Preparando algunas hileras con el  cultivador


Por Perico Liso

   A finales de agosto, hubo unas fuertes tormentas de agua en Castilla León que fueron muy benignas  para que la tierra cogiera un extraordinario tempero y se pudieran comenzar otras tareas luego de que los agricultores tradicionales ya habían, incluso, recogido las pacas de los cereales.

   Uno de los objetivos que los técnicos del Instituto Superior de Silvicultura del Pollo Urbano (ISSIPU) tenían desde que se inició la reforestación de varias de sus fincas era la de aspirar a sembrar legumbres entre las filas de carrascas y robles.

  Después de varios ensayos e innumerables fracasos   y también, cómo no,  de haber construido y probado diferentes máquinas y aperos con notable éxito y considerados necesarios para llevar a buen puerto la exploración de estas posibilidades agrícolas, se cree que este es el año en que se podrá realizar el ciclo completo en las fincas reforestadas.

   A tal fin, a mediados de agosto se puso a punto un viejo cultivador de siete brazos dotado de unas nuevas rejas reversibles  que realizaron satisfactoriamente su función que no es otra que escarificar el suelo eliminando la compactación superficial de la tierra y aflorar las raíces de las malas hierbas para que se sequen y, posteriormente, realizar nuevas pasadas con dicho  apero al que se le ha dotado de una tabla para provocar el nivelado de los surcos y  el sellado del suelo lo que evita de este modo tan sencillo la pérdida de humedad.

   También y para todos los lectores de esta sección se le ha dotado al tractor BJR de dos cámaras “Go Pro” y un pequeño «dron»para  la mejor realización de los vídeos divulgativos de la actividad del Instituto.

    En esta página les mostramos tanto el trabajo como sus primeros resultados

Cultivador:

    Elimina la compactación del suelo, aumenta la infiltración de agua, disminuye la posibilidad de erosión y facilita el desarrollo de las raíces; que en los períodos secos absorben la humedad almacenada en el subsuelo y retiran mayor cantidad de nutrientes para las plantas.

    Este cultivador realiza también con mucha eficiencia la escarificación del suelo, eliminando la compactación superficial.

  Las astas subsoladoras, fabricadas en acero fundido, poseen diseño especial para romper el suelo. Las punteras reversibles son de acero especial y tratadas térmicamente para mayor resistencia al desgaste.  

    Estos aperos hacen un laboreo superficial del suelo conseguido mediante brazos flexibles en cuyo extremo se sitúa una reja que actúa como elemento labrante y que desplaza los terrones hacia arriba o hacia abajo en función del ángulo de incidencia.

   Producen rotura de los terrones por el choque y desplazamiento del suelo, dejando en la superficie unos surcos cuya profundidad depende de la separación entre brazos contiguos. El suelo queda esponjado si los brazos inciden sobre el suelo con un ángulo agudo; cuando el ángulo es mayor de 90º tiende a asentar el suelo.

    Por debajo de la reja siempre se produce un ligero asentado que ayuda en la formación de una zona ligeramente compactada bajo el lecho de siembra.

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