
Por Luis Gareta
Cuando llegan estas fechas otoñales en el Instituto se desata la alegría, sobre todo entre aquellos que son degustadores insaciables de setas…
…son varias la fincas del Instituto Superior de Silvicultura Improductiva del Pollo Urbano (ISSIPU) en Hinojosa del Campo, (Soria), que si la temporada sale buena, son abundantes en la seta preferida por los miembros del Instituto: la seta de cardo
Recogerlas es un placer y, de paso, mientras se recolectan, se va observando los diferentes estadíos y particularidades que presentan las carrascas y robles de las fincas.
También, cómo no, el estado de las vallas que las circundan y de este modo, se va planificando su poda y reparación. Y solamente necesitamos una buena navaja adecuada con un pequeño cepillo y una cesta. Posteriormente, las limpiaremos a fondo y ya estarán listas para comer. ¡Un verdadero gusto!
Setas de cardo
Cuando llegan las lluvias de otoño, una de las actividades preferidas para los amantes del bosque y la naturaleza es salir a buscar setas después de las primeras lluvias abundantes. Normalmente asociamos esta actividad a un bonito paseo por el bosque, rodeados de la paz y harmonía de los árboles. Pero lo cierto es que cada seta tiene su lugar predilecto y no todas crecen de las raíces de grandes arboledas. Es el caso de la seta de cardo.
¿Por qué se llama seta de cardo?
La respuesta a esta pregunta sorprende a muchos por su simpleza: porque crece donde vive el cardo silvestre (Eryngium campestre). Si no lo sabías, ahora puedes entender porque esta es una de las setas que más se expande por todo el país y por esto es tan popular en todo el país.
El cardo silvestre es una planta que se caracteriza por sus espinas, por su resistencia y por las grandes dimensiones que puede alcanzar si se deja crecer en territorios donde no interviene el ser humano. No es una planta valorada por agricultores (más bien al revés, es normal ver como se elimina de los territorios donde se planea realizar plantaciones) aunque realmente tiene propiedades medicinales. Y además, ahora ya lo sabes: de sus raíces nace la seta de cardo.
Su nombre científico es Pleurotus eryngii. Es posible que os suene el concepto de “eryngii” ya que también se conoce popularmente con este nombre. En Euskadi la seta se llama “Gardu Ziza”, en Catalunya “Gírgola de panical” y en Valencia “Seta de cemtcamps”.
Cuándo crecen las setas de cardo
La seta de cardo suele abundar durante los meses de otoño (de octubre a diciembre) y crecen dos o tres semanas después de las primeras lluvias. Puntualmente también puede encontrarse en primavera, en función de las condiciones climáticas de cada territorio.
Dónde crecen las setas de cardo
Su hábitat son los terrenos donde existen o han existido grandes extensiones de cardos silvestres. Esto es, mayoritariamente, en solanas, donde no existe mucho vegetación en forma de árbol. Espacios donde los animales de ganado pasturan habitualmente. Los “abonos” que dejan los animales en estos terrenos provocan que la reproducción de las setas de cardo prolifere.
Retrato de una seta de cardo: cómo es y cómo sabe
Probablemente ya conozcas cómo es una seta de cardo, ya que se trata de una de las setas más conocidas y consumidas de nuestro país. Se caracterizan por tener un sombrero amarronado, un pie con tono blanco (sin anillo ni volva) y unas láminas apretadas y pronunciadas de color parecido al pie, ya que ambos elementos se integran perfectamente.
El interior de una seta de cardo es blanco, parecido al color del pie. Su carne tiene un sabor suave y ligero que se integra fácilmente en cantidad de recetas.
Estamos hablando obviamente de setas de cardo silvestres. Aunque la seta de cardo también es conocida por su variedad de cultivo, también es muy consumida y utilizada en la cocina.
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