Derribar los muros / Max Alonso


Por Max Alonso

    En los días en los que a Franco le sacaban del lugar que no le correspondía, con el beneplácito de los poderes legislativo,…

….ejecutivo y judicial y no de su familia, amante y respetuosa de siempre de los derechos humanos, leía yo un libro sobre la caída del muro de Berlín en el que se describía la frontera artificial que dividió la ciudad alemana en dos mitades.

   En este caso no se trataba de un muro sino de una fosa en la que yacía el Dictador, marcada bajo una enorme cruz como un símbolo permanente y eficaz  que imponía la escisión y la desunión de los españoles. Con tal impronta que cuarenta años después permanecía en lugar tan impropio.

   En ‘Derribar los muros’ (Roca Editorial) se describe el símbolo físico de desunión frente a la música de Bruce Springsteen en el concierto que premonitoriamente había ofrecido en la Alemania del Este. A través de la música y del rock and roll representó un llamamiento a la libertad y a la unión a lo largo de tres horas. Todo un símbolo del muro de cemento que poco después caería definitivamente poniendo fin a la guerra fría que durante tanto tiempo había dividido al mundo.

   Pasados los años de la mano del payaso de Trump, el desintegrador, como un renacido Joker, vuelve la moda del gran muro que se ha impuesto levantar. No se sabe cuándo caerá este nuevo modelo de la desunión y en contra de la libertad, aunque se sabe que los muros que se imponen y se levantan caen.

    El libro nace de una iniciativa de Rosa María Artal, testigo que pudo ser, ahora hace treinta años, ante una cámara de Informe Semanal de TVE de la inesperada caída del vergonzoso muro. La conmemoración ha servido para que treinta años más tarde haya reunido a un grupo de escritores, diez en total, y hayan dejado plasmado en el papel un vivo documento  sobre la caída  de los muros en un mundo que hay que cambiar y cambiante.

   Javier Valenzuela, que trabajó durante precisamente 30 años en El País, escribe una lúcida crónica de este tiempo, para concluir: “De peores he salido personalmente, y ya no digamos la humanidad”. José Antonio Pérez Tapias, catedrático de Granada, y aspirante que fue a dirigir el PSOE, describe como se quebró la socialdemocracia con el fin de la confrontación de los bloques y apunta la necesidad de un rearme para derribar los nuevos muros.

    Lourdes Lucía, editora, relata lo ocurrido en España en estos treinta años de bipartidismo con notas imponentes y hasta demoledoras, mientras que Pablo Alzaga, periodista digital, refleja con rigor el estado actual de la profesión periodística y los vaivenes que ha padecido en esta décadas en sus objetivos, la financiación y la publicidad.

    Violeta Assiego, abogada e investigadora social, habla de la larga lucha del feminismo bajo el asedio de la ultraderecha, pese a la cual la mujer es la máxima esperanza para el futuro. Por su parte Javier Pérez Albéniz, periodista multidisciplinar, efectúa un  recorrido por  Berlín mientras caía el muro y el aroma de libertad que llega en el nuevo entorno cultural.

   Carmen Madorrán Ayerra, profesora  investigadora,  descubre las nuevas perspectivas sin muros y Pablo Bustinduy, filósofo y experto en relaciones internacionales, analiza el momento político y social en las perspectivas de lo que hay que realizar y Angels Martínez Castells, feminista y republicana, describe las murallas que permanecen.

    Es la propia Rosa  María Artal la que relata la crónica de aquel 9 de noviembre de 1989 con la Caída del Muro de Berlín y desde su posición de testigo directo hace la panorámica de lo que han sido estos treinta años que  todavía tenemos palpitantes en la memoria y obligados a remontarlos.

    En el prólogo Federico Mayor Zaragoza afirma que en aquel 1989 todo pedía cambio y concluye: “Podemos hacerlo y es preciso y urgente hacerlo, para que, como he repetido con frecuencia, las generaciones que lleguen a un  paso de la nuestra no nos apliquen la terrible sentencia de Albert Camus: “Les deprecio porque pudiendo tanto se atrevieron con tan poco”. Un libro oportuno y de obligada lectura para entender desde el caleidoscopio de escritores y enfoques este mundo cambiante en el que vivimos y desde el Muro caído valorar los que se levantan y distinguir si vamos en buena dirección,  lo que desde la mirada cotidiana no nos es permitido apreciar.

Fuente: http://astorgaredaccion.com/sec/opinion

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