradición de haber estado construyendo nuestro propio país desde que tenemos memoria.

    Con un poco de imaginación, todo son paralelismos, sin caer en la condescendencia absurda, siguiendo la broma simplemente. Además, que no está la cosa para sentirse superior a nadie: España es un país disfuncional en casi todos sus ámbitos, estamentos políticos y económicos y clases sociales, y además por arte de magia, sin culpables, sin responsables, nadie levanta la mano. Así que con este plan, tampoco es para dar lecciones ni exportar altivez. Simplemente es hacer lo que sabemos, y a eso hemos venido.

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