Por José Luís Cortés
Diego Carrasco es el gurú del compás, asistí insólito a la trasmisión, Diego dirigía a un grupo de jóvenes, ejercía de maestro, organizaba el caos, cátedra de compás, era Sanlúcar de Barrameda, tras un concierto en un chiringuito, donde había enardecido a la gente Miguel Poveda.
La fiesta duró hasta las claras, yo me quedé en el hotel de Diego que emigró pronto a Jerez. No puedo contar todo lo que pasó, pero ese rato de Diego Carrasco enseñando a la jauría es alfa y omega de mi aprendizaje flamenco.
Vamos empatados, así decía Diego en un receso en su actuación del 2001 en Pirineos Sur, iba empatado, una forma de decir, porque antes habían hecho un concieto magnífico Arcángel y los hindús rajastaníes. Diego iba junto a Tino di Geraldo, Carlos Benvent, Jorge Pardo y Diego del Morao, amén del Bobote y el Eléctrico haciendo compás, aquello era irresistible, y su Inquilino se convirtió en el hit de ese verano en el valle.
Me propuso para alcalde, Diego que tiene una coña marinera destilada en ese Jerez de sus entretelas se conmovió cuando pidiendo árnica me encontró en el borde del escenario del Teatro Arbolé con lo que demandaba, me hizo salir me dio del brebaje y me propuso para alcalde.
M4e había levantado con una buena resaca, en el bar pedí un café con leche y el dolor que me producía el sonido de la máquina de café me llevó ala vaquita en su prado que nos daba la leche y ahí surgió la pieza, Inquilino del mundo, escrita en el papel de los calentitos
Las vivencias son lo mas importante de este discurrir en este oficio, y con Diego han sido numerosas y llenas de alegría y profunda reflexión, hasta me llama tito, qué mas se puede pedir. Dejo un vídeo en el que consigue llevar a su terreno la tabla periódica de los elementos, su genial “química”