Argentina: Inundaciones al sur

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Por Gloria Cohen

   Una serie de días de muy altas temperaturas en primavera en que se alcanzó el record de 35.6 °C en Buenos Aires(desde que se tienen registros) y más de 40 °C en provincias septentrionales, fue seguida de fuertes lluvias que provocaron la crecida de los ríos de la cuenca del Río de la Plata…. 

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Por Gloria Cohen
Corresponsal del Pollo Urbano en Argentina
Fotografías obtenidas de internet

      Sin duda, la noticia de los últimos días de octubre y principios de noviembre fueron las inundaciones registradas en los alrededores de Buenos Aires.

    Una serie de días de muy altas temperaturas en primavera en que se alcanzó el record de 35.6 °C en Buenos Aires(desde que se tienen registros) y más de 40 °C en provincias septentrionales, fue seguida de fuertes lluvias que provocaron la crecida de los ríos de la cuenca del Río de la Plata…. y por ende, las inundaciones.

   El Río de la Plata es una gran masa de agua dulce, formada principalmente por los ríos Paraná y Uruguay, en el que desembocan numerosos afluentes y cuya cuenca abarca 3.200.000 kilómetros cuadrados.

   Dionisio nunca me creyó que el Río de la Plata es más ancho del mundo, con una anchura máxima de 219 kilómetros, y la distancia entre Buenos Aires y Colonia del Sacramento en Uruguay (la ciudad que la enfrenta en la margen opuesta del río) es de 50 kilómetros.

    Con tanta agua en una zona plana, las inundaciones son frecuentes cuando ocurren lluvias torrenciales; existe también la teoría que la urbanización agravó los problemas al impedir la infiltración del agua de lluvia en el suelo.

     Luján, donde se encuentra la basílica de estilo neogótico que alberga a la virgen patrona de la Argentina fue una de las poblaciones más afectadas; hubo gente desplazándose en botes por el centro de Luján y el agua volvió a inundar la cripta de la iglesia como ocurrió en 2012.No solo Luján se vio afectada, también Laferrere, Jáuregui, entre otras.

    El Tigre, en el delta del río Paraná, es una zona afectada en forma frecuente por las crecidas del río, pero allí la gente se desplaza habitualmente en embarcaciones de todo tipo -desde botes hasta lanchas colectivas- y muchas de sus construcciones son de tipo palafíticas por lo que sus pobladores se hayan habituados a convivir con las aguas.

    Pero a principios de noviembre, la lluvia continúa y el fenómeno de la sudestada (crecida del río debido a vientos que soplan en dirección sudeste) agravó la situación, tanto de Tigre como de todas las localidades ribereñas, incluida la ciudad de Buenos Aires.

    Solidaridad para quienes sufren las consecuencias de tener sus casas bajo el agua y perder sus pertenencias. Los relatos resultan desgarradores e incluyen sensaciones muy poco agradables: el frío húmedo, la pudrición, los olores nauseabundos, la proliferación de mosquitos, ratas y otras alimañas, entre otros problemas.

    Pero, en el imaginario colectivo existe otra asociación más agradable de la palabra inundación y es con el tango “Sur”, cuya letra es del poeta Homero Manzi, la música de Aníbal Toilo y fue grabado por primera vez en 1948 con la voz de Edmundo Rivero.

    La canción es la remembranza de un amor perdido enmarcada en la zona sur de Buenos Aires, lamentando tanto el final de una historia de amor, como los cambios en el barrio; el tango inmortalizó además a la esquina de San Juan y Boedo, denominada ahora esquina Homero Manzi.

    Va la letra del tango “Sur”, aunque se recomienda escucharlo…

San Juan y Boedo antigua y todo el cielo…

Pompeya y más allá la inundación…

Tu melena de novia en el recuerdo

y tu nombre florando en el adiós…

La esquina del herrero, barro y pampa;

tu casa, tu vereda y el zanjón,

y un perfume de yuyos y de alfalfa

que me llena de nuevo el corazón….

Sur, paredón y después…

Sur,

una luz de almacén,,,

Ya nunca me verás como me vieras,

recostado en la vidriera,

esperándote…

Ya nunca alumbraré con las estrellas

nuestra marcha sin querellas

por las noches de Pompeya…

Las calles y la luna suburbana

y mi amor en tu ventana…

Todo a muerto, ya lo sé…

San Juan y Boedo antigua, cielo perdido…

Pompeya, y al llegar al terraplén,

tus veinte años temblando de cariño

bajo el beso que entonces te robé…

Nostalgia de las cosas que han pasado…

arena que la vida se llevó…

Pesadumbre de barrios que han cambiado

y amargura del sueño que murió.

 

    La inundación, ya plasmada en este tango es sin duda un fenómeno recurrente en estas pampas del sur.

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