Juan Agustín Baldellou Celma. El pez naúfrago.


Por Cristina Beltrán

        El autor es licenciado en Bellas Artes. Ha impartido clases de dibujo en diversos IES y ha colaborado durante más de 10 años en el Aula de Plástica de Ibercaja Actur. Es un pintor de solera, reflexivo e incómodo para hacernos pensar en el panorama que nos rodea y ponerle un punto irónicamente crítico. Ya apuntaba maneras desde su más tierna adolescencia…

…, y siempre ha continuado por veredas difíciles.

     Una buena muestra de su trabajo fué “Devozionario” publicado por Vasconia en 1985,con textos de Oscar Arribas y portada de Carmelo Fernández.

    En junio de 2012 y en otras ocasiones, expuso en el K- Pintas, un local situado en la C/ Doctor Palomar 19  del que formó parte junto a otros artistas y en el que hubo un hervidero de arte y cultura inquietas durante varios años, una lástima que el proyecto terminase. Con ocasión de esa exposición el coordinador de esta sección ya le hizo una reseña que pueden leer buscando en nuestra hemeroteca.

     Fue seleccionado mediante convocatoria pública para realizar la exposición «Don Quijote en Aragón. “Evoluciograma” en el IAACC Pablo Serrano en 2015 fue un proyecto, la temática se centró en los capítulos, que transcurren en Aragón, de El Quijote. Las ilustraciones se presentan a través de una novedosa técnica artística creada y desarrollada por Baldellou.

    Como pueden observar es un profesional que no para, su trabajo es muy constante, trabajando formatos más o menos grandes o pequeños para adecuarlos a sus necesidades y situación. Sus obras siempre llevan a la reflexión, van evolucionando con el propio autor, creativo y sobre todo preocupado por las ideologías y los conceptos. No tiene problema al titular largamente a sus cuadros en línea con su deformación profesional y como el dice y piensa “el arte es un panfleto de calidad”.

     En su última exposición, de la cual se hace esta reseña, peca de didáctico, excesivamente didáctico, mucho texto explicativo, cosa que entenderemos enseguida y no está demás ni una sola coma, aunque ustedes si tienen ocasión de verla, pueden simplemente disfrutar de las imágenes. Hablando de esta exposición y el cómo abordarla, ya hace tiempo que se planteó desde un punto de vista ideológico cómo trabajarla llegando a determinadas conclusiones, y sobre todo trabajar la autocrítica, trabajar por las facciones, por una sociedad igualitaria, y sobre todo no mostrar al poder, ni nombrarlo, es decir invisibilizarlo.

    Si no existen caminamos, habrá que hacerlos para seguir adelante. Otra de las premisas que se autoimpuso fue, no sacar escenas en las que estemos jodidos nosotros, el pueblo llano, la gente normal y la que tiene conciencia de clase.

    Todo esto ya lo había trabajado, mostrando obra. Sin embargo, hay otra forma de abordarlo en esta ocasión, es a través de una proyección de futuro deseado, normalmente todo es un desastre y distopías, desde el punto de vista en el que Juan se encuentra es una proyección del futuro en positivo. Esta faceta no la había trabajado nunca y le ha costado ser alegre, porque es un tipo bastante irónico, de inteligencia selecta para sonréir y esta faceta que nos saca la sonrisa fácil le faltaba, que en algunas obras existe una ironía fina,  se transmite también en el colorido y en la composición. Toda la obra gira en torno a un futuro en el que ya se ha hecho la revolución. Su intención era realizar un cómic largo, pero al final ha tenido que acortarlo. Cortó el cómic como si el elemento sobre el que se mira se estropeara, en este momento en el que todo en su vida se ha replanteado ha preferido acortarlo.

    El Pez naufrago es Juan y mucha otra gente, toda aquella gente que es capaz de salir de su zona de confort, le pareció muy representativo lo del pez. La técnica utilizada para las obras grandes son óleos, las tecnologías digitales las ha utilizado para todas las obras pequeñas, es decir para el cómic y para la elaboración de la cartilla.

     La cartilla para escolares del futuro son definiciones para palabras de hoy con distintos significados acordes a ese posible futuro.

    A Juan le gusta hacer una obra colectiva en la que participen amistades, artistas con las que hacen proyectos como el clásico calendario rojo y negro, en realidad siempre ha querido hacer algo en común, esta vez, si bien queda clara la propuesta de una sociedad diversa, no se acierta a ver el objetivo de las distintas intervenciones en esta obra realizada con temperas y aguadas en donde uno de los personajes es él.

   Se ha planteado descansar al menos hasta dentro de 3 meses si para entonces tiene ánimo podría plantearse llevarla a algún otro lugar.

   Esta exposición puede que ustedes no lleguen a visitarla, pero sí podrán ver las imágenes de sus obras en redes o personalmente en otros eventos, Juan es distinto, busca su esencia y tiene su propio lenguaje, no espera reconocimientos ni premios le remueven otras cosas, una solamente trata de poner en valor lo diverso en este mundo del arte y sobre todo aquello que sale de la norma teniendo todas las herramientas para ser muy formal. Su profesionalidad es indiscutible, sus obras no son comerciales y hay que mirarlas con los ojos de una posible revolución. En mi opinión acertadas soluciones técnicas para inducir a reflexiones duras de tragar. El Pez naufrago es Juan y mucha otra gente, toda aquella gente que es capaz de salir de su zona de confort.                                       

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