Por Fernando Gracia Guia
«Nunca perseguí la gloria/ni buscar en la memoria de los hombres mi canción»… Los versos de Don Antonio en la voz del noi han sonado de fondo mientras una atronadora ovación con buena parte del público se ponía en pie.
Así ha finalizado el estreno de LOS MACHADO, la nueva producción de los chicos del TEMPLE, con Carlos y Félix Martín encarnando -y no puedo encontrar verbo más apropiado- a los poetas hermanos y una espléndida Alba Gallego haciendo todos los personajes femeninos del texto, amén de tocar el violín.
Debo decir que he disfrutado una barbaridad, llegando en algunos momentos a la emoción. Alfonso Plou, como ya nos tiene acostumbrados, ha alumbrado un texto hermoso donde se nos cuentan cosas que cualquier machadiano -y yo, modestamente, presumo un poco de ello- conoce, pero lo hace con perfecto dominio de la carpintería teatral, logrando llegar al alma del espectador.
O al menos lo ha hecho a la mía. Dejo a los EXPERTOS dilucidar si la pieza es muy buena, buena, regular, simplemente bienintencionada… o mediopensionista. Pero me da igual: yo solo soy un espectador, amén de un amante de la obra de Don Antonio, y recitador ocasional de sus versos, y como tal solo puedo decir que he disfrutado muchísimo. Y me consta que los que me rodeaban, también.
Quedan tres funciones: las localidades a la venta no son muchas. La compañía es de Zaragoza, el autor también. Hace años ganaron un Max, hay que apoyar la cultura. Y mil razones más para acercarse al Teatro Principal, donde en mi modesta opinión se están haciendo las cosas bien. Y conste que no cobro por decirlo. Estoy de vuelta de esto y de muchas cosas más.