Los vientos abatieron un ejemplar  cincuentenario en la chopera del ISSIPU

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Por Max Calor

    Los pasados temporales de viento sufridos en la provincia de Soria, abatieron un chopo plantado hace 50 años en la chopera donde está instalada la dirección General del ISSIPU y  aunque apenas produjeron daños las labores de limpieza serán arduas.
   Coincidiendo con la visita de un destacado grupo de especialistas en la materia  a las instalaciones del Instituto Superior de Silvicultura Improductiva del Pollo Urbano, (ISSIPU), en Hinojosa del Campo (Soria) con motivo del “II Encuentro Nacional de Silvicultores Improductivos” fue cuando se descubrió el desgraciado hecho.

   Durante la mañana tuvieron lugar las lecturas de las diferentes ponencias (que se darán a conocer en próximas fechas) y luego de un vermú popular, los improductivistas provenientes de toda España fueron agasajados con uno de los afamados  ranchos que  prepara  Sánchez, director del ISSIPU, para luego, después de tomar café, girar visita a las varias instalaciones y proyectos  que Instituto está desarrollando en dicho pueblo.

    Y fue cuando acudieron a visitar la chopera de “Valdelafuente”, donde está instalada la caravana que sirve de Dirección General, que vieron el desastre acaecido. Ni más ni menos que un chopo plantado hace 50 años, de 1,50 m de diámetro en su base  estaba abatido en el suelo. Aunque, por suerte, tan solo destrozó en su caída la valla que rodea la instalación de la dirección general y la mesa que sirve para las reuniones de campo.

   Aprovechando su caída, se acordó estudiar el interior de su tronco donde años atrás habitó una colonia de avispas que tuvo que ser tapada con extraordinarias precauciones por el riego que suponía para las personas

    Pese a al desastroso descubrimiento, no cabe duda que la jornada fue excelente y allí mismo se acordó repetir una vez al año estas reuniones alrededor de un buen rancho. ¡Felicidades y éxito en sus propuestas y proyectos a todos los asistentes!

Comienzan las labores de limpieza en la chopera de Valdelafuente

    Dos semanas después del desastre, se comenzó la limpieza de la chopera de Valdelafuente (Hinojosa del Campo, Soria), donde tiene su dirección general el Instituto Superior de Silvicultura Improductiva del Pollo Urbano (ISSIPU)

   El magnífico ejemplar de chopo “boleana” plantado hace 50 años fue tumbado por unas extraordinarias tormentas de viento que sucedieron en la zona y porque toda su base estaba completamente hueca por la inmisericorde acción de los taladros.

    Medido en el suelo, este extraordinario ejemplar llegó alcanzó la extraordinaria altura de 31, 60 m., cuando la habitual es que lleguen, como máximo a los 20 metros.

   A la vista de las comprobaciones “de visu” de la base del tronco hueco realizadas en el ejemplar, parece ser  que lo que en su día se arregló creyendo que era un nido de avispas (https://www.elpollourbano.es/silvicultura/2012/07/puesta-a-punto-de-la-chopera-del-issipu-2/)  no era otra cosa que una extraordinaria colonia de “taladros” del chopo.

   Estos taladros  son conocido como Paranthrene tabaniformis, Rott. y son unos  insectos lepidópteros  perforadores  perteneciente a la familia Sesiidae que realiza galerías en los troncos y en las ramas, dañando muy seriamente la estructura de los chopos y los sauces.

    “Los adultos son unas mariposas que, al primer golpe de vista, recuerdan a una avispa, al presentar el cuerpo con anillos alternativamente amarillos y negros. Se diferencia claramente de las avispas ya que no posee ningún estrechamiento en la unión del tórax y el abdomen, como ellas.

     Las antenas del insecto macho son bipectlnadas, largas y de color amarillo. Los machos suelen tener una envergadura de 2.5 a 3.5 cm, mientras que la hembra es siempre algo mayor.

  También se caracteriza por tener sus alas delanteras opacas con tonalidades rojizas, mientras que el segundo par de alas es transparente.

CICLO BIOLÓGICO

    Este lepidóptero tiene una sola generación anual, pero con un vuelo muy largo que comienza en abril y finaliza en septiembre.

      La mariposa, una vez apareada, localiza un árbol para depositar la puesta. Los huevos los pondrá siempre en las heridas de poda, resquicios de la corteza, etc. Cada hembra es capaz de poner una media de entre 100 y 125 huevos de color negro que quedan adheridos individualmente a la corteza del árbol. Las larvas, que nada más nacer son de color blanquecino, comenzarán a realizar una pequeña galería para introducirse en el interior del chopo o del sauce. Muchas de ellas mueren víctimas de los depredadores.

    Las orugas pasan por 4 ó 5 estadios en los que excava una galería, siempre ascendente, que puede llegar a tener hasta 15 ó 20 cm de longitud y unos 5 cm de diámetro.

    Durante el invierno permanece el insecto en forma de larva en el interior de los troncos.

    Llegada la primavera, las orugas se activan hasta finalizar su desarrollo transformándose en crisálidas. En los chopos atacados por este insecto se pueden ver crisálidas desde mayo hasta agosto. Para que la mariposa consiga salir del interior del tronco, la crisálida realiza unos movimientos característicos, dejando así su exuvio o muda “pinchado” en el exterior del árbol.

   Las mariposas macho volarán atraídas por la feromona de las hembras hasta fecundarlas. Posteriormente, éstas realizarán la puesta, completándose así el ciclo.

DAÑOS

   Los árboles atacados quedan inservibles para su utilización en la industria. Cuando el número de galerías es importante, los árboles pueden romperse por la acción del viento. En el interior de las galerías y sobre los serrines, pueden desarrollarse enfermedades que dañen a todo el árbol. Los daños se producen generalmente en los 4 primeros metros del tronco en chopos y sauces jóvenes.

Fuente: http://www.redforesta.com/blog/2010/12/15/paranthrene-tabaniformis-taladro-del-chopo-y-del-sauce-ciclo-biologico-danos-y-metodos-de-control/