Por Joan Lluís Ferrer
La energía eólica es una de las alternativas más potentes para la descarbonización de la energía. Sin embargo, también presenta problemas, sobre todo por la aparatosidad de los generadores y sus aspas, que acaban con la vida de miles de aves protegidas todos los años.
Sin embargo, todo esto puede cambiar gracias a un invento español. Se trata de un molino eólico que, simplemente, no tiene aspas.
Según explica Jorge Piñero, del departamento de marketing de Vortex, marca que firma el nuevo artefacto, los aerogeneradores que fabrican, los cuales carecen de las características palas, son una opción que ya ha llamado la atención de las empresas (públicas y privadas) así como de centros de investigación, ya que puede ser una opción para la microproducción de energía y un complemento a la instalación de paneles solares en todo tipo de edificios para el autoconsumo.
De hecho, ya se están instalando en algunos edificios y centros, como es el caso de la sede de SEO/BirdLife en Madrid y otros inmuebles en Ávila, demostrando cuánto es su potencial.
Los aerogeneradores de Vortex sacan partido de la energía del viento, pero desde una aproximación totalmente diferente a los molinos. En lugar de las aspas, lo que se mueve accionado por el viento es su mástil, que oscila ligeramente para así generar energía.
Según explica Piñero, el viento suele hacer ondas en el aire (de ahí que veamos a las banderas ondear y ‘dibujar’ formas en el aire). «Cuando el aire o el agua pasan por una estructura circular (como es el caso de los ‘postes’ de Vortex), se crean vórtices en el recorrido. Cuando la frecuencia de aparición de éstos coincide con la frecuencia de resonancia de la estructura, ésta comienza a absorber la energía», detalla.
Con una serie de procesos físicos más complejos, Vortex ha conseguido unas eficiencias de conversión de energía cinética del aire muy altas. En este punto, cabe señalar que el límite del vórtice está en el 40%. A partir de ese momento, los aerogeneradores se paran.
A modo de comparación, los molinos convencionales, llegan a un tasa de 49%. “Nosotros estamos aún lejos de conseguir esas eficiencias tan perfectas, y es la consecuencia de que la eólica tradicional lleve 60-80 años de perfeccionamiento donde nosotros llevamos 10”, explican desde la empresa.
Aplicando estas tecnologías ya maduras en el mercado y otros principios físicos de dinámica de fluidos, se ha maximizado la geometría del mástil y los materiales con los que se fabrica para que el viento pase y genere esos vórtices. «La estructura empieza a absorber la energía por resonancia elástica. Comienza una oscilación perpendicular a la dirección del viento y, al tener movimiento, se puede convertir en energía eléctrica», añade Piñero.
Para pequeñas instalaciones
Estos aerogeneradores son de dimensiones mucho más reducidas que los tradicionales molinos. Eso, unido a que no tienen aspas, les permite poder instalarlos en zonas de dimensiones más pequeñas.
Según la compañía, el movimiento que generan estos aerogeneradores es inofensivo (aseguran que, cuanto más grande es el dispositivo, más lento oscila). Además, detallan que son huecos y que el ruido que producen está prácticamente igual del umbral del propio viento.
Estas características hacen que permitan ser colocados en zonas urbanas o incluso protegidas. Además, según la empresa, interfieren menos con las señales de radio que otras alternativas de energía renovable, por lo que pueden ser colocados en aeropuertos o espacios militares.
Otro de sus puntos fuertes es que no necesitan engranajes para funcionar y tampoco sufren el desgaste de los molinos tradicionales. «Tienen una barra de fibra de carbono que puede estar oscilando durante varios años seguidos sin que deba ser reemplazada. Y, al no haber partes móviles, no necesita aceite ni cambiar engranajes o cajas de cambio», detalla Piñero.
En cuanto a la capacidad generadora de estos dispositivos, Vortex facilita que los más pequeños, de unos 3 metros de altura, pueden proporcionar hasta 100 watios de potencia, aunque esto último puede variar en función de las condiciones del clima del momento, del entorno en el que esté ubicado, etc.
La compañía trabaja en el desarrollo de otras opciones, de dimensiones aún más reducidas (unos 60 centímetros) que están pensadas, sobre todo, para ser colocadas para señalización de carretera o sistemas que consumen mucha energía, pero muy puntualmente, o al contrario, que consumen muy poca, pero muchas veces.
Mientras, los de tamaño medio sí están pensado más para azoteas de viviendas y edificios. Según las explicaciones facilitadas, estos aerogeneradores pueden guardar menos distancia entre sí que la que deben mantener los molinos de viento para que el trabajo de las aspas no interfiera con otros molinos.
Los modelos más grandes estarían pensados más para entornos rurales o industriales.
Jorge Piñero explica también que aún quedan varios años para que esta opción pueda ser algo comercialmente viable. «Llevamos más de nueve años, pero estos proyectos suelen durar unos 15 o 20 hasta que alcanzas la viabilidad comercial», detalla.
“Estamos valorando la posibilidad de lanzar próximamente una campaña de beta testing para obtener comentarios sobre diferentes entornos y condiciones. Los participantes podrán adquirir un pequeño demostrador tecnológico funcional, Vortex Nano, que no será un producto comercial, pero resulta ideal para la realización de estas pruebas”, señala la empresa.
Página web de Vortex: https://vortexbladeless.com/es/
Publicado en: https://www.informacion.es/medio-ambiente/2022/12/12/nuevos-molinos-eolicos-75938013.html